Significado de CRETA Según La Biblia | Concepto y Definición

CRETA Significado Bíblico

¿Qué Es CRETA En La Biblia?

Isla montañosa larga y estrecha ubicada al sur de la Grecia continental. Mide 270 km (170 millas) de este a oeste pero el ancho nunca se extiende más de unos 60 km (35 millas). Creta era el centro del imperio marítimo minoico que lleva su nombre en honor al legendario rey Minos, y que estaba especialmente relacionado con los famosos palacios de Knossos y Festos que florecieron desde el 2000 al 1500 a.c. Esta civilización artísticamente brillante se derrumbó en forma repentina, quizás debido a un terremoto seguido de la conquista alrededor del 1400 a.c. , pero quedaron tablillas escritas en los textos europeos más antiguos que se conocen y que incluyen el “Lineal A” indescifrado y el protogriego “Lineal B” aparentemente posterior que también se hallaron en la región continental. Los egipcios conocían a los minoicos de Creta como “Keftiu”, que probablemente equivalga a la región bíblica denominada “Caftor”, aunque el término de la Biblia tal vez corresponda a una referencia más amplia que incluye zonas costeras e islas de la región del Egeo. Los filisteos llegaron a Palestina desde Caftor (Jer 47:4; Amó 9:7) y es probable que hayan formado parte de los “pueblos del mar” migratorios en extremo más que de los cretenses propiamente dichos.
En la época griega clásica, Creta tenía muchas ciudades estado, pero éstas desempeñaron un papel menor en la historia griega dominante. Antes de la ocupación romana en el 67 a.c. , se había convertido en un centro de piratería. Bajo el gobierno romano pasó a formar parte de una provincia doble, Creta y Cirene, bajo el mando de un gobernador que llevaba el título de “procónsul” y regía sobre la isla y la costa opuesta del norte de África desde la capital romana llamada Gortina. Esta ciudad ya había estado entre los lugares a los cuales los romanos habían apelado un siglo antes pidiendo trato justo para las minorías judías (1Ma 15:23). Los cretenses se mencionan entre los presentes en Jerusalén el día de Pentecostés (Hch 2:11), y es probable que el evangelio haya llegado por primera vez a la isla por intermedio de ellos.
Pablo hizo el viaje a Roma como prisionero en un barco romano que transportaba granos. El trayecto recorría la ruta al sur de Creta, y esto proporcionaba protección parcial frente a los vientos del noroeste y evitaba el peligro de la costa de sotavento sobre la ribera norte, aunque incluía la necesidad de luchar contra vientos intensamente adversos. El viaje ya había sido muy lento y peligroso durante la estación veraniega de navegación. El barco viró en Salamina, el cabo oriental de Creta, y llegó dificultosamente hasta Buenos Puertos, un ancladero pequeño cerca de la ciudad de Lasea (Hch 27:8). En ese lugar, el concilio de emergencia convocado por el centurión y el capitán del barco desechó el consejo de Pablo y realizó un intento riesgoso para llegar a Fenice, un puerto común de mantenimiento de los barcos graneros ubicado a unos 65 km (40 millas) más al oeste. El viento suave del sur dio lugar a otra corriente violenta del noreste (Euroclidón, Hch 27:14) cuando salieron de la zona protegida por el cabo Matala (Loukinos) hacia una bahía abierta, y el barco quedó a la deriva; solamente pudo realizar algunas tareas de emergencia yendo a sotavento frente a la isla de Clauda para luego naufragar frente a Malta.
La única referencia a Creta aparte de esta en el NT está en la epístola a Tito, a quien Pablo había dejado en ese lugar para que ejerciera una supervisión pastoral en las iglesias de la zona (Tit 1:5). El carácter de los nativos se describe en una cita de un profeta perteneciente a ellos: “Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos” (Tit 1:12). Estas palabras se le atribuyen al veedor cretense Epiménides, a quien también se le imputa haber aconsejado a los atenienses levantar altares a los dioses desconocidos (comp. Hch 17:23).
Es difícil saber cuándo Pablo (o Tito) visitó Creta aparte del viaje que hizo como prisionero. Es difícil ubicar las ocasiones en que se escribieron las Epístolas Pastorales (a Timoteo y Tito) durante la vida de Pablo tal como se registra en Hechos. La respuesta más satisfactoria para esta dificultad pareciera ser que Pablo fue liberado de su encarcelamiento de dos años en Roma (Hch 28:30) y que realizó otros viajes en el Oriente que solo se pueden esbozar en estas epístolas. Es probable que en este último período de su vida haya concentrado su tarea en establecer y fortalecer las iglesias a lo largo de la Grecia oriental. Ver Caftor.

Colin J. Hemer

CRETENSES
Habitantes de Creta.

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