Versículos Bíblicos

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1 Tesalonicenses 2 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

Ministerio de Pablo en Tesalónica

1. Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra estancia entre vosotros no fue infructuosa.

2. Recientes aún los sufrimientos y los ultrajes padecidos, como sabéis, en Filipos, tuvimos, sin embargo, confianza bastante en nuestro Dios para anunciaros el mensaje de salvación en medio de una fuerte oposición.

3. Nuestro anuncio, en efecto nunca se ha basado en el error, ni se ha inspirado en motivos turbios, ni ha surgido de una intención falaz.

4. Por el contrario, si hablamos, es porque Dios nos a juzgado dignos de confiarnos su mensaje de salvación. Y, desde luego, no tratamos de complacer a los hombres, sino sólo a Dios, que explora lo más profundo de nuestro ser.

5. Dios es testigo, y vosotros también, de que jamás nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.

6. Como tampoco hemos corrido en busca de glorias humanas, vengan de vosotros o de otros cualesquiera.

7. Podíamos, en cuanto apóstoles de Cristo, hacer uso de nuestra autoridad. Sin embargo, hemos preferido comportarnos entre vosotros con ternura, como una madre que cuida de sus hijos.

8. Tan entrañable cariño os teníamos, que estábamos dispuestos a daros no sólo el mensaje de Dios, sino incluso la vida. Hasta ese punto llegaba nuestro amor.

9. Recordad, hermanos, nuestros afanes y fatigas. Cómo trabajamos día y noche para no ser gravosos a nadie, y así os anunciamos el mensaje salvador de Dios.

10. De nuevo sois testigos, y lo es Dios también, de lo noble, honesto e irreprochable que fue nuestro proceder para con vosotros los creyentes.

11. Tratamos a cada uno - ¡bien lo sabéis! - como un padre trata a sus hijos:

12. exhortándoos, animándoos y amonestándoos a llevar una vida digna del Dios que os ha llamado a su reino y a su gloria.

13. Por lo demás, tenemos sobrados motivos para dar gracias a Dios constantemente. Porque al acoger nuestro mensaje, no fue un mensaje humano el que acogisteis, sino la palabra misma de Dios, que sigue actuando en vosotros los creyentes.

14. En efecto, hermanos, también vosotros habéis venido a ser imitadores de las iglesias de Dios que se hallan en Judea y pertenecen a Cristo Jesús. A vosotros os han hecho sufrir vuestros compatriotas, y a ellos los judíos,

15. que fueron los que mataron a Jesús, el Señor, y a los profetas. Estos mismos judíos son los que ahora nos persiguen a nosotros, desagradan a Dios y se muestran enemigos de todos los hombres,

16. por cuanto nos impiden anunciar el mensaje a las naciones a fin de que se salven. Están, pues, llenando sin cesar la medida de sus pecados. Pero la ira de Dios está a punto de desencadenarse definitivamente sobre ellos.

Ausencia de Pablo de la iglesia

17. Por lo que a mí, Pablo, respecta, os aseguro que durante este breve tiempo que he pasado separado de vosotros - separado en la distancia, no en el cariño -, he estado anhelando vivamente ir a visitaros.

18. Una y otra vez lo intenté, pero Satanás me lo ha impedido.

19. Y es que ¿dónde, sino en vosotros, descansa mi esperanza y mi alegría? ¿Quién, sino vosotros, será mi corona de gloria el día en que venga Jesús nuestro Señor?

20. Ciertamente, vosotros sois mi gloria y mi alegría.