Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

5-caracteristicas-de-la-iglesia-primitiva-segun-la-biblia

5 Caracteristicas de la Iglesia Primitiva En La Biblia

0
La Iglesia Primitiva: Una Iglesia de Oración (Hechos 1:14) Los discípulos se reunían unánimes. Este término, que ocurre once veces en los Hechos, es una...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Juan 20 - Reina Valera 1990 (Adventista)

La resurrección

1. El primer día de la semana, muy de mañana, siendo aún oscuro, María Magdalena fue al sepulcro; y vio la piedra del sepulcro quitada.

2. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto".

3. Así, Pedro y el otro discípulo fueron al sepulcro.

4. Corrieron los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más ligero que Pedro, y llegó primero al sepulcro.

5. Bajó a mirar, y vio los lienzos, pero no entró.

6. En seguida llegó Simón Pedro, entró en el sepulcro, y vio los lienzos en el suelo;

7. y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no estaba con los lienzos, sino doblado y aparte.

8. Entonces entró también el otro discípulo, que había llegado primero al sepulcro, y al ver, creyó.

9. Porque aún no habían entendido la Escritura, que Jesús iba a resucitar de los muertos. Jesús aparece a Magdalena*

10. Y los discípulos volvieron a su casa.

Jesús se aparece a María Magdalena

11. Pero María quedó afuera llorando junto al sepulcro. Y mientras lloraba se inclinó a mirar el sepulcro.

12. Y vio dos ángeles en ropas blancas, sentados uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde había sido puesto el cuerpo de Jesús.

13. Y le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?" Respondió: "Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto".

14. Cuando hubo dicho esto, se volvió hacia atrás, y vio a Jesús de pie. Pero no se dio cuenta que era él.*

15. Jesús le preguntó: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?" Ella, pensando que era el jardinero, le dijo: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré".

16. Jesús le dijo: "¡María!" Ella se volvió, y exclamó en hebreo: "¡Rabbuni!" que quiere decir, Maestro.

17. Entonces Jesús le dijo: "No me detengas, porque aún no he subido a mi Padre. Pero ve a mis hermanos y diles: 'Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios´".

18. Entonces María Magdalena fue y dio la noticia a los discípulos de que había visto al Señor, y de lo que él le había dicho. Se aparece a los discípulos

Jesús se aparece a los discípulos

19. Al anochecer de ese día, el primero de la semana, estando los discípulos juntos, con las puertas cerradas por miedo de los judíos, vino Jesús, se puso en medio de ellos, y les dijo: "¡Paz a vosotros!"

20. Y dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se alegraron de ver al Señor.

21. Entonces Jesús les dijo otra vez: "Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío".*

22. Con eso, sopló y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.

23. "A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes los retengáis, les quedan retenidos". ¡Señor mío y Dios mío!

Incredulidad de Tomás

24. Tomás, llamado el Gemelo, uno de los doce, no estaba con ellos cuando vino Jesús.

25. Cuando los otros discípulos le contaron: "Hemos visto al Señor", él contestó: "Si no veo la señal de los clavos en sus manos, y pongo mi dedo allí, y mi mano en su costado, no creeré".*

26. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Aunque las puertas estaban cerradas, vino Jesús, se puso en medio, y dijo: "¡Paz a vosotros!

27. Luego dijo a Tomás: "Pon tu dedo aquí, y mira mis manos. Acerca tu mano, y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente".

28. Entonces Tomás exclamó: "¡Señor mío, y Dios mío!"

29. Jesús le dijo: "Porque me has visto, Tomás, creíste. ¡Dichosos los que no vieron y creyeron!"*

El propósito del libro

30. También hizo Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro.

31. Pero éstas fueron escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su Nombre.