Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

versiculos-biblicos-claves-de-la-biblia-cuadro

66 Versículos Bíblicos Claves Para Cada Libro de la Biblia: Cuadro...

0
Versículos Importantes De Todos Los Libros de La Biblia: Desde Génesis a Apocalipsis (Tabla Informativa) Antes de presentarte el cuadro, dejame contarte una historia: Hace...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Mateo 27 - Biblia Castilian 2003

Jesús ante Pilato

1. Llegada la ma ana, todos los pont fices y los ancianos del pueblo, en consejo contra Jesús, tomaron el acuerdo de hacerle morir;

2. lo ataron y lo llevaron y entregaron al procurador Pilato.

Muerte de Judas

3. Entonces, Judas, el que lo hab a entregado, al ver que lo hab an condenado, asaltado por los remordimientos, devolvió a los pont fices y a los ancianos las treinta monedas de plata,

4. diciendo: "He pecado entregando sangre inocente". Pero ellos contestaron: "Y a nosotros, ¿qué? ¡Allá tú!".

5. Entonces él arrojó las monedas de plata contra el templo, se marchó y se ahorcó.

6. Los pont fices recogieron las monedas de plata y dijeron: "No se deben echar en el tesoro del templo, porque son precio de sangre".

7. Y, tras acordarlo en consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, para cementerio de extranjeros.

8. Por eso aquel campo se llamó, y se llama hasta hoy, Campo de Sangre.

9. Se cumpl a as lo que anunció el profeta Jerem as cuando dijo: Y tomaron las treinta monedas de plata, precio en que fue tasado aquel a quien tasaron los hijos de Israel,

10. y las dieron por el campo del alfarero, tal como me lo ordenó el Se or.

Pilato interroga a Jesús

11. Jesús, pues, compareció ante el procurador, y el procurador lo interrogó diciendo: "¿Eres tú el rey de los jud os?". Jesús respondió: "Tú lo dices".

12. Pero a las acusaciones de los pont fices y los ancianos, él nada respond a.

13. Entonces le dice Pilato: "¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?".

14. Pero él no contestó ni una sola palabra a nada, de forma que el procurador estaba muy extra ado.

Jesús sentenciado a muerte

15. En la Fiesta, el procurador sol a conceder al pueblo la libertad de un preso, el que ellos quisieran.

16. Ten an entonces un preso famoso, llamado Barrabás.

17. Cuando ya estaban reunidos, les preguntó Pilato: "¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, el llamado Cristo?".

18. Pues bien sab a él que se lo hab an entregado por envidia.

19. Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le envió un recado: "No te metas con ese justo; que hoy, en sue os, he sufrido mucho por su causa".

20. Los pont fices y los ancianos persuadieron a las turbas para que reclamaran a Barrabás y se diera muerte a Jesús.

21. Tomó la palabra el procurador y les preguntó: "¿A cuál de los dos queréis que os suelte?". Ellos respondieron: "A Barrabás".

22. Pilato les dice: "¿Pues qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?". Responden todos: "¡Que sea crucificado!".

23. Él insist a: "Pero, ¿qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: "¡Que sea crucificado!".

24. Viendo Pilato que todo era inútil y que, además, se originaba un tumulto, mandó traer agua y se lavó las manos ante el pueblo diciendo: "Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!".

25. Y todo el pueblo respondió: "¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!".

26. Entonces les soltó a Barrabás y, después de mandar azotar a Jesús, se lo entregó para que lo crucificaran.

27. Entonces los soldados del procurador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron en torno a él a toda la cohorte.

28. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de color púrpura.

29. Luego, le pusieron en la cabeza una corona que hab an entretejido con espinas, y en la mano derecha una ca a. Y doblando ante él la rodilla, se burlaban, diciendo: "¡Salve, rey de los jud os!".

30. Y escupiéndole encima, le quitaron la ca a y le golpeaban con ella en la cabeza.

31. Cuando acabaron las burlas, le quitaron el manto, le pusieron sus propios vestidos y se lo llevaron a crucificarlo.

Crucifixión y muerte de Jesús

32. Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, que se llamaba Simón, a quien obligaron a llevarle la cruz.

33. Cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, es decir, "Lugar de la calavera",

34. le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no lo quiso beber.

35. Después de crucificarlo, se repartieron sus vestidos echando suertes;

36. y, sentados, lo custodiaban all.

37. Encima de su cabeza pusieron escrita la causa de su condena: ÉSTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.

38. Al mismo tiempo fueron crucificados con él dos ladrones: uno a la derecha y otro a la izquierda.

39. Los que pasaban por all lo insultaban, moviendo la cabeza

40. y diciendo: "Tú, que destruyes el templo y en tres d as lo reconstruyes: si eres Hijo de Dios sálvate a ti mismo y baja de la cruz".

41. Igualmente, también los pont fices se burlaban de él, junto con los escribas y los ancianos, diciendo:

42. "Ha salvado a otros y no puede salvarse a s mismo. Es rey de Israel: que baje ahora mismo de la cruz, y creeremos en él.

43. Tiene puesta su confianza en Dios: que Dios lo libere ahora, si tanto le ama, puesto que dijo: "Soy Hijo de Dios"".

44. Hasta los ladrones que hab an sido crucificados con él lo insultaban.

45. Desde la hora sexta hasta la hora nona toda aquella tierra quedó sumida en tinieblas.

46. Hacia la hora nona, exclamó Jesús con voz potente: " El, El, lemá sabactani? ". Esto es: "¡Dios m o, Dios m o!, ¿por qué me has desamparado?".

47. Al o rlo, algunos de los que estaban all dec an: "Éste está llamando a El as".

48. Uno de ellos corrió en seguida a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en la punta de una ca a, le daba de beber.

49. Pero los demás dijeron: "¡Déjalo! Vamos a ver si viene El as a salvarlo".

50. Entonces Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el esp ritu.

51. Y al momento, el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló y las rocas se hendieron;

52. los sepulcros se abrieron, muchos cuerpos de los santos ya muertos resucitaron

53. y saliendo de los sepulcros después que él resucitó, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos.

54. Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y dec an: "Realmente, éste era Hijo de Dios".

55. Hab a también all muchas mujeres que miraban desde lejos, las cuales hab an seguido a Jesús desde Galilea para servirle.

56. Entre ellas estaba Mar a Magdalena, Mar a la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

Jesús es sepultado

57. Llegada la tarde, vino un hombre rico, de Arimatea, llamado José, que también se hab a hecho disc pulo de Jesús.

58. Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato mandó que se lo entregaran.

59. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia

60. y lo puso en un sepulcro nuevo, de su propiedad, que hab a excavado en la roca. Hizo rodar después una gran piedra hasta la puerta del sepulcro y se fue.

61. Pero Mar a Magdalena y la otra Mar a estaban all sentadas frente al sepulcro.

La guardia ante la tumba

62. Al d a siguiente, el que viene después de la parasceve, se reunieron los pont fices y los fariseos ante Pilato

63. y le dijeron: "Se or, nos hemos acordado de que aquel impostor, cuando todav a viv a, dijo: "A los tres d as resucitaré".

64. Manda, pues, que el sepulcro quede bien asegurado hasta el d a tercero, no sea que vayan los disc pulos a robarlo y luego digan al pueblo: "Ha resucitado de entre los muertos"; pues este último enga o ser a peor que el primero".

65. Pilato les respondió: "Aqu tenéis la guardia; id y aseguradlo bien, como ya sabéis".

66. Ellos fueron y, después de sellar la piedra, pusieron el sepulcro bajo la custodia de la guardia.