Versículos Bíblicos

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Marcos 2 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

Jesús sana a un paralítico

1. Algunos días después, Jesús regresó a Cafarnaún. En cuanto se supo en la ciudad que él había vuelto a casa,

2. se reunió tanta gente, que no quedaba sitio ni siquiera ante la puerta. Y Jesús les anunciaba el mensaje de salvación.

3. Le trajeron entonces, entre cuatro, un paralítico.

4. Como a causa de la multitud no podían llegar hasta Jesús, levantaron un trozo del techo por encima de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la camilla con el paralítico.

5. Jesús, viendo la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: - Hijo, tus pecados quedan perdonados.

6. Había allí también unos maestros de la Ley, que pensaban para sí mismos:

7. " ¿Qué dice éste? ¡Está blasfemando! ¡Solamente Dios puede perdonar pecados! "

8. Jesús, que al instante se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: - ¿Por qué pensáis así?

9. ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados quedan perdonados, o decirle: "Levántate, recoge tu camilla y anda? "

10. Pues voy a demostraros que el Hijo del hombre tiene autoridad para perdonar pecados en este mundo. Se volvió al paralítico y le dijo:

11. - A ti te digo: Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa.

12. Y él, delante de todos, se levantó, recogió su camilla y se fue. Todos los presentes quedaron asombrados, y alabaron a Dios diciendo: - Nunca habíamos visto cosa semejante.

Llamamiento de Leví

13. Jesús volvió a la orilla del lago, y todos acudían a él para recibir sus enseñanzas.

14. Al pasar, vio a Leví, Hijo de Alfeo, que estaba sentado en su despacho de recaudación de impuestos, y le dijo: - Vente conmigo. Y Leví se levantó y se fue con él.

15. Más tarde, Jesús y sus discípulos se sentaron a la mesa en casa de Leví, y muchos publicanos y gente de mala reputación se sentaron también con ellos, porque eran muchos los que seguían a Jesús.

16. Pero ciertos maestros de la Ley pertenecientes al partido de los fariseos, al verle comer con publicanos y gente de mala reputación, preguntaron a los discípulos: - ¿Por qué se sienta a comer con esa clase de gente?

17. Jesús los oyó y les dijo: - No necesitan de médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a llamar a los buenos, sino a los pecadores.

La pregunta sobre el ayuno

18. En cierta ocasión los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos estaban guardando un ayuno, y algunos de ellos se acercaron a Jesús para preguntarle: - ¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, y, en cambio tus discípulos no ayunan?

19. Jesús les contestó: - ¿Pueden acaso ayunar los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? No; en tanto tengan a su lado al novio, no pueden ayunar.

20. Ya llegará el día en que el novio les sea quitado; entonces ayunarán.

21. Nadie remienda un vestido viejo con una pieza de tela nueva, porque la tela nueva se encoge, tira de la vieja, y el roto se hace mayor.

22. Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo rompe los odres, y se pierden al mismo tiempo los odres y el vino. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos.

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

23. Un día festivo iba Jesús paseando por entre unos sembrados. Los discípulos, según pasaban, se pusieron a arrancar espigas.

24. Al verlo, los fariseos dijeron a Jesús: - Mira, lo que esos hacen no está permitido en día festivo.

25. El les contestó: - ¿Nunca habéis leído lo que hizo David aquella vez que él y sus compañeros se sintieron muy hambrientos?

26. Cuando Abiatar era sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió de los panes de la ofrenda, algo que no estaba permitido comer a nadie, sino solamente a los sacerdotes. Y dio también a los que le acompañaban.

27. Y Jesús añadió: - Dios hizo el día festivo por causa del hombre, y no al hombre por causa del día festivo.

28. ¡El Hijo del hombre es Señor también del día festivo!