Salmos 90:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 90:1 | Comentario Bíblico Online

Este salmo lleva por título «Oración de Moisés». Moisés enseñó al pueblo a orar y les puso en la boca palabras que pudiesen usar al dirigirse al Señor. En estos versículos se nos enseña:

1. A dar a Dios la alabanza por los cuidados que dispensa a su pueblo en todo tiempo (v. Sal 90:1): «Señor, tú nos has sido por refugio de generación en generación». Apelan a la benevolencia que desplegó Dios con sus antepasados. Canaán había sido tierra de peregrinación para sus padres los patriarcas, quienes habían vivido allí en tiendas; pero entonces Dios era su refugio y morada y, adondequiera iban, allí estaban como en casa, tranquilos y seguros, en Él. Egipto había sido por muchos años país de esclavitud, pero incluso allí era Dios el refugio de ellos.

2. A dar a Dios la gloria de su eternidad (v. Sal 90:2): «Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo (comp. Pro 8:26), como se da a luz a un niño (esto es lo que sugiere el original, comp. con Deu 32:18), tú ya eras; desde el siglo y hasta el siglo (la forma más expresiva para designar en hebreo la eternidad), tú eres Dios». Contra todas las penalidades que surgen de nuestra condición mortal, hemos de tomar ánimo y consuelo en la inmortalidad de Dios.

3. A reconocer el absoluto y soberano dominio de Dios sobre el hombre, y su poder para disponer de él como le plazca (v. Sal 90:3): «Reduces al hombre hasta convertirlo en polvo, y dices: Volved (a mí; o, más probable, al polvo; comp. Gén 3:19), hijos de los hombres (lit., hijos de Adán). El término hebreo para «hombre», al comienzo del versículo es enosh, que indica la fragilidad del ser humano. Los creyentes hemos de consolarnos con el pensamiento de que, aunque nuestros cuerpos hayan de volver al polvo, resucitarán después en gloria para nunca más morir.

4. A reconocer la infinita desproporción que hay entre Dios y el hombre (v. Sal 90:4): «Porque mil años delante de tus ojos, una longevidad que jamás alcanzó ningún ser humano, son como el día de ayer que pasó (citado en 2Pe 3:8); menos aún: como una de las vigilias una tercera parte de la noche, es decir, tres horas». Entre un minuto y un millón de años hay alguna proporción, pero entre el tiempo y la eternidad no hay ninguna. Recuerden esto los que objetan sobre la tardanza del Señor en volver.

5. A ver la fragilidad del hombre y su vanidad aun en medio de su mejor estado (vv. Sal 90:5, Sal 90:6); consideremos bien la vida humana y veremos que es la vida de un moribundo: «Los arrebatas como con torrente de aguas. Tan pronto como nacen, comienzan a morir, y cada día nos va acercando a la muerte. Somos arrastrados como con un torrente y, no obstante, somos como un sueño, que es imagen de la muerte. En otro sentido, podemos decir que, como quienes sueñan, pensamos grandes cosas de nosotros mismos hasta que la muerte nos despierta, y el tiempo pasa sin que nos demos cuenta, como les pasa a los que sueñan; somos como la hierba o la flor de un día (vv. Sal 90:5, Sal 90:6, comp. con Job 14:2): lozanos en la mañana de la juventud, y marchitos en la tarde de la vejez; a veces, la guadaña de la muerte nos corta en plena juventud y aun en la infancia, pues la Parca no avisa cuando viene.

Salmos 90:1 explicación
Salmos 90:1 reflexión para meditar
Salmos 90:1 resumen corto para entender
Salmos 90:1 explicación teológica para estudiar
Salmos 90:1 resumen para niños
Salmos 90:1 interpretación bíblica del texto