Significado de CIUDAD, PUERTAS DE LA Según La Biblia | Concepto y Definición

CIUDAD, PUERTAS DE LA Significado Bíblico

¿Qué Es CIUDAD, PUERTAS DE LA En La Biblia?

Las puertas en los tiempos bíblicos traían a la mente dos imágenes: las enormes estructuras defensivas que protegían el camino de entrada, y un lugar de actividades diversas “en la puerta”. Las puertas y los muros en conjunto señalan el límite entre el exterior y el interior, pero se mencionan con frecuencia simplemente porque proporcionan acceso para entrar y salir.
Las puertas han existido desde que aparecieron por primera vez las murallas defensivas de los pueblos y las aldeas. Si son necesarios los muros para proteger un pueblo, también es necesaria una entrada a través del muro, y del mismo modo se requería una puerta para proteger la entrada. Es probable que se hayan desarrollado al mismo tiempo. En el antiguo Cercano Oriente, los arqueólogos han descubierto cimientos de puertas de pueblos que se remontan hasta, por lo menos, la Edad de Bronce temprana (3300–2200 a.c.) y cuentan con un muy buen precercado complejo de puertas de ladrillos de barro, con cuatro cámaras, que data de la Edad de Bronce media (aprox. 1800 a.c.) en Tel Dan [ver abajo]. Anteriormente, durante el período calcolítico (4500–3300 a.c.) se hallaron en En-gadi las ruinas de un templo y un área sagrada con un muro alrededor con dos entradas. Una de las entradas tiene evidentes cimientos de una puerta de dos cámaras. Mucho antes que esto, en la Jericó neolítica prealfarería (aprox. 8300 a.c.) hay evidencias de un muro alrededor de la ciudad y una torre circular que probablemente servía de atalaya. Aunque todavía no se ha excavado ninguna evidencia de una puerta de esa época, tuvo que haber existido una que permitiera entrar en la ciudad. La puerta es generalmente la parte más vulnerable de las defensas de un pueblo, simplemente porque se encuentra en una abertura hacia la ciudad. Además, la puerta por lo general se ubicaba en un punto bajo de la topografía del pueblo por varias razones: el punto bajo proporcionaba el acceso más fácil a la ciudad para los viajeros y los mercaderes de manera que no tuvieran que maniobrar con los animales o las mercancías hacia sectores más elevados; el mercado se encontraba a menudo cerca de la puerta por la misma razón; y el punto bajo ofrecía un buen canal de drenaje para el agua de lluvia a lo largo de la ciudad para que corriera hacia el exterior de los muros a través de la puerta. Debido a su vulnerabilidad, la puerta de entrada se encontraba flanqueada por poderosas torres que ayudaban a protegerla. Además, se cerraban puertas pesadas de madera o metal para guardar la entrada durante la noche o en tiempos de ataque inminente. Durante la Edad de Hierro, el período de la monarquía israelita, se hallaron puertas con dos, cuatro y seis cámaras. La elección del tipo de puerta parece estar más relacionada a la topografía local y a las necesidades defensivas que a un esquema determinado. Indudablemente, el desarrollo de nuevas armas, incluyendo arietes más efectivos, requería nuevas estrategias defensivas. Entre dichas innovaciones estuvo la introducción de estructuras de puertas internas y externas. Es muy probable que dichas estructuras de puerta doble hayan querido fortalecer las defensas. El ataque a una estructura de puerta exterior no daría acceso directo a la ciudad; solo conduciría a un pasaje estrecho (donde un ejército invasor se encontraría bajo el ataque continuo de los soldados defensores ubicados en los muros) hacia una estructura de puerta interna, igualmente defendida. Sitios con estructuras de puertas internas y externas incluyen Tel Dan, Meguido y Laquis. Las aberturas de puertas típicas durante la Edad de Hierro eran de aprox. 3,5 a 4 m (11 a 13 pies), y permitían un paso fácil para los animales cargados con madera, para los carros y también para el tránsito pedestre. Inmediatamente en las afueras de la ciudad a menudo había una fuente o manantial. Puesto que el acceso a la provisión de agua es importante, la puerta de la ciudad con frecuencia estaba ubicada cerca del agua. Excavaciones recientes en la ciudad jebusea y davídica de Jerusalén han hallado una puerta con torres enormes que protegían el acceso a la corriente de Guijón. Beerseba tenía un pozo justo en las afueras de la puerta de la ciudad. Jua 4:1-54 narra la historia del encuentro de Jesús con una mujer de Sicar junto al pozo fuera de la ciudad. En el plano típico de la ciudad, el mercado, a menudo una plaza abierta, estaba en el interior justo al lado del complejo de la puerta de entrada. Es probable que en las cercanías se encontraran edificios administrativos, militares o un altar o templo. La descripción bíblica de diversas actividades dentro de las puertas de la ciudad/pueblo indica la actividad de esa zona. Cuando Abraham estaba negociando para adquirir un lugar de sepultura para Sara, se reunió en la puerta con el propietario de la tierra y los ancianos de la ciudad (Gén 23:10; Gén 23:18), tal como lo hizo Booz cuando negoció la compra de la propiedad de Elimelec (Rut 4:1-11). Los ancianos se reunían en la puerta de la ciudad para administrar justicia y juicio (Deu 21:19; Deu 22:15; Deu 22:24) al igual que transacciones de ventas. Los profetas poseen muchas referencias a la justicia administrada en la puerta de la ciudad (Amó 5:10-15; Zac 8:16). El rey David tenía un asiento en la puerta (2Sa 19:8). En Tel Dan se descubrió una plataforma justo dentro del complejo de puertas que pudo haber sido para un trono real o un santuario. Se han excavado altares en varios sitios alrededor de los complejos de puertas. Betsaida, probablemente la antigua Gesur, tenía una plataforma de culto junto a la puerta y numerosas estelas en el complejo de puertas. También en Mudayna, sobre el vado eth-Thamid en Jordania, se ha descubierto un santuario adyacente al complejo de puertas.
Muchos han sugerido que las diversas actividades descritas se llevaban a cabo literalmente en la puerta de la ciudad. Dentro de las cámaras de algunas puertas de ciudad se han encontrado “bancos”. No obstante, los bancos a menudo son tan altos y de tamaño tan grande que es improbable que se utilizaran para sentarse. Es más probable que se usaran para depositar o almacenar elementos o con otros propósitos. Es factible que las actividades tuvieran lugar “a” la puerta de la ciudad o “dentro” de la puerta [es decir, dentro de la plaza abierta] más que “en” la puerta misma. La presencia del mercado y de los edificios administrativos inmediatamente adyacentes al complejo de puertas daba motivo para que los ancianos se reunieran allí. Y el lugar donde se reunían los ancianos era el sitio ideal para las transacciones comerciales o la aplicación de justicia que les atañía a ellos.

Joel f. Drinkard (h)

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