Versículos Bíblicos

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Gálatas 4 - Serafín de Ausejo 1975

1. Ahora digo yo: mientras el heredero es niño, en nada se diferencia de un esclavo, aunque sea dueño de todo;

2. sino que está al cuidado de tutores y administradores hasta el tiempo prefijado por el padre.

3. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos reducidos a esclavos bajo los elementos del mundo.

4. Pero cuando vino la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,

5. para que rescatara a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiéramos la adopción filial.

6. Y prueba de que sois hijos es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡ Abbá, Padre!

7. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.

Exhortación contra el volver a la esclavitud

8. Es verdad que en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, estabais esclavizados a dioses que no lo son en realidad;

9. pero ahora, que conocéis a Dios, o mejor, que sois conocidos por Dios, ¿cómo volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los que de nuevo queréis esclavizaros?

10. ¡Os ponéis a observar días y meses y estaciones y años!

11. Temo haber trabajado en vano por vosotros.

12. Os lo suplico, hermanos: sed como yo, que también yo me hice como vosotros. En nada me habéis ofendido.

13. Sabéis que la primera vez que os anuncié el Evangelio fue a consecuencia de una debilidad corporal

14. y que ante esta debilidad corporal mía, que era para vosotros una prueba, no hicisteis gestos de desprecio ni escupisteis en el suelo, sino que me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Cristo Jesús.

15. ¿Dónde están, pues, aquellas expresiones vuestras de dicha? Doy testimonio de que, si hubiera sido posible, os habríais arrancado los ojos para dármelos.

16. Entonces, ¿es que me he convertido en enemigo vuestro por deciros la verdad?

17. Se muestran afectuosos con vosotros, pero no como es debido, sino que pretenden apartaros de mí, para que seáis afectuosos con ellos.

18. Lo bueno es mostrarse afectuoso como es debido en todo tiempo, y no sólo mientras yo estoy presente entre vosotros.

19. Hijos míos, a quienes de nuevo estoy dando a luz con dolor, hasta que Cristo sea formado en vosotros.

20. Quisiera estar ahí entre vosotros en este momento y elegir el tono adecuado, porque estoy desorientado en lo que respecta a vosotros.

Alegoría de Sara y Agar

21. Decidme, los que os empeñáis en estar bajo la ley: ¿es que no comprendéis la ley?

22. Porque está escrito que Abrahán tuvo dos hijos: uno, de la esclava; y otro, de la libre.

23. Ahora bien, el de la esclava fue engendrado según la naturaleza, pero el de la libre, en virtud de la promesa.

24. Esto tiene un sentido alegórico. Estas mujeres son dos alianzas: una, procedente del monte Sinaí, engendra para un estado de esclavitud: es Agar.

25. Pues Agar es el monte Sinaí, que está en Arabia; y corresponde a la Jerusalén actual, porque continúa en esclavitud juntamente con sus hijos.

26. Pero la Jerusalén de arriba es libre; y ésta es nuestra madre.

27. Pues está escrito: Alégrate, estéril, que no das a luz; rompe a gritar, tú que no tienes dolores de parto; porque más numerosos son los hijos de la abandonada que los hijos de la casada.

28. Y vosotros, hermanos, sois, como Isaac, hijos de la promesa.

29. Pero como entonces el engendrado según la naturaleza perseguía al engendrado según el Espíritu, así también ahora.

30. Pero, ¿qué dice la Escritura? Echa a la esclava y a su hijo; pues el hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre.

31. Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.