¿Que Dice La Biblia Del Coraje?

¿Que Dice La Biblia Del Coraje?

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS A LA OBRA” (2 Crónicas 19:11b)

La palabra coraje tiene su origen en la palabra francesa coeur, que significa: corazón, y por eso decimos: “Arriba los corazones”. La verdad es que:

(1) Se necesita coraje para aceptar la verdad sobre nosotros mismos.

Jesús dijo: “…y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Pero antes de que “…la verdad…” nos libere, normalmente nos hace pasarlo mal, ya que la verdad acerca de nosotros mismos no es algo que nos gusta oír.

(2) Se necesita coraje para cambiar cuando nos sentimos más cómodos quedándonos como estamos.

Si estás dispuesto a abandonar tu zona de seguridad, dar un paso en fe y seguir a Dios, vas a ser puesto a prueba. Pero también alcanzarás metas que pensabas que estaban fuera de tu alcance y llegarás más lejos que otros más talentosos que tú.

(3) Se necesita coraje para defender tus convicciones cuando sabes que las van a cuestionar.

Siempre que estés dispuesto a defender algo o a probar algo nuevo, va a haber alguien que te desafiará. Ralph Waldo Emerson escribió: “Para cualquier cosa que hagas, necesitas valor. Ante cualquier decisión que tomes, siempre habrá alguien que te diga que estás equivocado. A menudo surgirán dificultades que te tentarán a creer que los que te critican tienen razón. Para planificar un curso de acción y seguirlo hasta el final, se necesita el tipo de arroje que tiene un soldado. La paz obtiene victorias, pero se necesitan hombres valientes para lograrlas”. Cuando los enemigos de Nehemías le amenazaron, él dijo: “¿Un hombre como yo ha de huir?… No…” (Nehemías 6:11). Así que, reconstruyó los muros de Jerusalén en un tiempo récord de cincuenta y dos días y escribió el libro de la Biblia que lleva su nombre. ¡Eso es coraje!, ¿verdad?

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS A LA OBRA” (2 Crónicas 19:11b)

Cuando se trata de actuar con coraje, te darás cuenta de que:

(1) Normalmente, el coraje implica equivocarse antes de acertar.

Es fácil ser valiente donde eres fuerte; es mucho más difícil donde eres débil, porque es ahí cuando necesitas más coraje. El general Omar Bradley comentó: “El coraje es la capacidad de actuar correctamente, incluso cuando estás medio muerto de miedo”. Creemos equivocadamente que el aprendizaje es pasivo, que aprendemos leyendo un libro o escuchando a un orador. No, el proceso de aprendizaje se resume en estos cinco pasos: (a) observar, (b) actuar, (c) evaluar, (d) reajustar y (e) volver al paso b:

(2) El coraje siempre toma el camino hacia arriba.

Jesús dijo: “…a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra…” (Mateo 5:39b). El Dr. James B. Mooneyham escribió: “Cuando llevamos la cuenta de los males que han cometido contra nosotros, estamos revelando una gran falta de madurez. Una vez, Theodore Roosevelt dijo: ‘El ingrediente más importante de la fórmula para el éxito es saber llevarte bien con la gente’. Los que no perdonan son personas que todavía no han aprendido esta verdad y, normalmente, son personas sin éxito. Si quieres mejorar esta área de tu vida, aquí tienes algunas cosas que deberían ayudarte: Primero, perdona; Segundo, piensa cosas buenas de esas personas; es difícil tener sentimientos hostiles hacia alguien a quien ves con buenos ojos; Finalmente, transmite a través de tus actos que eres capaz de perdonar y olvidar. Te ganarás su respeto. Recuerda esto: hacer daño a tu enemigo, te pone por de bajo de su nivel, vengarte, a su altura; no obstante, perdonar te coloca por encima de él”.

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS A LA OBRA” (2 Crónicas 19:11b)

Pablo escribió: “Todas estas cosas padecemos… para que… la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día, pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria…” (2 Corintios 4:15-17). Fíjate en las palabras: “…no desmayamos”… Siempre que queramos ir hacia delante, no nos van a faltar obstáculos en el camino, y la Palabra de Dios nos dice que no esperemos menos. H.G. Wells preguntó: “¿Qué haría un hombre consigo mismo si no tropezara con algo en el camino?”. ¿Por qué haría tal comentario? Porque la adversidad es nuestra “amiga”, aunque no lo parezca. Cada dificultad que superamos nos enseña sobre nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Nos forma y nos hace más sabios y más seguros. La gente más destacada de la historia es la que afrontó con coraje los mayores desafíos y los superó.

Sin duda, esto es cierto en el caso de Winston Churchill. En su libro “El escándalo americano” (American Scandal), Pat Williams relató los últimos meses de la vida de Churchill, y cuenta que en 1.964, el Presidente Eisenhower fue a visitar al anterior Primer Ministro inglés. Eisenhower estaba sentado al lado de la cama del valiente líder y ninguno de los dos hablaba. Después de unos diez minutos, Churchill levantó la mano muy despacio y con detenimiento hizo la señal “V” de victoria que tantas veces había mostrado al pueblo británico durante la guerra. Eisenhower, conteniendo las lágrimas, echó su silla hacia atrás, se levantó, le saludó y abandonó la habitación. Ya en el pasillo, le dijo a su asistente: ‘Acabo de despedirme de Winston, pero uno nunca se debe despedir del coraje’”.

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