Significado de APOCALÍPTICO Según La Biblia | Concepto y Definición

APOCALÍPTICO Significado Bíblico

¿Qué Es APOCALÍPTICO En La Biblia?

Aparece 18 veces en el NT en la forma sustantiva griega apokalupsis y 26 veces en la forma verbal apokalupto. Estos términos griegos derivan de una combinación de la preposición apo con el verbo kalupto, y dan como resultado la definición de “descubrir, develar o revelar”. Dicho “descubrimiento” o “revelación” se produce a través de visiones o sueños y se refiere al develamiento escatológico de secretos sobre los últimos días. El uso del término “apocalíptico” se debe a la palabra con que comienza Apocalipsis, apokalupsis, que significa una revelación. Cuando los comentaristas hablan de escritos apocalípticos quieren decir obras escritas en un estilo similar al libro de Apocalipsis. Apocalíptico, por lo tanto, se refiere a los escritos que emplean un lenguaje simbólico o figurativo con el objeto de describir una intervención divina futura, al sistema doctrinal explícito en este género de literatura, y a los movimientos que produjeron tales escritos y doctrinas.
Hay similitudes entre el zoroastrismo y el material bíblico apocalíptico debido a que el elemento escatológico en el pensamiento apocalíptico se combina con un dualismo cósmico. En este dualismo, el futuro no es una superación del presente porque, si lo fuera, la humanidad mejoraría en gran medida y la edad presente no acabaría. Las diferencias entre las ideas religiosas persas y las de los hebreos son notorias. El apocalipticismo del zoroastrismo es un dualismo donde dos fuerzas personificadas se oponen en el universo, un dios bueno y un dios malo. En el concepto judeocristiano, Satanás no es igual a Dios sino claramente inferior y su oponente. Satanás es tentador y opresor de la humanidad pero, aun así, Dios tiene control sobre Satanás quien actúa según Dios le permite. Las fuentes zoroástricas de las cuales supuestamente derivó el apocalipticismo judío se compusieron con posterioridad a los materiales bíblicos. El zoroastrismo le debe su existencia a la Biblia y no viceversa.
La naturaleza apocalíptica
Los eruditos de la alta crítica que aceptan fechas posteriores para la literatura apocalíptica (incluyendo el libro veterotestamentario de Daniel) consideran que estas obras son un método literario que empleaban los escritores de la antigüedad para transmitir una esperanza futura de un mundo mejor. El valor trascendente de lo apocalíptico consiste en la promesa de un mundo mejor a aquellos que están abrumados por sus circunstancias actuales tales como la pobreza, la enfermedad y la persecución. Tal es el significado de los libros canónicos apocalípticos de Daniel y Apocalipsis. Algunos sostienen que el mejor enfoque para definir las obras como apocalípticas es comparar sus características con las de Apocalipsis, donde se ilustran algunos rasgos típicos de lo apocalíptico: la revelación proviene de Dios (Apo 1:1); la revelación viene a través de un mediador o de un ángel (Apo 1:1; Apo 22:16); el mediador le entrega la revelación a un vidente/ profeta (Apo 1:1); la revelación se refiere a eventos futuros, generalmente el triunfo del bien sobre el mal (Apo 1:1); los escritos apocalípticos se efectuaron durante una época de persecución o una crisis histórica (Apo 1:9); el mensaje se presenta en visiones (Apo 1:10); se usa mucho el simbolismo y la gematría/numerología (Apo 1:20; Apo 7:4-8), y el tema o mensaje más importante es el triunfo escatológico del reino de Dios sobre los reinos malvados de la tierra (Apo 19:17-21). No obstante, algunos eruditos tienden a clasificar como apocalípticas las obras que no pertenecen a este género.
Antiguo Testamento
Los eruditos críticos sostienen que el género apocalíptico es un desarrollo tardío que surgió durante el período posexílico, aunque hubo influencias anteriores en esta dirección. El pueblo judío tenía esperanzas de que Israel recuperara su gloria anterior y que un rey davídico gobernara sobre la nación trayendo como resultado la derrota de los enemigos de Israel. A medida que fue pasando el tiempo, los judíos se dieron cuenta de que esto no sucedería sin la intervención de Dios. Israel comenzó gradualmente a colocar su confianza para el futuro en un Mesías que traería consigo una nueva era de paz, prosperidad y victoria sobre las naciones.
Porciones de Joel, Amós, Zacarías e Isaías tienen rasgos apocalípticos, tal como sucede con Daniel, un libro al que muchos consideran literatura apocalíptica por excelencia. Aunque Zac 1:1-21; Zac 2:1-13; Zac 3:1-10; Zac 4:1-14; Zac 5:1-11; Zac 6:1-15 contiene muchas características de este género como las visiones, la gematría y los ángeles, este material no parece enfatizar los temas escatológicos que sobresalen en Daniel y Apocalipsis (por ej.: el triunfo escatológico del reino de Dios sobre los reinos de la tierra, la resurrección) y es mejor no clasificarlo como apocalíptico. Zac 9:1-17; Zac 10:1-12; Zac 11:1-17; Zac 12:1-14; Zac 13:1-9; Zac 14:1-21 es una profecía pero no comparte los rasgos propios de la literatura apocalíptica (por ej.: ángeles o visiones). Algunos eruditos incluyen Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13, Eze 38:1-23; Eze 39:1-29 y Joe 3:1-21 como apocalípticos pero, aunque estos pasajes son escatológicos, carecen de demasiados aspectos del género como para ser clasificados de este modo.
Obras apocalípticas
Varias obras apocalípticas se escribieron entre el 200 a.c. y el 100 d.c. , aunque no están incluidas en el canon bíblico: 1 Enoc (163–80 a.c.), el Libro de los Jubileos (100 a.c.), los Oráculos Sibilinos (aprox. 150 a.c.), los Testamentos de los Doce Patriarcas (140–110 a.c.), los Salmos de Salomón (50 a.c.), la Asunción de Moisés (4 a.c. –30 d.c.), el Martirio de Isaías (siglo I d.c.), 4 Esdras (90–100 d.c.) y 2 Baruc (50–100 d.c.). Las diferencias entre la literatura apocalíptica canónica y no canónica son varias:
(1) los apocalipsis no canónicos aparecieron como imitaciones de los libros bíblicos;
(2) estas obras eran seudónimas, escritas con un nombre falso. Las personas asociadas con estas obras habían estado muertas desde hacía mucho tiempo pero se las utilizaba para conferir autoridad a los libros;
(3) los escritos apocalípticos no canónicos declaran predecir eventos futuros, pero en realidad eran profecías escritas después de que el acontecimiento había tenido lugar;
(4) los apocalipsis no canónicos se escribieron después de que el mensaje profético del AT había concluido (aprox. 400 a.c.), y
(5) debido a diversos temas doctrinales y éticos, nunca se consideró que las obras apocalípticas no canónicas hayan sido inspiradas de la misma manera que los libros bíblicos.
Nuevo Testamento
El libro de Apocalipsis es el único documento del NT totalmente apocalíptico. Otras porciones neotestamentarias que se clasifican como apocalípticas son Mat 24:1-51; Mat 25:1-46 y Mar 13:1-37. Asimismo, algunos segmentos de las cartas a los Tesalonicenses contienen elementos que garantizan la clasificación de apocalípticos: el apogeo del mal (2Ts 2:1-4); Cristo descenderá del cielo (1Ts 1:10) con la voz del arcángel y la trompeta de Dios (1Ts 4:16; 2Ts 1:7); los ángeles lo acompañarán como ejecutores de su decreto (2Ts 1:7); se tomará venganza sobre los impíos tanto gentiles como judíos (1Ts 4:6; 2Ts 1:8), y la condenación de los malos será su destrucción eterna (2Ts 1:9). En el apogeo del mal, Cristo descenderá del cielo y matará al hombre de pecado con el aliento de su boca para luego destruirlo con la manifestación de Su venida (2Ts 2:8). Ver Apocalipsis, Libro de; Daniel, Libro de; Escatología.

Steven L. Cox

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