Marcos 13 - La Biblia del Oso RV1569Jesús predice la destrucción del templo1. YSaliendo del Templo, dizele, vno de ſus Diſcipulos, Maeſtro, mira que piedras, y que edificios. 2. Y IESVS reſpondiendo dixole, Vees eſtos grandes edificios? no quedará piedra ſobre piedra que no ſea derribada. Señales antes del fin3. Y ſentandoſe en el Monte de las Oliuas delante del Templo, preguntaronle à parte Pedro, y Iacobo, y Ioan, y Andres. 4. Di nos, quando ſerán eſtas coſas? Y que ſeñal aurá quando todas las coſas han de ſer acabadas? 5. Y IESVS reſpondiendoles, començó à dezir, Mirad que nadie os engañe. 6. Porque vẽdrán muchos en mi nombre, diziendo, Yo ſoy el Chriſto : y engañarán à muchos. 7. Mas quando oyerdes de guerras, y de rumores de guerras, no os turbey: porque conuiene hazerſe an ſi. mas aũ no ſera la fin. 8. Porq̃ gente ſe leuantara contra gente, y reyno contra reyno: y aurá terremotos en cada lugar, y aura hambres, y alborotos: principios de dolores ſerán eſtos. 9. Mas voſotros mirad por voſotros: porq̃ os entregarán en cõſejos, y en ſyniogas: ſe reys açotados: y delante de preſidentes y de reyes ſereys llamados por cauſa de mi por teſtimonio à ellos. 10. Y en todas las gentes cõuiene que el Euangelio ſea predicado antes. 11. Y quando os truxeren entregãdo os, no premediteys que aueys de dezir, ni lo pẽſeys: mas loque os fuere dado en aquella hora, eßo hablad. porque no ſoys voſotros loſque hablays, ſi no el Eſpiritu Sano. 12. Y entregará à la muerte el hermano àl hermano, y el padre àl hijo: y leuantarſehán los hijos contra los padres, y matarloſhan. 13. Y ſereys aborrecidos de todos por mi nombre: MAS EL QVE PERSEVERARE HASTA LA FIN, ESTE SERA SALVO. 14. Empero quando vierdes la abominacion de aßolamiento, [que fué dicha por Daniel,] que eſtará donde no deue, el que lee, entien da, entõces loſq̃ eſtuuieren en Iudea, huygan à los montes. 15. Y elque eſtuuiere ſobre la caſa, no deciẽda à la caſa: ni entre para tomar algo de ſu caſa. 16. Y elque eſtuuiere en el campo, no torne atràs ni aun à tomar ſu capa. 17. Mas ay de las preñadas, y de las q̃ criáren en aquellos dias. 18. Orad pues que no acontezca vueſtra huyda en inuierno. [ò en Sabbado.] 19. Porq̃ ſeran aquellos dias vna aflicion, qual nũca fué deſde el principio de la Creacion de las coſas que crió Dios, haſta eſte tiẽ po, ni ſerá. 20. Y ſi el Señor no ouieße acortado aq̃llos dias, ninguna carne ſe ſaluaria. mas por cauſa de los Eſcogidos, q̃ el eſcogió, acortó aquellos dias. 21. Y entonces ſi alguno os dixere, Heaqui, aqui eſtá el Chriſto, ò heaqui, alli eſtá , no lo creays. 22. Porque ſe leuantarán falſos Chriſtos y falſos prophetas: y darán ſeñales y prodigios para engañar, ſi ſe pudieße hazer, aũ à los eſcogidos. 23. Mas voſotros mirad: heaqui os lohe dicho antes todo. La venida del Hijo del Hombre24. Empero en aquellos dias, deſpues de aquella aflicion, el Sol ſe eſcurecerá, y la Luna no dará ſu reſplandor. 25. Y las eſtrellas caeran del cielo, y las virtudes que eſtan en los cielos ſeran commouidas. 26. Y entonces verán àl Hijo del hõbre que vendrá en las nuues con mucha poteſtad y gloria. 27. Y entonces embiará ſus Angeles, y jũtará ſus Eſcogidos de los quatro vientos, deſde el vn cabo de la tierra haſta el cabo del cielo. 28. De la higuera aprended la ſemejança: Quãdo ſu rama ya ſe haze tierna, y brota hojas, conoceys q̃ el verano eſtá cerca: 29. Anſi tambien voſotros quando vierdes hazerſe eſtas coſas, conoced que eſtá cerca, à las puertas. 30. Decierto os digo que no paßarâ eſta generacion, que todas eſtas coſas no ſean hechas. 31. El cielo y la tierra paßarán, mas mis palabras nunca paßarán. 32. Empero de aquel dia y de la hora, nadie ſabe, ni aun los Angeles que eſtan en el cielo, ni el miſmo Hijo, ſi no ſolo el Padre. 33. Mirad, velad y orad: porq̃ noſabeys quando ſerá el tiempo. 34. Como el hombre que partiendoſe lexos, dexó ſu caſa, y dió à ſus ſieruos ſu hazienda, y à cada vno ſu cargo, y àl portero mandó que velaße: 35. Velad pues, porque no ſabeys quando el Señor de la caſa vendrá, à la tarde, ò à la media noche, ò àl canto del gallo, ò à la mañana. 36. Porque quãdo viniere de repente, no os halle durmiendo. 37. Y las coſas que à voſotros digo, à todos las digo, Velad. |