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Jueces 20 - Serafín de Ausejo 1975

La guerra contra Benjamín

1. Salieron entonces todos los israelitas y la comunidad se reunió como un solo hombre, desde Dan hasta Berseba, y los de la tierra de Galaad, ante Yahveh en Mispá.

2. Los príncipes de todo el pueblo y todas las tribus de Israel se presentaron a la asamblea del pueblo de Dios: cuatrocientos mil hombres de a pie armados de espada.

3. Los benjaminitas se dieron cuenta de que los israelitas habían subido a Mispá. Los israelitas dijeron: "Contadnos cómo ocurrió tal perversidad".

4. El levita, marido de la mujer asesinada, tomó la palabra y dijo: "Llegué con mi concubina a Guibeá de Benjamín para pasar la noche;

5. y se alzaron contra mí los príncipes de Guibeá, rodearon la casa durante la noche con intención de asesinarme y tanto violaron a mi concubina que murió.

6. Yo entonces tomé a mi concubina, la descuarticé, y la envié por todo el territorio de la heredad de Israel, porque en Israel habían cometido un crimen tan infame.

7. Ahora que estáis aquí todos, israelitas, reflexionad y tomad una decisión aquí mismo".

8. Todo el pueblo como un solo hombre se levantó para decir: "¡Nadie volverá a su tienda ni se irá a su casa!

9. Esto es lo que ahora debemos hacer con Guibeá: ir contra ella por suertes.

10. Tomaremos diez hombres de cada cien de todas las tribus de Israel, cien de cada mil, mil de cada diez mil, y que vayan en busca de provisiones para la gente que va a tratar a Guibeá de Benjamín según su merecido por la gran infamia que cometió en Israel".

11. Reuniéronse, pues, todos los de Israel como un solo hombre contra la ciudad.

12. Las tribus de Israel enviaron hombres que fueron diciendo por toda la tribu de Benjamín: "¿Qué maldad es ésta que se ha cometido entre vosotros?

13. Entregadnos a esos hombres hijos de Belial que hay en Guibeá; los ejecutaremos y así quedará extirpada de Israel la maldad". Pero los benjaminitas no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas.

14. Entonces los benjaminitas salieron de sus ciudades y se concentraron en Guibeá para ir a la guerra contra los israelitas.

15. Hízose aquel día el censo de los benjaminitas venidos de las ciudades: veintiseis mil hombres capaces de manejar la espada, sin contar los habitantes de Guibeá.

16. Entre toda esta tropa había setecientos hombres escogidos, ambidextros, todos ellos capaces de lanzar con la honda una piedra contra un cabello sin errar el tiro.

17. El número de los israelitas, sin contar a los de Benjamín, subía a cuatrocientos mil hombres capaces de manejar la espada: todos ellos eran aguerridos.

18. Los israelitas partieron y subieron a Betel para consultar a Dios y le preguntaron: "¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar con los hijos de Benjamín?". Respondió Yahveh: "Judá será el primero".

19. Los israelitas se levantaron de madrugada y acamparon frente a Guibeá.

20. Salieron los hombres de Israel para hacer la guerra a Benjamín, y se pusieron en orden de batalla frente a Guibeá.

21. Pero los benjaminitas hicieron una salida desde Guibeá y en aquel día dejaron muertos en tierra a veintidós mil hombres de Israel.

22. Sin embargo, los israelitas cobraron ánimos y se pusieron en orden de batalla en el mismo lugar en que se habían organizado el día anterior.

23. Porque los israelitas habían subido a lamentarse delante de Yahveh hasta la tarde y habían consultado: "¿Hemos de volver a pelear con los benjaminitas, nuestros hermanos?". Y Yahveh les había respondido: "Subid contra ellos".

24. Al día siguiente los israelitas avanzaron hacia los benjaminitas.

25. Pero Benjamín les salió al encuentro desde Guibeá también el segundo día, y dejaron muertos en tierra a dieciocho mil hombres de los israelitas, todos ellos armados de espada.

26. Subieron entonces todos los israelitas, todo el pueblo, a Betel a lamentarse; y permanecieron allí en presencia de Yahveh, ayunaron aquel día hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión ante Yahveh.

27. Después, los israelitas consultaron a Yahveh, pues allí se hallaba por aquel entonces el arca de la alianza de Dios.

28. Estaba de servicio en aquella época Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón. Preguntaron: "¿Hemos de salir de nuevo a combatir contra los hijos de Benjamín, nuestro hermano, o debemos desistir?". Respondió Yahveh: "Subid, porque mañana lo entregaré en vuestras manos".

29. Israel puso entonces emboscadas en torno a Guibeá.

30. Al tercer día, subieron los israelitas contra los benjaminitas y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá, como las otras veces.

31. Los benjaminitas salieron entonces al encuentro de la tropa y se alejaron de la ciudad. Como las veces anteriores, empezaron a sembrar la mortandad entre la tropa por los caminos, uno de los cuales sube a Betel, y otro a Guibeá por la campiña, y ocasionaron unas treinta bajas en Israel.

32. Dijéronse entonces los benjaminitas: "Los hemos derrotado como antes". Pero los israelitas habían pensado: "Huiremos por los caminos para alejarlos de la ciudad".

33. Todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se colocaron en orden de batalla en Baal Tamar, mientras los emboscados de Israel se disponían al ataque desde su posición al oeste de Guibeá.

34. Llegaron así frente a Guibeá diez mil hombres escogidos de todo Israel. Como el combate se recrudecía, los benjaminitas no se percataron del desastre que sobre ellos se cernía.

35. Yahveh hizo que Benjamín sucumbiera ante Israel. Aquel día, los israelitas mataron a veinticinco mil cien benjaminitas, todos ellos hombres de armas.

36. Los benjaminitas por su parte se dieron cuenta de que habían sido derrotados. Los israelitas habían cedido terreno ante Benjamín porque confiaban en la emboscada preparada contra Guibeá.

37. Los emboscados se habían desplazado rápidamente hacia Guibeá; se desplegaron y pasaron a toda la ciudad a filo de espada.

38. Habían convenido los israelitas con los emboscados en que éstos provocarían, como señal, una humareda en la ciudad.

39. Cuando los hombres de Israel habían vuelto la espalda, Benjamín había herido ya de muerte a unos treinta hombres israelitas, y se decía: "En verdad que los hemos vuelto a derrotar como en el combate anterior".

40. Pero entonces empezó a subir de la ciudad la señal, una columna de humo. Volviéronse los benjaminitas hacia atrás y pudieron contemplar cómo de toda la ciudad subía la humareda hacia el cielo.

41. Entonces los hombres de Israel dieron la vuelta y los benjaminitas fueron presa del pánico, al ver que el desastre se les venía encima.

42. Volvieron la espalda ante los israelitas hacia el camino del desierto; pero les alcanzaba la lucha, y los que venían de la ciudad, sorprendiéndolos en el medio, los aniquilaban.

43. Envolvieron así a los de Benjamín y los persiguieron sin descanso hasta aplastarlos frente a Guibeá, por el lado oriental.

44. Así cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos aguerridos.

45. Los supervivientes benjaminitas que volvieron la espalda huían hacia el desierto, hacia la roca de Rimón; pero los israelitas mataron a cinco mil hombres que encontraron por los caminos; continuaron la persecución hasta Guidón y dieron muerte a otros dos mil hombres.

46. El número de caídos de Benjamín en aquel día llegó a veinticinco mil hombres de los que manejaban la espada, todos ellos aguerridos.

47. De los que habían vuelto la espalda y huido al desierto, hacia la roca de Rimón, lograron escapar seiscientos, que se instalaron en la roca de Rimón durante cuatro meses.

48. Los israelitas se volvieron contra los benjaminitas y pasaron a filo de espada a cuanto quedaba en las ciudades, hombres y ganados, y prendieron fuego a todas las ciudades que encontraron a su paso.