Marcos 3 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)El hombre de la mano seca1. Y entró Jesús de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano seca. 2. Y le estaban acechando(a), si sanaría en día de sábado, para acusarle. 3. Y dijo al hombre que tenía la mano seca: "Levántate en medio". 4. Y les dice: "¿Es lícito en día de sábado hacer bien, o mal? ¿salvar la vida, o quitarla?" Mas ellos callaban. 5. Y mirándolos alrededor con indignación, condolido de la ceguedad(b) de su corazón, dice al hombre: "Extiende tu mano". Y la extendió, y le fue restablecida la mano(c). 6. Mas los fariseos saliendo de allí, entraron luego en consejo contra él con los Herodianos, buscando medios de hacerle perecer(d). La multitud a la orilla del mar7. Mas Jesús se retiró con sus discípulos hacia la mar, y le fue siguiendo una grande multitud de la Galilea y de la Judea. 8. Y de Jerusalén, y de la Idumea, y de la otra ribera del Jordán; y los de la comarca de Tiro y de Sidón en grande número vinieron a él, cuando oyeron las cosas que hacía. 9. Y mandó a sus discípulos, que le tuviesen listo un barco en que pudiese entrar, para que el tropel de la gente no le oprimiese. 10. Porque sanaba a muchos, de tal manera que todos los que padecían algún mal(e), se arrojaban sobre él(f) por tocarle. 11. Y cuando los espíritus inmundos lo veían, se postraban ante él(g), y gritando decían: 12. "Tú eres el Hijo de Dios". Mas él les amenazaba reciamente, para que no lo descubriesen. Elección de los doce apóstoles13. Y subiendo a un monte, llamó a sí a los que él quiso(h); y vinieron a él. 14. Y escogió doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar. 15. Y les dio potestad de sanar enfermedades, y de lanzar demonios. 16. Y a Simón le puso el nombre de Pedro; 17. Y a Santiago(i) de Zebedeo, y a Juan hermano de Santiago, a los cuales dio el nombre de Boanerges(j), que quiere decir, Hijos de trueno(k); 18. Y a Andrés, y a Felipe, y a Bartolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Santiago de Alfeo, y a Tadeo, y a Simón el Cananeo, 19. Y a Judas Iscariotes, que le entregó. La blasfemia contra el Espíritu Santo20. Y vinieron a la casa, y concurrió de nuevo tanta gente, que ni aun podían tomar alimento. 21. Y cuando lo oyeron los suyos(l), salieron para echarle mano; porque decían: "Se ha puesto enajenado"(m). 22. Y los escribas, que habían bajado de Jerusalén, decían: "Tiene a Beelzebub", y "en virtud del príncipe de los demonios lanza los demonios"(n). 23. Y habiéndolos convocado, les decía en parábolas: "¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? 24. Y si un reino está dividido contra sí mismo, no puede(o) durar aquel reino. 25. Y si una casa estuviere dividida contra sí misma, no puede permanecer aquella casa. 26. Y si Satanás se levantare contra sí mismo, dividido está, y no podrá durar, antes está para acabar. 27. No puede ninguno entrar en la casa del valiente(p), y robar sus alhajas, si primero no ata al valiente, para poder después saquear su casa. 28. En verdad os digo, que a los hijos de los hombres perdonados les serán todos los pecados, y las blasfemias, que profirieren. 29. Mas el que blasfemare contra el Espíritu Santo, nunca jamás tendrá perdón, sino que será reo de eterno delito(q)". 30. Por cuanto decían: "Tiene espíritu inmundo". La madre y los hermanos de Jesús31. Y llegaron su madre y sus hermanos; y quedándose de la parte de afuera, le enviaron a llamar. 32. Y estaba sentado alrededor de él un crecido número de gente, y le dijeron: "Mira(r), tu madre y tus hermanos(s) te buscan ahí fuera". 33. Y les respondió(t), diciendo: "¿Quién es mi madre, y mis hermanos?" 34. Y mirando(u) a los que estaban sentados alrededor de sí: "He aquí, les dijo, mi madre, y mis hermanos(v), 35. Porque el que hiciere la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre". |