Significado de SACERDOCIO DEL CREYENTE Según La Biblia | Concepto y Definición

SACERDOCIO DEL CREYENTE Significado Bíblico

¿Qué Es SACERDOCIO DEL CREYENTE En La Biblia?

La posición del cristiano al tener acceso directo a Dios por medio de Jesucristo, y de la iglesia al ser una comunión de sacerdotes que sirven juntos bajo el señorío de Cristo.
El concepto de sacerdocio es fundamental tanto en el AT como en el NT, y tiene su cumplimiento en Cristo como mediador y gran sumo sacerdote. El fundamento del ministerio sacerdotal se encuentra en el AT, donde se le asignaba al linaje de descendientes de Aarón y a la tribu de Leví (Éxo 40:13, Núm 1:47-54). De acuerdo al modelo del AT, el sacerdote cumplía una función representativa al entrar al lugar santísimo el Día de Expiación y realizar una ofrenda expiatoria a favor del pueblo.
Este rol representativo fue cumplido por Cristo cuyas funciones como profeta, sacerdote y rey describen Su obra cumplida y continua. Como mediador, Jesús cumplió con el rol representativo al cual señalaba el sacerdocio aarónico. La carta a los Hebreos explica este cumplimiento al describir a Jesucristo como el “gran sumo sacerdote” quien, luego de haber cumplido Su obra mediadora de expiación sustitutoria, ahora ha traspasado los cielos (Heb 4:14).
La muerte de Cristo en la cruz se describe como una acción sacerdotal que pagó de una vez y para siempre la deuda de nuestro pecado. Como sacerdote, Cristo no llevó la sangre de un animal representativo al lugar santísimo sino que Él mismo entró en “el más amplio y más perfecto tabernáculo” y derramó Su sangre para obtener “eterna redención” (Heb 9:11-12).
Ahora que Cristo ha cumplido con el rol representativo del sacerdocio, y puesto que Él es el único mediador entre Dios y los hombres (1Ti 2:5), no hay más necesidad de un sacerdote humano ni de alguien que cumpla esa función para representar a otros seres humanos delante de Dios.
Como pueblo de Dios, la iglesia es ahora un “real sacerdocio” (1Pe 2:9) que ministra en conjunto en el nombre de Cristo. Aunque no nos representamos unos a otros delante del Padre, los creyentes hemos sido convocados a orar los unos por los otros, a animarnos mutuamente a las buenas obras y a llamarnos a la santidad.
En el corazón de la doctrina del sacerdocio del creyente está el concepto de la iglesia reunida o del congregacionalismo. Cada iglesia está compuesta por creyentes que han sido redimidos por Jesucristo y que ahora sirven conjuntamente como sacerdotes. En su sentido más puro, esta doctrina se refiere a creyentes reunidos bajo el señorío de Cristo y no a creyentes individuales que permanecen aislados. Sin embargo, la doctrina afirma correctamente que no necesitamos un sacerdote humano que se coloque entre nosotros y Dios. En Su condición de mediador, solo Jesucristo cumple esta función.
Una ilustración gráfica se observó cuando el gran velo del templo que separaba el lugar santísimo del resto del templo se partió de arriba abajo. Del mismo modo, el apóstol Pablo describe la expiación de Cristo como la ruptura de las barreras que han separado y segregado a las personas en el templo según la raza y el sexo (Efe 2:14-16).
Como sacerdotes, los creyentes deben ofrecer “sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1Pe 2:5). Dichos sacrificios remplazan cualquier noción de servicios sacramentales o representativos. Así pues, la doctrina del sacerdocio del creyente afirma el derecho de todo creyente a tener comunión con Dios por medio de Cristo, y la obligación de ser miembro activo de una congregación donde ejerza el discipulado cristiano dentro de la comunión de otros creyentes-sacerdotes.

R. Albert Mohler (h)

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