Significado de SALUDO, SALUTACIÓN Según La Biblia | Concepto y Definición

SALUDO, SALUTACIÓN Significado Bíblico

¿Qué Es SALUDO, SALUTACIÓN En La Biblia?

Salutación en un encuentro; expresión de buenos deseos en el encabezado (en los tiempos helenistas también en el cierre) de una carta.
Entre los pueblos semitas, el saludo usual era y es “paz”: “Sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes” (1Sa 25:5-6; comp. Luc 10:5). La forma usual de saludo en griego en un encuentro es chairein, que se traduce “salve” o “salud” (Luc 1:28; Mat 28:9). Frecuentemente se incluía un beso como parte del saludo (Gén 29:13; Rom 16:16; 1Co 16:20; 2Co 13:12; 1Ts 5:26; 1Pe 5:14). El mandamiento referente a no dejar de saludarse (2Re 4:29; Luc 10:4) subraya la importancia de esta indicación.
El saludo de apertura de las cartas de la antigüedad tenía normalmente la siguiente forma: De X (remitente) a Y (destinatario), saludo (Hch 15:23; Hch 23:26; Stg 1:1). La carta que se dirigía a un miembro de una clase social superior tenía la siguiente forma: a Y (destinatario) de X (remitente), saludo (Esd 4:17). El libro de Santiago es el único del NT que comienza con el saludo griego habitual chairein.
Pablo transformó el uso acostumbrado de chairein en oportunidad para compartir la fe al sustituirlo por “gracia (charis) y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (Rom 1:7; 1Co 1:3; 2Co 1:2; Gál 1:3; Efe 1:2; Flp 1:2; Tit 1:4). En el saludo de apertura de las cartas paulinas, los términos siempre aparecían en este orden, lo cual daba testimonio de que la paz no se puede sentir si no se ha experimentado antes la gracia de Dios.
Los saludos de las cartas helenísticas normalmente contenían una oración por la salud de los destinatarios. En 3Jn 1:2 está el mejor ejemplo del NT: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Pablo expandía ampliamente las oraciones con que comenzaba sus cartas. La mayoría se inicia con una oración de acción de gracias, generalmente por los destinatarios. Efesios comienza con una bendición en lugar de una oración de acción de gracias (1Pe 1:3-5; Apo 1:4-6). En el corpus de cartas paulinas, solo Gálatas no comienza con una oración.
Frecuentemente, las cartas helenísticas concluían con un saludo, por lo general en “tercera persona” con la forma X te saluda (a través de mí) (1Co 16:19-20; Col 4:10-14) o envía mis saludos a Y (a quien no se dirige directamente; Col 4:15). Los saludos de cierre con frecuencia incluían una oración de bendición. El más simple es “la gracia sea con vosotros” (Col 4:18; 1Ti 6:21; Tit 3:15; Heb 13:25). En otros pasajes, la bendición se amplía (Rom 16:25-27; 1Co 16:23-24; Gál 6:16; Efe 6:23-24; Flp 4:23). Algunas de las bendiciones más conocidas que se empleaban en la adoración cristiana surgen de saludos de cierre tales como: “la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (2Co 13:14); “y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad…” (Heb 13:20-21); “y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída […] al único y sabio Dios, nuestro Salvador” (Jud 1:24-25). Ver Carta: formato y propósito.

Chris Church

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