Significado de PERSIA Según La Biblia | Concepto y Definición

PERSIA Significado Bíblico

¿Qué Es PERSIA En La Biblia?

Como nación, Persia corresponde al estado moderno de Irán. Como imperio, era un vasto conjunto de estados y reinos que se extendía desde las playas de Asia Menor al oeste hasta el valle del Río Indo al este. Hacia el norte se extendía hasta el sur de Rusia, y hacia el sur incluía Egipto y las regiones que bordean el Golfo Pérsico y el de Omán. En la historia, vemos que el imperio derrotó a los babilonios y finalmente cayó ante Alejandro Magno.
La nación recibió su nombre de la zona más austral de la región llamada Pérsida. Era una tierra agreste de desiertos, montañas, mesetas y valles. El clima era árido y presentaba calores y fríos extremos. El oro, la plata, el trigo y la cebada eran originarios de la zona.
La región fue ocupada poco después del 3000 a.C. por pueblos del norte. Así se desarrolló una cultura elamita que, en su punto cumbre en el 1200 a.C., dominó todo el valle del Río Tigris. Duró hasta el 1050 a.C. Luego de su destrucción, entraron otros grupos del norte. Entre estos se encontraban tribus que formaron un pequeño reino en la región de Ansan alrededor del 700 a.C. Su gobernante era Aquemenes el Grande, bisabuelo de Ciro II el Grande. (Por eso, el período desde Aquemenes hasta Alejandro se llama Período Aqueménido.) Este pequeño reino fue la semilla del Imperio Persa.
Cuando Ciro II llegó al trono de su padre en el 559 a.C., el reino formaba parte de un reino medo mayor. Los medos controlaban el territorio al noreste y al este de los babilonios. En el 550 a.C., Ciro se rebeló contra Astiages, el rey medo. Su rebelión condujo a la captura del rey y le dio a Ciro el control de un reino que se extendía desde Media hasta el Río Halys en Asia Menor. Al poco tiempo, Ciro desafió al rey de Lidia. La victoria allí le concedió la porción occidental de Asia Menor. En el 539 a.C., Babilonia cayó ante Ciro debido a su capacidad y a las disensiones internas en el Imperio Babilónico. Ver Babilonia.
Ciro murió en el 530 a.C.; sin embargo, el Imperio Persa continuó creciendo. Cambises II, hijo de Ciro, conquistó Egipto en el 525 a.C. Su sucesor, Darío I, expandió el imperio hacia el este hasta el Indo e intentó conquistar o controlar a los griegos. Estos derrotaron a Darío en la batalla de Maratón en el 490 a.C. Hasta aquí llegó la máxima extensión del imperio. Los emperadores posteriores hicieron poco y nada por expandirlo. Hasta tuvieron dificultades para mantener unido un imperio tan extenso.
El Imperio Persa es importante para la historia y el desarrollo de la civilización. Tuvo efectos significativos en religión, ley, política y economía. El impacto llegó a través de los judíos, de la Biblia, del contacto con los griegos, y mediante la incorporación que llevó a cabo Alejandro Magno de las ideas y la arquitectura de los persas.
En el aspecto político, el Imperio Persa fue el mejor organizado que el mundo jamás haya conocido. Para la época de Darío I, 522–486 a.C., estaba dividido en 20 satrapías (unidades políticas de tamaño y población variados) que se hallaban subdivididas en provincias. Al comienzo, Judá era una provincia en la satrapía de Babilonia. Más tarde, se la denominó en forma unificada “Del otro lado del río”. Las satrapías estaban gobernadas por persas que eran directamente responsables ante el emperador. La buena administración requería buena comunicación, que a su vez exigía buenos caminos y rutas. Sin embargo, estos caminos hacían más que acelerar la administración. Alentaban el contacto entre los pueblos del imperio. Las ideas y los bienes podían trasladarse cientos de kilómetros con poca restricción. El imperio se volvió rico y también les dio a sus habitantes la sensación de ser parte de un mundo más grande. Se desarrolló una especie de “conciencia universal”. El uso de monedas acuñadas y el desarrollo de una economía monetaria ayudaron a esta identificación con el mundo más amplio. Las monedas del emperador eran recordatorios prácticos del poder y los privilegios de formar parte del imperio. Además, los persas estaban comprometidos a gobernar mediante la ley. Sin embargo, en lugar de imponer una ley imperial desde arriba, el emperador y los sátrapas brindaban su autoridad y apoyaban la ley local. Para los judíos, esto significaba apoyo oficial para guardar la ley judía en su propia tierra.
El Imperio Persa afectó en gran manera a los judíos y a la historia bíblica. Babilonia había conquistado Jerusalén y había destruido el templo en el 586 a.C. Cuando Ciro conquistó Babilonia, permitió que los judíos regresaran a Judá y los alentó a reconstruir el templo (Esd 1:1-4). La obra comenzó pero no se completó. Luego, bajo el reinado de Darío I, Zorobabel y el sumo sacerdote Josué guiaron a la comunidad restaurada con el apoyo y el incentivo de los persas. (Esd 3:1-13; Esd 4:1-24; Esd 5:1-17; Esd 6:1-22 narra algunos sucesos mientras se pronunciaban las profecías de Hageo y Zacarías durante los días de la restauración.) A pesar de cierta oposición local, Darío apoyó la reconstrucción del templo, que fue reedificado en el sexto año de su reinado (Esd 6:15). Además, tanto Esdras como Nehemías fueron representantes oficiales del gobierno persa. Esdras tuvo que enseñar y designar a los jueces (Esd 7:1-28). Nehemías tal vez haya sido el primer gobernador de la provincia de Yehud (Judá). Sin lugar a duda, tenía apoyo oficial para la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
Los judíos también tuvieron problemas bajo el gobierno persa. Aunque Daniel fue llevado al exilio por los babilonios (Dan 1:1-21), su ministerio continuó aun después de la caída de este imperio (Dan 5:1-31) y llegó hasta la época de los persas (Dan 6:1-28). Sus visiones se proyectaron aún más al futuro. Dan 6:1-28 muestra un gobierno estable pero donde los judíos todavía podían enfrentar cierto riesgo. Sus visiones en una época de tranquilidad les recuerdan a los lectores que los reinos humanos vienen y van. Ester es la historia de cómo Dios rescató a Su pueblo durante el reinado del emperador persa Asuero (también conocido como Jerjes I). La historia muestra un imperio donde se hacía uso y abuso de la ley. Aparentemente, los judíos ya eran odiados. Es probable que Malaquías también haya pertenecido al período persa. Su libro muestra una conciencia del mundo en general y es categórico con respecto a los gentiles y al gobierno.
A lo largo de todo el período, los judíos siguieron esperando la clase de restauración prometida por profetas como Isaías (caps. 40–66) y Ezequiel (caps. 40–48). Hageo, Zacarías y Malaquías ayudaron a los judíos a tener esperanza, pero estos hombres de Dios también les recordaron a sus oyentes la importancia de la fidelidad presente y de la obediencia a Dios. Ver Artajerjes; Ciro; Daniel; Darío; Esdras, Libro de; Ester; Mitra; Nehemías, Libro de; Templo de Jerusalén. Albert F.Bean