26.7 C
Miami
domingo, junio 16, 2024
Más


    Jueces 19 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    El levita y su concubina

    1. En esos días en que no había rey en Israel, cierto levita vivía como forastero en lo más remoto del monte de Efraín. Había tomado esposa concubina de Belén de Judá.

    2. Y ella le fue infiel, lo dejó y volvió a la casa de su padre en Belén de Judá. Y estuvo allá cuatro meses.

    3. Entonces el esposo fue a verla, para hablarle amorosamente y hacerla volver. Llevó consigo a un criado y un par de asnos. Ella lo recibió en casa de su padre, y cuando el suegro lo vio, lo recibió contento.

    4. Su suegro, el padre de la joven, lo detuvo y quedó tres días en su casa, comiendo, bebiendo y descansando.

    5. Al cuarto día, se levantaron temprano para irse. Cuando el levita quiso irse, el padre de la joven dijo a su yerno: "Conforta tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis".

    6. Se sentaron los dos a comer y a beber. Y el padre de la joven dijo al varón: "Te ruego que pases la noche aquí, y te alegres".

    7. Cuando el hombre se levantó para irse, el suegro insistió en que pasara la noche allí.

    8. Al quinto día, el levita se levantó temprano para irse, y el suegro volvió a decirle: "Conforta tu corazón". Y habiendo comido los dos, se detuvieron hasta que declinaba el día.

    9. Entonces el levita se levantó para irse, él, su esposa y su criado. Pero el suegro le dijo: "El día declina, pasa la noche aquí y alégrate, y mañana os levantaréis temprano para vuestro camino y llegarás a tus tiendas".

    10. Pero el hombre no quiso pasar la noche allí, sino que se levantó y se fue, y llegó frente a Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos aparejados y su esposa.

    11. Al llegar a Jebús, el día había declinado mucho. Entonces el criado dijo a su señor: "Vamos a esta ciudad de los jebuseos, para pasar la noche allí".

    12. Pero su señor respondió: "No vayamos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de Israel. Sigamos hasta Gabaa". Y agregó:

    13. "Sigamos a uno de esos lugares, para tener la noche en Gabaa o en Ramá".

    14. Siguieron su camino y se les puso el sol junto a Gabaa de Benjamín.

    15. Se apartaron del camino para pasar la noche en Gabaa. Entraron y se sentaron en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los invitara a pasar la noche en su casa.

    16. Por fin, ya de noche, pasó un anciano que volvía de trabajar en el campo. Era del monte de Efraín, y vivía como peregrino en Gabaa, porque los habitantes de esa ciudad eran de Benjamín.

    17. Al ver a ese viajero en la plaza, el anciano le dijo: "¿A dónde vas, y de dónde vienes?"

    18. El respondió: "Vamos de Belén de Judá al monte de Efraín, donde yo vivo. Había ido a Belén de Judá, y ahora voy a la casa del Eterno. Y no hay quien me reciba en su casa,

    19. "a pesar de que tenemos paja y comida para nuestros asnos. También tenemos pan y vino para mí, para tu sierva y para el criado que está con tu siervo. Nada nos falta".

    20. El anciano le dijo: "Paz sea contigo. Tu necesidad quede a mi cargo, con tal que no pases la noche en la plaza".

    21. Los llevó a su casa y dio de comer a sus asnos. Y ellos lavaron sus pies, y comieron y bebieron.

    22. Cuando estaban gozosos, los hombres perversos de esa ciudad, cercaron la casa, y batiendo a la puerta dijeron al dueño de la casa: "Saca fuera al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos".

    23. El dueño de la casa les dijo: "No, hermanos míos, os ruego que no cometáis ese mal. Ya que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esa maldad.

    24. "Ahí está mi hija virgen, y la esposa de él. Las sacaré ahora, humilladlas y haced con ellas como os parezca. Pero no cometáis contra ese hombre cosa tan infame".

    25. Pero esos hombres no los quisieron oír. Entonces aquel hombre sacó a su esposa fuera. Y ellos la forzaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana. Y la dejaron cuando apuntaba el alba.

    26. Cuando amanecía, la mujer vino y cayó ante la puerta de la casa de aquel hombre donde estaba su señor, hasta que fue de día.

    27. Cuando su esposo se levantó de mañana y abrió la puerta de la casa para irse, vio a su esposa tendida ante la puerta, con las manos sobre el umbral.

    28. Le dijo: "Levántate y vámonos". Pero ella no respondió. Entonces el varón la levantó, la echó sobre su asno, y se fue a su lugar.

    29. Al llegar a su casa, tomó un cuchillo, y echó mano de su esposa, la despedazó con sus huesos en doce partes, y las envió por todo el territorio de Israel.

    30. Y todo el que lo veía, decía: "Jamás se ha cometido ni se ha visto tal cosa desde que Israel subió de Egipto. Considerad esto, deliberad y dad consejo".