Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 142:1 | Comentario Bíblico Online
1. Véase cómo se queja David ante Dios (vv. Sal 142:1, Sal 142:2). No quiere extender sus manos contra el rey Saúl, pero las extiende hacia Dios en oración: A Él clama, a Él suplica, ante Él expone su queja, ante Él manifiesta su angustia. Nosotros estamos inclinados a guardar en el pecho, por demasiado tiempo, nuestra aflicción, agravándola con nuestra depresión y nuestros temores, mientras que, exponiéndola delante de Dios, podríamos echar toda nuestra ansiedad ante Él, porque Él tiene cuidado de nosotros (1Pe 5:7). Y, en medio de su queja, como quien sabe que Dios no necesita su información, aunque su corazón se alivia al exponerla, dice: «pero tú (enfático en el original) conoces mi senda».
2. A continuación expone el motivo de su queja (vv. Sal 142:3-4): Le han tendido un lazo en el camino (comp. con Sal 140:5; Sal 141:9). «Mira a mi diestra, etc.», añade, es decir, al lugar en que debería estar algún protector para defenderle (comp. con Sal 109:31), pero no hay quien quiera reconocerle (lit.) como un amigo a quien se protege y defiende (comp. con Sal 69:20). También el Hijo de David hubo de sufrir congojas y muerte sin que nadie le amparase (v. Mat 26:37.; Mat 26:56 y Mat 27:46).