PERDÓN Significado Bíblico
¿Qué Es PERDÓN En La Biblia?
Término que indica la disculpa por una ofensa o falta; la condonación del pago de una deuda.
Terminología
Los dos términos principales para perdón en hebreo son nasa’, “quitar (el pecado)” y salach, “perdonar”. En este último caso Dios siempre es el sujeto de la acción. La LXX extiende el vocabulario del perdón en el AT a 20 términos. El NT expresa perdón mediante un grupo selecto de palabras, especialmente aphiemi.
Antiguo Testamento
En los comienzos del pueblo de Israel, a Dios se lo caracteriza como un Dios que perdona pero que a la vez hace responsable al culpable (Éxo 34:7, comp. con Neh 9:17). Él es la fuente del perdón para Israel en el Sinaí (Éxo 32:32; Éxo 34:9). Provee perdón por el pecado mediante el sistema de sacrificios (Lev 4:20; Lev 4:26; Lev 4:28; Lev 4:31; Lev 5:10; Lev 5:13; Lev 5:16; Lev 5:18; Lev 6:7; Lev 19:22). En su oración de dedicación del templo, Salomón confía en que Dios perdonará al arrepentido. Utiliza la fórmula “Oye, pues, […] y perdonarás”, y establece la soberanía y la voluntad de Dios para perdonar. El perdón de Dios está dirigido inicialmente al pueblo de Su pacto para sustentar ese pacto a través de ellos. No obstante, los que no pertenecen a Su pueblo también pueden convertirse en objeto del perdón misericordioso de Dios (1Re 8:41-43; comp. 2Cr 6:32-33). Tanto en el relato de 1 Reyes como en el de 2 Crónicas, el perdón está ligado al entorno del culto. De esa manera, el perdón es el vehículo por el cual Dios reasigna las bendiciones de Su pacto de gracia.
Los profetas le ofrecen a Israel este mismo pacto de gracia si el pueblo se arrepiente de su arrogancia en cuanto a la gracia y la elección divina. Las injusticias sociales que surgen con frecuencia son resultado de la indiferencia de Israel hacia el pacto de Dios, y son el blanco de Su ira divina (Amó 2:6). Antes de poder acceder al perdón, Israel debe arrepentirse de los pecados que profanan el pacto (y la tierra), tales como idolatría, derramamiento de sangre y pecados sexuales.
Los Salmos revelan que el Dios de Israel es Dios de la Torá. No permite que el culpable quede sin castigo, pero también es un Dios perdonador. En particular, el salmista se da cuenta de que Dios es la única fuente de perdón (Sal 19:12; Sal 25:11; Sal 32:5; Sal 65:3; Sal 78:38). Esta confianza en Dios lo lleva a cantar himnos de alabanza al Señor (Sal 136:1-26).
Nuevo Testamento
El perdón es una idea fundamental en la teología del NT. El bautismo de Juan era para arrepentimiento y perdón de pecados (Mar 1:4; Luc 1:76-77). La idea aparece en la confesión sobre el destino del niño Jesús (Mat 1:21; Heb 10:11-12; Lev 16:1-34; Lev 17:11). Jesús pone mucho énfasis en el perdón horizontal (de persona a persona). En Mat 18:21-35, la parábola del esclavo que no quiso perdonar se describe en el marco de la exigencia divina de perdonar. En el modelo de oración de Jesús, el perdón que recibe la persona depende del perdón que es capaz de dar a quienes lo ofenden. Jesús distingue Su ministerio como uno en que el perdón se le otorga a los pecadores por medio de Su sangre (Mat 26:28).
Solo en pocas ocasiones Pablo habla sobre el perdón usando la terminología mencionada anteriormente. Prefiere exponer el concepto bajo la idea de justicia. No obstante, define el perdón como la condición fundamental para la comunión cristiana (2Co 2:7-10). Se refiere a la redención como “el perdón de pecados” (Col 1:14). Debido a que los cristianos han sido redimidos, están obligados a perdonar como ellos fueron perdonados (Col 3:13).
¿Perdón garantizado?
La idea de que la tarea de Dios es perdonar y consecuentemente el perdón está asegurado para todo aquel que lo pida, sin importar la intención, carece de base bíblica. Dios estableció el sistema de sacrificios para disolución de la impureza ritual y perdón de la impureza espiritual. Sin embargo, para “el que peque deliberadamente” no hay perdón de pecados por medio del sacrificio (Núm 15:30-36 NVI). La ilustración que se usa en Números es un joven que quebranta el día de reposo. Su juicio se aplica al instante. Este pecado desafiante se trata de manera diferente en otros casos (Jos 7:1-26; 1Sa 12:1-25, comp. Sal 51:1-19), de modo que sería desacertado decir que no hay perdón. Pero existe un grave riesgo de juicio inmediato e irrevocable.
El NT también habla de un pecado que no será perdonado (Mar 3:29; Luc 12:10). Posiblemente, el pecado de calificar indignamente como demoníaco al espíritu de Jesús, a quien Él identifica como el Espíritu Santo, revela el deseo de envilecer a Dios y negarle soberanía.
Jeff Mooney
