Estudio Bíblico | Explicación de Números 26:1 | Comentario Bíblico Online
Moisés no censó al pueblo, sino cuando Dios se lo mandó. David lo hizo sin el consentimiento de Dios, y lo pagó muy caro. Habían pasado ya casi 40 años desde el censo anterior, y se hacía necesario un nuevo censo, ya que ahora iba a ser distribuida la tierra prometida por tribus y familias, además de que resultaba imprescindible saber el número de hombres de edad militar con los que se podía contar para las próximas campañas. Así pues, Dios mandó a Moisés hacer el censo, ordenando que en esta tarea le hiciese compañía el sumo sacerdote Eleazar, hijo de Aarón, de la misma manera que éste había acompañado antes a su hermano Moisés. Esta era una confirmación de Eleazar, por parte de Dios, como sumo sacerdote. El censo había de hacerse lo mismo que la vez anterior, es decir, contando sólo los hombres de veinte años arriba, hábiles para la guerra.