Historias Cristianas | Ilustraciones | Anécdotas de la Biblia Sobre DISCRECION para predicar en sermones
LA DISCRECIÓN
León y Jorge eran dos muchachos que estaban de aprendices en casa de un cerrajero. El maestro acababa de salir y ellos se encontraron solos en la tienda.–Nuestro maestro –dijo León–, se ha olvidado de cerrar con llave su armario. Ven y miraremos lo que hay dentro; yo he visto una carta abierta y la leeremos.–No –respondió Jorge–, que haya una llave en el armario o que no, es una misma cosa para los que son honrados.–Yo no hablo de tocar nada, quiero solamente mirar.–Pero, León, querer conocer lo que otro quería guardar para sí, es ser indiscreto. El indiscreto que roba los pensamientos y los secretos, es como el ladrón que roba dinero; los dos roban, cada uno a su manera, y los dos se deshonran. Yo no quiero ser indiscreto».León se ruborizó, comprendiendo que su compañero tenía razón.El que es honrado lo es con todo lo que pertenece a otro, tanto los secretos como el dinero.