Significado de RUT, LIBRO DE Según La Biblia | Concepto y Definición

RUT, LIBRO DE Significado Bíblico

¿Qué Es RUT, LIBRO DE En La Biblia?

Libro del AT cuyo personaje principal es una mujer moabita llamada Rut, antepasado de David y de Jesús. Dada la naturaleza del judaísmo más tardío que denigraba a la mujer y desdeñaba a los extranjeros, es sorprendente que un libro bíblico haya sido titulado con el nombre de una mujer moabita. Es más impactante aun dado que Rut no es tan importante como Booz y Noemí, y que la relevancia del libro está relacionada directamente con el personaje masculino, tal como lo demuestra la genealogía final.
En el canon litúrgico representado por el Códice de Leningrado, el libro de Rut es el primero de los cinco Megillot (rollos leídos en las fiestas judías) y está inmediatamente después de Proverbios. Este ordenamiento quizás se deba a que los responsables de determinarlo vieron a Rut como el ejemplo supremo de una mujer virtuosa, tal como se describe en Pro 31:1-31, conclusión reafirmada por la caracterización que Booz hace de ella: una eseth hayil (“mujer virtuosa”, Rut 3:11), el mismo epíteto que se registra en Pro 31:10 (encabezamiento de la descripción acróstica de la mujer virtuosa en Pro 31:10-31). En las Biblias en español, el libro se ubica conforme a la disposición de la Septuaginta debido al interés por ordenar los acontecimientos descritos allí de manera histórica y cronológica. En otra tradición judía, Rut precede a los Salmos, lo cual reconoce su importancia como testimonio del rol de David en la historia de Israel.
Luego de leer el libro de Jueces, que presenta una imagen oscura y deprimente de Israel, el lector siente alivio al encontrar la historia de Rut. Mientras Israel vivía en grave decadencia moral y espiritual, Belén representaba un oasis de lealtad al pacto en un escenario que, de otra manera, habría sido totalmente árido. Muchos han reconocido el libro de Rut como una obra maestra de la literatura, un relato encantador con un argumento clásico que comienza con una crisis (la hambruna y la muerte amenazan la existencia de la familia), continúa con una complicación (la introducción de un candidato principal pero menos deseable para resolver la crisis) y finaliza con una resolución (el candidato deseable rescata a la familia). Con gran habilidad, el narrador permite que los lectores entren en la mente de los personajes (Noemí, Rut y Booz sucesivamente), y los invita a identificarse con sus angustias y alegrías personales para finalmente celebrar la transición de un estado de vacío y frustración a otro de satisfacción y gozo. Durante el curso de la narración, cada uno de los personajes principales demuestra ser una persona de valentía extraordinaria y amor comprometido (chesed, “benevolencia, fidelidad, lealtad”, es la palabra clave del libro: Rut 1:8; Rut 2:20; Rut 3:10). Son personas cuyo compromiso espiritual queda claramente demostrado en sus vidas piadosas.
A pesar de lo admirables y psicológicamente fascinantes que puedan ser los personajes, Rut no es ante todo un relato sobre personalidades humanas interesantes. El objetivo del libro es una declaración gloriosa de la providencia de Dios. A pesar de que solo en dos oportunidades (Rut 1:6; Rut 4:13) el narrador atribuye los sucesos a la acción directa de Dios, los personajes humanos expresan repetidamente su fe en Él a través de declaraciones acusatorias (Rut 1:13; Rut 1:20-21), pero en especial mediante las bendiciones que se expresan unos a otros y las súplicas por el favor divino (Rut 1:8-9; Rut 2:4; Rut 2:12; Rut 2:19-20; Rut 3:10; Rut 4:11-12; Rut 4:14-15). La mano de Dios es evidente para todos aquellos que leen el libro con los ojos de la fe:
(1) en los fenómenos meteorológicos aparentemente naturales (la hambruna, según las maldiciones del pacto de Lev 26:19-20 y Deu 28:23-24, debe ser interpretada como un hecho divino. Cuando hay pan en Belén, la gente lo atribuye a Dios);
(2) en los sucesos aparentemente azarosos (la llegada de Rut al campo de un hombre que “por casualidad” resultó ser amable y también pariente). La frase clave en Rut 2:3 se traduce literalmente “encontró la oportunidad por casualidad”; hoy diríamos que ella llegó al campo de Booz por “un golpe de suerte”;
(3) los frágiles y osados ardides humanos (el plan éticamente cuestionable de Noemí en Rut 3:1-7);
(4) los procesos legales del tribunal de justicia (cuando se dispone de la propiedad de Elimelec en Rut 4:1-10);
(5) los hechos biológicos naturales (una mujer estéril durante diez años de matrimonio queda inmediatamente embarazada de Booz, Rut 4:13). El resultado en cada uno de estos casos pudo haber sido diferente o, quizás, debería haberlo sido desde una perspectiva natural. Pero la mano de Dios supervisa todo; por lo tanto, las necesidades humanas son finalmente satisfechas y, más importante aun, Sus propósitos se llevan a cabo.
¿Cuáles son esos propósitos? A pesar de que muchos desechan la genealogía de Rut 4:18-22 por considerarla secundaria y virtualmente irrelevante, estos versículos son la clave del libro. Desde el punto de vista del autor, estos hechos tienen relevancia principalmente por el lugar crucial que ocupan en la historia de la familia de David. Una de las preguntas que responde el libro es: “¿Cómo puede David, el hombre conforme al corazón de Dios, surgir del oscuro y amoral período de los jueces (comp. Rut 1:1)?” La respuesta es: “Debido a la mano providencial de Dios sobre esta familia en Belén”. Al igual que las genealogías de Gén 5:1-32 y Gén 11:1-32, esta consta de diez nombres en relación lineal de parentesco. Y al igual que en esas genealogías, se da un momento crítico en la séptima generación (Booz es comparado con Enoc, que caminó con Dios, Gén 5:21-24, y con Peleg, en cuyo tiempo se repartió la tierra, Gén 11:16-17 y Gén 10:25).
El tema principal de Rut es David. Con esta historia, el autor no solo declara que Dios puso Sus ojos en David desde el principio sino también que este era un candidato sin probabilidades de ocupar el puesto más significativo en la historia de Israel, el de rey divinamente ungido. Por sus venas corría sangre moabita (de ahí la importancia de que se mencione ocho veces que Rut era moabita), pueblo despreciado por Israel debido a su origen incestuoso (Gén 1:30-31), a la hostilidad demostrada hacia ellos cuando salieron de Egipto (Núm 22:1-41; Núm 23:1-30; Núm 24:1-25; comp. Deu 23:3-6) y a la seducción que ejercían sobre el pueblo escogido de Dios al instarlo a cometer adulterio físico y espiritual (Núm 25:1-9). Todo lector alerta percibirá la ironía: en una época cuando los israelitas se comportaban más como cananeos que como pueblo de Yahvéh (el período de los jueces), una moabita despreciada da el ejemplo de bondad y lealtad según un pacto (ver el testimonio de Booz con referencia a Rut en Rut 3:10-11).
Pero finalmente el libro de Rut trata sobre el Mesías. A pesar de que el autor podría no haber reconocido el significado pleno de estos acontecimientos, cuando Mateo comienza su Evangelio con una extensa genealogía de Jesús el Mesías, el Hijo de David y Abraham, aparecen los nombres de Booz y Rut (Mat 1:5). Otras tres mujeres de esta genealogía (Tamar, v. Mat 1:3; Rahab, v. Mat 1:5; Betsabé, v. Mat 1:6) también son personajes mancillados. La importancia teológica de esas mujeres en esta lista de hombres es obvia: Jesús el Mesías representa a todos los pueblos de la tierra, y si Dios acepta a gentiles como Rut y los incorpora a Su plan de salvación, hay esperanza para todos (comp. Mat 28:18-20). A través de Booz y de Rut no solo se rescató a una familia amenazada de extinción sino que, a través de ellos, Dios preparó el camino para David y, finalmente, para el más grande hijo de David: Jesús el Mesías.
A pesar de que dentro de la literatura el libro de Rut por lo general se clasifica como un relato, también es provechoso interpretarlo como un drama en cuatro actos que podría bosquejarse de la siguiente manera:
Tema
La preservación de la familia real de Israel.
Bosquejo
Acto I: La crisis de la familia (Rut 1:1-21)
1. El escenario de la crisis (Rut 1:1-2)
2. La naturaleza de la crisis (Rut 1:3-5)
3. La respuesta a la crisis (Rut 1:6-18)
4. La interpretación de la crisis (Rut 1:19-21)
Acto II: El rayo de esperanza para la familia (Rut 1:22; Rut 2:1-23)
1. El nuevo escenario (Rut 1:22; Rut 2:1)
2. La iniciativa de Rut (Rut 2:2-3)
3. La gracia de Booz (Rut 2:4-16)
4. Los resultados (Rut 2:17-23)
Acto III: La complicación para la familia (Rut 3:1-18)
1. El plan de Noemí (Rut 3:1-5)
2. La ejecución del plan (Rut 3:6-15)
3. Los resultados del plan (Rut 3:16-18)
Acto IV: El rescate de la familia (Rut 4:1-17)
1. La resolución legal (Rut 4:1-12)
2. La resolución genealógica (Rut 4:13-17)
Epílogo: La genealogía real (Rut 4:18-22)

Daniel I. Block

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí