Significado de IMPUTAR, IMPUTACIÓN Según La Biblia | Concepto y Definición

IMPUTAR, IMPUTACIÓN Significado Bíblico

¿Qué Es IMPUTAR, IMPUTACIÓN En La Biblia?

Colocar algo a la cuenta de alguien o atribuirlo a otra persona. A Abraham, por haber creído, Dios se lo reconoció por justicia (Gén 15:6). Esto significa que Dios le atribuyó a Abraham aquello que no tenía en sí mismo (Rom 4:3-5). Esto no significa que Dios aceptó la fe de Abraham en lugar de la justicia como logro merecedor de la justificación. Significa que Dios aceptó a Abraham porque había confiado en Él en vez de confiar en algo que él mismo pudiera haber hecho.
Asimismo, a partir del Sal 32:1-3, Pablo declaró que solo Dios puede perdonar pecados. Quienes han sido perdonados no son considerados impíos porque el Señor no les imputa la iniquidad que poseen. En cambio, se los considera o se les atribuye ser hijos de Dios (Rom 4:7-8; Rom 4:11; Rom 4:23-24).
La imputación de la justicia descansa en la esencia de la doctrina bíblica de la salvación. Esta justicia se ve en Cristo, quien compró la redención. Dios garantiza justicia a quienes tienen fe en Cristo (Rom 1:17; Rom 3:21-26; Rom 10:3; 2Co 5:21; Flp 3:9). Esta justicia imputada o atribuida a los creyentes es, en sentido estricto, una justicia ajena. No es la propia justicia del creyente sino la justicia de Dios imputada al creyente. De manera que, como lo expresó Lutero, los creyentes son simultáneamente justos y pecadores.
En la Escritura no solo se enseña la imputación de la justicia de Dios al creyente sino que la Biblia, en cierto sentido, implica que el pecado de Adán le fue imputado a la humanidad (Rom 5:12-21; 1Co 15:21-22). De igual manera se enseña que los pecados de la humanidad le fueron imputados a Jesucristo (2Co 5:21), aunque la naturaleza exacta de dicha imputación divina sea un misterio. El asunto ha sido debatido con intensidad en la historia de la iglesia desde la época de San Agustín (354–440 d.C.). De todas maneras, a fin de mantener un testimonio bíblico consecuente, debe sostenerse que en Adán Dios juzgó culpable a toda la raza humana. Sin embargo, la humanidad no solo ha sido declarada culpable; cada ser humano llevó a cabo su propia culpa. Lo más importante es que para el pecador es imposible ser justo a los ojos de Dios fuera del don de la justicia garantizado por gracia divina en Cristo por medio de la fe.

David S. Dockery

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