Eclesiastés 3 - Reina Valera 2000Todo tiene su tiempo1. Para todas las cosas [hay] sazón, y toda voluntad debajo del cielo, [tiene su] tiempo [determinado]: 2. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3. tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4. tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5. tiempo de esparcir las piedras, y tiempo de allegar las piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de alejarse de abrazar; 6. tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7. tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8. tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9. ¿Qué provecho tiene el que trabaja en lo que trabaja? 10. Yo he visto la ocupación que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupasen. 11. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y aun el mundo [les] entregó a su voluntad, [de tal manera] que no alcance el hombre [esta] obra de Dios desde el principio hasta el fin. 12. [Yo] he conocido que no [hay] mejor para ellos, que alegrarse, y hacer bien en su vida. 13. Y también [he conocido] que [es] don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de todo su trabajo. 14. He entendido que todo lo que Dios hace, esto será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; porque Dios [lo] hace, para que delante de él teman [los hombres]. 15. Aquello que fue, ya es: y lo que será, fue ya; y Dios buscará lo que pasó. Injusticias de la vida16. Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad. 17. Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque hay un tiempo determinado [de juzgar] a toda voluntad y sobre todo lo que se hace. 18. Dije en mi corazón, en orden a la condición de los hijos de los hombres, que Dios los puede manifestar, y [es] para ver que ellos [son] bestias los unos a los otros. 19. Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo [es] vanidad. 20. Todo va a un lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra? 22. Así que he visto que no [hay] cosa mejor que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque esta [es] su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que será después de él? |