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domingo, junio 16, 2024
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    Mateo 25 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    Parábola de las diez vírgenes

    1. ENTONCES el reino de los cielos será semejante á diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron á recibir al esposo.

    2. Y las cinco de ellas eran prudentes, y las cinco locas.

    3. Las que eran locas, tomando sus lámparas, no tomaron aceite consigo.

    4. Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas.

    5. Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron.

    6. Y á la media noche fué oido un clamor, que decia: Hé aquí, el esposo viene, salid á recibirle.

    7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas.

    8. Y las locas dijeron á las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.

    9. Mas las prudentes respondieron: diciendo: Porque no nos falte á nosotras y á vosotras, id antes á los que venden, y comprad para vosotras.

    10. E idas ellas á comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él á las bodas; y se cerró la puerta.

    11. Y despues vinieron tambien las otras vírgenes, diciendo: Señor, señor, ábrenos.

    12. Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

    13. Velad pues, porque no sabeis el dia ni la hora, en la cual el Hijo del hombre ha de venir.

    Parábola de los talentos

    14. Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos, llamó á sus siervos, y les entregó sus bienes.

    15. Y á este dió cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno, á cada uno conforme á su facultad, y se partió luego lejos.

    16. Y partido él, el que habia recibido cinco talentos, granjeó con ellos, é hizo otros cinco talentos.

    17. Semejantemente tambien el que había recibido dos, ganó tambien él otros dos.

    18. Mas el que habia recibido uno, fué, y lo enterró en la tierra, y escondió el dinero de su señor.

    19. Y despues de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, é hizo cuentas con ellos.

    20. Y llegando el que habia recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; hé aquí, otros cinco talentos he ganado con ellos.

    21. Y su señor le dijo: Bien está, buen siervo y fiel: sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.

    22. Y llegando tambien el que habia recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; hé aquí, otros dos talentos he ganado sobre ellos.

    23. Su señor le dijo: Bien está, buen siervo y fiel: sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.

    24. Y llegando tambien el que habia recibido un talento, dijo: señor, yo te conocia que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y coges donde no derramaste:

    25. por tanto tuve miedo, y fuí, y escondí tu talento en la tierra: hé aquí, tienes lo que es tuyo.

    26. Y respondiendo su señor, le dijo: Mal siervo y negligente, sabias que siego donde no sembré, y que cojo donde no derramé:

    27. por tanto te convenia dar mi dinero á los banqueros, y viniendo yo, recibiera lo que es mio con usura:

    28. quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.

    29. Porque á cualquiera que tuviere le será dada, y tendrá mas; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado.

    30. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de á fuera: allí será el llorar, y el crujir de dientes.

    El juicio de las naciones

    31. Y CUANDO el Hijo del hombre vendrá en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.

    32. y serán juntados delante de él todas las gentes, y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos;

    33. y pondrá las ovejas á su derecha, y los cabritos á la izquierda.

    34. Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino aparejado para vosotros desde la fundacion del mundo:

    35. porque tuve hambre, y me disteis de comer: tuve sed, y me disteis de beber: fuí huesped, y me recogisteis:

    36. desnudo, y me cubristeis: enfermo, y me visitasteis: estuve en la cárcel, y venisteis á mí.

    37. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber'?

    38. ¿y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos?

    39. ¿ó cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y venimos á tí?

    40. Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo, que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.

    41. Entonces dirá tambien á los que estarán á la izquierda: Idos de mí, malditos, al fuego eterno, que está aparejado para el diablo y sus ángeles:

    42. porque tuve hambre, y no me disteis de comer: tuve sed, y no me disteis de beber:

    43. fuí huésped, y no me recogisteis: desnudo, y no me cubristeis: enfermo, y en la cárcel estuve, y no me visitasteis.

    44. Entonces tambien ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos?

    45. Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo, que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis.

    46. E irán estos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.