Significado de ISRAEL ESPIRITUAL Según La Biblia | Concepto y Definición

ISRAEL ESPIRITUAL Significado Bíblico

¿Qué Es ISRAEL ESPIRITUAL En La Biblia?

La frase “Israel espiritual” se emplea con frecuencia como descripción de la iglesia en contraste con el Israel nacional o étnico. Se refiere a todos los creyentes de todas las épocas sin distinción de etnias. Algunos intérpretes ven el lenguaje de Pablo de “Israel según la carne” (1Co 10:18) como que necesariamente implica la existencia de su antítesis, “Israel según el espíritu” o “Israel espiritual”. Si bien la frase de Pablo podría ser sugestiva, no es concluyente. La idea de un “Israel espiritual” debe apoyarse en evidencia extraída de textos analizados en forma conjunta.
En el NT, la referencia a los creyentes se hace con lenguaje tomado de citas y conceptos del AT que en el contexto original aluden explícitamente a Israel. Por ejemplo, Pedro menciona a sus lectores como “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” (1Pe 2:9) en clara referencia a Éxo 19:5-6. Otras expresiones como “escogido” (1Ts 1:4 NVI), “hijos de Dios” (Rom 8:14) y “herederos” (Gál 3:29) son todas descripciones de los creyentes, tanto judíos como gentiles, en términos que los escritores del AT usaron con referencia a Israel.
Otros textos dejan claro que los límites étnicos no afectan la salvación. Pablo está particularmente interesado en demostrar que no existe diferencia entre judíos y gentiles en lo que respecta a la gracia salvadora de Dios en Cristo (Rom 1:16; Rom 3:29-30; Rom 10:12; Gál 3:28). En Efesios, el apóstol afirma que los gentiles, que estaban “sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa” (Efe 2:12), ahora son “conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efe 2:19).
Quizás el texto más importante y, con seguridad, el más debatido es Gál 6:16. Allí, Pablo emplea la expresión, “[el] Israel de Dios”. Por un lado, Pablo podría estar dirigiéndose a judíos cristianos que simpatizaban con su ministerio a diferencia de los opositores judaizantes. Por lo tanto, la bendición “paz y misericordia sea a ellos y al Israel de Dios”, es extensiva a todos los creyentes, pero Pablo hizo la distinción para reconocer a los de etnia judía que eran fieles al evangelio. Por el otro lado, en Gálatas, el apóstol se desvivió por quitar el énfasis en la importancia de los límites étnicos ya que sus oponentes añadían costumbres judías y prácticas legales como requisito para los creyentes gentiles. Por lo tanto, finalizar su carta haciendo una distinción entre creyentes según su etnia parecía ir en contra del argumento general de la epístola. En Gál 3:26, Pablo estableció que “todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”, y luego prosiguió diciendo “Ya no hay judío ni griego […] porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”. El apóstol vuelve a referirse a sus lectores como “hijos” de Dios y “heredero(s)” (Gál 4:5-7) lo cual enfatiza la unidad que judíos y gentiles tienen en Cristo. Más adelante, hace un contraste entre Agar y Sara como metáforas de dos pactos (Gál 4:21-31). La primera, Agar, en referencia al pacto dado en el Monte Sinaí que “corresponde a la Jerusalén actual, pues esta, junto con sus hijos, está en esclavitud” (Gál 4:25). La segunda, Sara, “la libre” (Gál 4:23), representa el pacto de la promesa y no corresponde a la Jerusalén terrenal sino a la celestial, “la cual es madre de todos” y “es libre” (Gál 4:26). Los lectores de Pablo son “como Isaac […] hijos de la promesa”. Las alusiones a los lectores como “herederos”, “descendientes de Abraham” e “hijos de la promesa” defienden con fuerza la postura paulina de un “Israel espiritual”. El resumen de Pablo no podría ser más claro: “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación” (Gál 6:15; comp. Gál 5:6). En vista del contexto de Gálatas, Pablo emplea la expresión “Israel de Dios” en Gál 6:16 para referirse a todos los creyentes, al pueblo de Dios en general, sin hacer distinción de etnias. Esto no niega que en otros lugares Pablo aluda a Israel y a los judíos en términos étnicos explícitos, y Rom 9:1-33; Rom 10:1-21; Rom 11:1-36 es el ejemplo más claro. Sin embargo, una palabra no necesariamente quiere decir lo mismo cada vez que se emplea. “Israel espiritual” es una interpretación justa de lo que Pablo quiere decir en Gál 6:16, en especial como síntesis que incluye otros textos del NT citados más arriba.
Por último, la expresión “Israel espiritual” no tiene por qué ser equivalente a “nueva Israel” ni tampoco una afirmación a favor de la “teología del remplazo” que sostiene (desde la época de Tertuliano y Justino Mártir) que la iglesia ha ocupado el lugar del Israel étnico al punto que todas las promesas dadas a Israel ahora están dirigidas a la iglesia de manera exclusiva. Y tampoco significa que el lenguaje acerca del Israel étnico deba “espiritualizarse” como para que siempre aluda a la iglesia.

Bryan J. Vickers

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