Estudio Bíblico | Explicación de 2 Crónicas 33:21 | Comentario Bíblico Online
Respecto a Amón, hijo y sucesor de Manasés, se nos dice:
I. Su gran perversidad. Hizo lo malo … como había hecho Manasés en sus primeros años de apostasía (v. 2Cr 33:22). Al arrojar las imágenes, Manasés no las destruyó como lo mandaba la ley que requería a Israel prender fuego a los ídolos (Deu 7:5). Este caso nos muestra cuán necesaria era la observancia de dicha ley, pues, al haber sido echadas fuera las imágenes, pero no quemadas, Amón sabía dónde hallarlas y pronto las erigió y les ofreció sacrificios. Se añade que aumentó el pecado, y nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre (v. 2Cr 33:23). Cayó como él, pero no se levantó como él. No es tanto el pecado como la impenitencia en el pecado lo que arruina a los hombres. Dice un proverbio: «Santos son, no los que nunca han caído, sino los que siempre se han levantado».
II. Su rápida destrucción. Reinó sólo dos años, al cabo de los cuales conspiraron contra él sus siervos y lo mataron en su casa (v. 2Cr 33:24).