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    Romanos 13 - Biblia Castilian 2003

    1. Sométanse todos a las autoridades constituidas. Porque no hay autoridad sino por Dios; y las que existen, por Dios han sido establecidas.

    2. De modo que quien resiste a la autoridad se rebela contra el orden establecido por Dios, y los que se rebelan acarrearán sobre s mismos su condena.

    3. Porque los gobernantes no inspiran temor cuando se observa una buena conducta, sino cuando es mala. ¿Quieres vivir sin temer a la autoridad? Haz el bien, y recibirás su aprobación,

    4. pues está al servicio de Dios para conducirte al bien. Pero, si haces el mal, teme; pues no en vano lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para castigar al que practica el mal.

    5. Por lo tanto, es necesario someterse, no sólo por miedo al castigo, sino también por deber de conciencia.

    6. Y por eso mismo, pagadles también tributos; pues son funcionarios de Dios para dedicarse asiduamente a este oficio.

    7. Dad a cada uno lo debido: a quien el tributo, el tributo; a quien el impuesto, el impuesto; a quien el respeto, el respeto; a quien el honor, el honor.

    8. Con nadie tengáis deudas, excepto la del amar mutuo; pues quien ama al prójimo, ha cumplido ya la ley.

    9. Porque aquello de No cometerás adulterio; no matarás; no robarás; no codiciarás, y los demás mandamientos, en esta expresión se resumen [a saber]: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

    10. El amor no hace mal alguno al prójimo. Por lo tanto, el amor es el pleno cumplimiento de la ley.

    11. Y esto, tanto más cuanto que bien sabéis en qué tiempo vivimos: que ya es hora de que os despertéis del sue o, pues la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.

    12. La noche está muy avanzada, el d a se acerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.

    13. Como en pleno d a, caminemos con decencia: no en org as ni borracheras; no en fornicaciones ni lujurias; no en discordias ni envidias.

    14. Al contrario, revest os del Se or Jesucristo y no pongáis vuestro afán en la satisfacción de los deseos de la carne.