Salmos 129:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 129:1 | Comentario Bíblico Online

1. El salmista expresa la voz del pueblo, y se queja de las penas y angustias sufridas desde su juventud (vv. Sal 129:1-2), es decir, desde su esclavitud en Egipto. De la misma manera que los arados forman en los campos largos surcos, así también los látigos de los capataces habían producido muchos y largos cortes en las espaldas de los israelitas. Muchas veces, Dios permite estos surcos para bien de los suyos, pues en ellos siembra las semillas de su gracia, que después dan fruto apacible de justicia (Heb 12:11); pero los enemigos no intentaban tal beneficio, sino acabar con el pueblo de Dios; ésa es también la intención del diablo, como vemos en el libro de Job. No debe faltar aquí el recuerdo del Señor quien dio su espalda a los que le golpeaban (Isa 50:6), aunque, por nuestros pecados, fue Dios quien dirigió tal azotaina (Isa 53:5, Isa 53:10).

2. Ya desde el principio del salmo, el salmista reconoce que Dios les ha protegido: Sus enemigos no prevalecieron contra Israel (v. Sal 129:2), pues Jehová, justo, fiel a su promesa, cortó los cordeles (lit.) con que los impíos enemigos les tenían esclavizados (v. Sal 129:4). En Job 39:10, el vocablo hebreo usado para «cordeles» indica la soga que ataba al buey al arado.

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