Míralos Bien Otra Vez Según La Biblia

2
Miralos bien y la Biblia
Míralos Bien Según La Biblia

Míralos Bien Otra Vez Según La Biblia

“…DE AQUÍ EN ADELANTE A NADIE CONOCEMOS SEGÚN LA CARNE…” (2 Corintios 5:16)

¿Qué quiso decir Pablo cuando escribió “…De aquí en adelante a nadie conocemos según la carne…»? Sencillamente lo siguiente: en lugar de centrarte en las faltas y los defectos de los demás creyentes intenta verlos como espíritus regenerados en cuerpos no regenerados. Han sido hechos justos en Dios por medio de Cristo (véase 2 Corintios 5:21), y por lo tanto tienen el potencial de alcanzar grandes cosas. Por supuesto que cuando se trata de entablar relaciones o amistades debes discernir bien. Las personas no apropiadas pueden herirte y las apropiadas pueden ayudarte. Pero no te corresponde a ti ir por ahí vetando a nadie basado en el conocimiento limitado que tienes de ellos. Si pudieras verlos a través de los ojos de Dios y supieras los planes de Dios para sus vidas tal vez serías menos crítico y más halagador.

En lugar de mirarlos por encima del hombro míralos como superiores. Así invertirás tiempo, amor y energía en ellos. ¿Por qué? Porque Dios cumple siempre la ley de la reciprocidad: “…El bien que cada uno haga, ése recibirá del Señor…” (Efesios 6:8). Nos damos por vencidos con las personas porque no vemos lo que Dios ve ni entendemos lo que está haciendo. Dios observa lo que Él colocó en tu interior, algo que tú no puedes ver. Y Él no ha acabado todavía con ellos, así que guárdate el juicio y la crítica. ¿Qué pensarías si Dios te hubiera desechado a causa de los errores que has cometido? En lugar de ver lo peor de la gente, busca lo mejor. Y cuando lo encuentres, nútrelo e intenta que salga a la luz. En otras palabras: dales una segunda mirada.

“MIRÁIS LAS COSAS SEGÚN LA APARIENCIA” (2 Corintios 10:7)

Pablo deja claro que hay cualidades que todavía no hemos descubierto o discernido en las personas que nos rodean. La mayoría de nuestras conclusiones se basan en información limitada y a menudo imperfecta. Dios vio cualidades en David que su propia familia no reconocía. Para ellos era simplemente un pastorcillo. De hecho, cuando apareció en el frente de batalla y se ofreció para luchar contra Goliat, su hermano mayor Eliab le pidió que se volviera a casa y que se ocupara de sus tareas. Pero unas horas más tarde David mató a Goliat y su nombre se hizo famoso en Israel. Los hermanos de José se ofendieron por el sueño que Dios le había dado y por gozar del favor de su padre. No obstante, llegó a ser primer ministro de Egipto y acabó cuidando de toda su familia durante una época de hambruna.

[lightbox full=»https://www.devocionalescristianos.org/wp-content/uploads/2016/03/Miralos-Bien-Otra-Vez-3.jpg» title=»Míralos Bien Otra Vez Según La Biblia»][/lightbox] Míralos Bien Otra Vez Según La Biblia (Imagen) Compártela en tu red social favorita.

Lo que se puede aprender de todo esto es que debemos tener cuidado con cómo tratamos a las personas que nos irritan. Aprendamos a pasar por alto las apariencias. ¿Te acuerdas de Rut, una campesina que recogía cebada y que acabó convirtiéndose en la esposa del jefe? Quizá un día alguien así te firme la nómina, así que bendícela y trátala bien. Y aprende a ver más allá de la distracción de la belleza. Acuérdate de Ester y del necio Amán, quien menospreció a la hermosa muchacha que se sentaba junto al rey. Ella sabía algo que él desconocía: tenía acceso divino a la información que salvaría a su pueblo y ocasionaría el final de Amán. Sólo fue cuestión de tiempo. Conclusión: Nunca sabes plenamente lo que sucede en la mente de los demás, así que no te apresures a desecharlos. Míralos bien otra vez.

“…EL SEÑOR NO MIRA LO QUE MIRA EL HOMBRE…” (1 Samuel 16:7)

Mira bien otra vez esa situación que no entiendes.
Imagínate a María, la madre virgen de Jesús a punto de dar a luz al Hijo de Dios, quien un día redimirá al mundo. Necesita un lugar en el que pasar la noche. Hay quien tiene la oportunidad de su vida pero, tristemente, consta en la Biblia que “no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:7). La oportunidad llama a la puerta, pero los mesoneros están demasiado ocupados para abrir la puerta y aprovecharla.

Mira bien otra vez a esa situación apremiante. Imagínate a un chico entre la multitud siguiendo a Jesús. ¿Lo ves en un rincón? Mira otra vez. La cesta de su almuerzo contiene cinco panecillos y dos peces, lo justo para dar de comer a una persona. Andrés le pregunta a Jesús: “¿Qué es esto para tantos?” (Juan 6:9). Aun así, el Señor lo bendice y eso fue más que suficiente para dar de comer a cinco mil personas. Como dice la canción “Si tuvieras fe como un grano de mostaza…”.

Mira otra vez al enemigo que parece inmutable. Saulo de Tarso te está atacando. ¿Por qué? Porque todavía no ha llegado a tener ese encuentro con Jesús en el camino a Damasco que le cambiará la vida. Todavía no le ha revelado Dios lo que a ti sí y se apasiona por las causas equivocadas. No contrataques y tampoco lo des por caso perdido. Dios está a punto de hacer cosas grandes por él y a través de él. La gente pocas veces es como parece a priori y con el tiempo casi todos cambian. Cuando Dios empieza a obrar en la vida de tus conocidos, estos pueden dar un giro de 180 grados, a veces hasta de forma inmediata.

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí