Significado de PILATO, PONCIO Según La Biblia | Concepto y Definición

PILATO, PONCIO Significado Bíblico

¿Qué Es PILATO, PONCIO En La Biblia?

Gobernador romano de Judea recordado en la historia como un antisemita de mala reputación, y en los credos cristianos como el magistrado bajo cuyo poder padeció Jesucristo (1Ti 6:13). El NT lo llama “gobernador”, en tanto que otras fuentes lo llaman “procurador” o “prefecto” (inscripción hallada en Cesarea en 1961). Pilato llegó al poder alrededor del 26 d.C., cerca de la época en que dos de sus contemporáneos, Sejano en Roma y Flaco en Egipto, trataban de imponer políticas aparentemente orientadas a la destrucción del pueblo judío. Las políticas de Pilato fueron parecidas. Su gobierno consistía en continuas provocaciones a las susceptibilidades judías. Superó todos los precedentes al llevar a Jerusalén insignias militares que portaban la imagen del César, desafiando de manera flagrante la ley judía. Recién las quitó cuando los judíos se ofrecieron a morir a manos de sus soldados en lugar de consentir semejante blasfemia. Sofocó brutalmente las protestas poniendo soldados armados disfrazados de civiles entre las multitudes judías. Con semejante telón de fondo no es difícil entender la referencia en Luc 13:1 a “los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos”. Quedó destituido de su cargo como resultado de un atentado similar en contra de adoradores samaritanos que se habían reunido en el Monte Gerizim, el monte santo de ellos, para contemplar ciertos utensilios sagrados que creían Moisés había enterrado en ese lugar. Cuando los samaritanos se quejaron frente a Vitelio, el gobernador de Siria, a Pilato se le ordenó ir a Roma para rendirle cuentas de sus acciones al emperador, y no se lo vuelve a mencionar en fuentes contemporáneas confiables.
En vista de sus antecedentes, es sorprendente que Pilato se haya dejado presionar por un grupo de autoridades religiosas judías para permitir que ejecutaran a Jesús. Una posible explicación es que ya sentía que su posición en el imperio estaba en peligro (observar la amenaza implícita en Jua 19:12). Da la impresión de que Pilato no sentía inclinación personal para condenar a muerte a Jesús, y los escritores del NT deseaban mostrarlo (Luc 23:4; Luc 23:14; Luc 23:22; Jua 18:38; Jua 19:4; Jua 19:6; comp. Mat 27:19). Los escritores bíblicos procuraban demostrar que Jesús era inocente desde el punto de vista de la ley romana y que, por lo tanto, el cristianismo de aquella época no constituía una amenaza al orden político y social de Roma. El que hayan llevado a Jesús ante Pilato probablemente signifique que no había sido formalmente juzgado y condenado por el Sanedrín o por el consejo judío gobernante (si lo hubieran juzgado, tal vez lo habrían apedreado como lo hicieron con Esteban, o con Jacobo el justo en el 62 d.C.). En cambio, un grupo relativamente chico de sacerdotes de Jerusalén, incluyendo al sumo sacerdote, quiso impedir cualquier clase de movimiento mesiánico de parte de la gente debido a la represión que provocaría por parte de los romanos (Jua 11:47-50; Jua 11:53). Ellos entonces manipularon a Pilato para que hiciera el trabajo por ellos (comp. Luc 23:2). En todos los Evangelios se lo describe al interrogar a Jesús, en especial acerca del tema de Su reino, pero no quedó convencido de que Jesús de algún modo reclamara seriamente el poder político judío o el romano. Ver Cruz, crucifixión.

J. Ramsey Michaels

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