Significado de MIQUEAS, LIBRO DE Según La Biblia | Concepto y Definición

MIQUEAS, LIBRO DE Significado Bíblico

¿Qué Es MIQUEAS, LIBRO DE En La Biblia?

Libro que lleva el nombre del profeta del siglo VIII a.C. y que contiene algunos de sus mensajes. Ver Miqueas.
Trasfondo histórico
En la época de Miqueas se produjeron muchas crisis políticas y nacionales. Miqueas se refirió a esos temas. El Imperio Asirio comenzó a controlar el antiguo Cercano Oriente aprox. en el 740 a.C. Judá e Israel se convirtieron en tributarios de este nuevo poder político, y en el 722 a.C. Israel padeció el embate del ejército asirio. Salmanasar V y Sargón II destruyeron el Reino del Norte y su capital, Samaria (2Re 16:1-20; 2Re 17:1-41), tras un intento de rebelión. Los registros de Sargón II declaran que “sitió y conquistó Samaria, (y) se llevó un botín de 27.290 habitantes del lugar”. Si bien Judá sobrevivió, continuaron siendo vasallos. Miq 1:2-7 alude a la destrucción inminente de Samaria como resultado del juicio de Dios por la idolatría del pueblo. El rey Ezequías de Judá implementó muchas reformas que provocaron la reacción del rey asirio Senaquerib. Muchas ciudades de Judá fueron destruidas y Jerusalén fue sitiada sin éxito (2Re 18:1-37; 2Re 19:1-37). Los anales de Senaquerib hacen alarde de que el rey sitió 46 ciudades e incontables aldeas pequeñas. Tomó como botín 200.150 personas y sus ganados. Senaquerib se refiere a Ezequías diciendo: “A él lo encarcelé en Jerusalén, su residencia real, como a un ave en una jaula”. A pesar de que Jerusalén no pudo ser tomada, los ciudadanos del Reino del Sur padecieron tremendamente a causa de la invasión.
El mensaje del profeta
Los temas de los mensajes de Miqueas revelan muchas verdades sobre la sociedad de su tiempo. Denunciaba constantemente la opresión de los pobres a manos de los ricos. Describía a los ricos diciendo que maquinaban cómo hacer para quitarles tierras a los pobres (Miq 2:1-5). Echaban a la gente de la casa y le robaban las pertenencias. Los que cometían esos delitos eran los mismos israelitas (Miq 2:6-11). El mercado estaba repleto de engaño e injusticia (Miq 6:9-16). Los gobernantes del país, responsables de administrar justicia, hacían lo opuesto (Miq 3:1-4).
Miqueas también denunció las prácticas religiosas de la nación. Predijo la destrucción de Judá como un acto de justicia divina. No obstante, otros profetas hicieron que la gente no creyera que esto pudiera suceder porque Dios habitaba en la nación y la protegería. Miqueas advirtió que el mensaje de los otros profetas no provenía de Dios. En cambio, el mensaje divino era que Judá sería inmediatamente devastada (Miq 3:5-12).
Aun cuando el pueblo adoraba a otros dioses, no había dejado de creer en el Dios de Judá ni de adorarlo, si bien combinaba esta adoración con la devoción a otras deidades (Miq 5:10-15). El pueblo creía que lo único que requería la religión era presentar sacrificios y ofrendas en el templo. No existía relación alguna entre la actividad en el templo y la forma de proceder en la vida diaria. Miqueas intentó corregir este concepto equivocado declarando que a Dios no solo le importa el acto físico de ofrecer un sacrificio sino que también está especialmente interesado en la obediencia manifestada en la vida diaria (Miq 6:6-8).
Miqueas advirtió sobre el juicio inminente que pendía sobre el pueblo de Dios a causa de la desobediencia. Al mismo tiempo proclamaba mensajes de esperanza. El juicio vendría pero luego Dios restauraría a un remanente del pueblo que estaba consagrado a Él (Miq 4:1-13; Miq 7:14-20). A diferencia de los reyes injustos a los que estaba acostumbrado el pueblo, Dios enviaría un rey que permitiría que la gente viviera en paz (Miq 5:1-5). Finalmente, los babilonios destruyeron Judá en el 586 a.C., pero un remanente regresó. Mateo consideró que la esperanza de Miqueas respecto a un nuevo rey constituía una descripción de Cristo (Mat 2:6). Ver Acaz; Asiria; Ezequías; Israel; Jerusalén; Profecía, profetas; Samaria.
Bosquejo
I. La Palabra de Dios testifica contra todo el pueblo (Miq 1:1-2)
II. Dios juzga a Su pueblo por los pecados de este (Miq 1:3-16; Miq 2:1-13; Miq 3:1-12)
A.  Dios juzga la infidelidad religiosa (Miq 1:3-16)
B.  Dios juzga la injusticia económica (Miq 2:1-5)
C.  Dios juzga la predicación falsa (Miq 2:6-11)
D. El juicio de Dios contempla la restauración del remanente (Miq 2:12-13)
E. Dios juzga a los líderes injustos (Miq 3:1-4)
F. Dios juzga a los que predican paz y prosperidad para los pecadores (Miq 3:5-7)
G.  Dios juzga a través de Su mensajero lleno del Espíritu (Miq 3:8)
H. Dios juzga a los funcionarios corruptos y codiciosos (Miq 3:9-12).
III. Dios promete un día de paz y adoración internacional (Miq 4:1-13; Miq 5:1-15)
A.  Dios planea que Su pueblo enseñe los caminos divinos a las naciones (Miq 4:1-5)
B.  Dios planea redimir y gobernar a Su remanente debilitado (Miq 4:6-11)
C.  Dios planea mostrarle al mundo Su gobierno universal (Miq 4:12-13)
D. Dios planea levantar un Pastor en Belén para darle paz y victoria a Su rebaño hostigado (Miq 5:1-9)
E. Dios planea destruir las armas y la idolatría de Su pueblo (Miq 5:10-15)
IV. Dios presenta acusaciones contra Su pueblo (Miq 6:1-16; Miq 7:1-6)
A.  Dios ha hecho Su parte, redimir a Su pueblo (Miq 6:1-5)
B.  Las expectativas de Dios son claras: justicia, misericordia y humildad (Miq 6:6-8)
C.  El pueblo de Dios no satisfizo Sus expectativas (Miq 6:9-12)
D. El castigo de Dios se le aplicará a un pueblo corrupto (Miq 6:13-16; Miq 7:1-6)
V. Dios con justicia, amor y fidelidad perdonará y restaurará a Su pueblo (Miq 7:7-20)
A.  El pueblo de Dios puede confiar en Él para obtener salvación (Miq 7:7)
B.  El pueblo de Dios que se arrepiente puede esperar días mejores en el futuro (Miq 7:8-14)
C.  Los enemigos de Dios enfrentan un juicio vergonzoso (Miq 7:15-17)
D. El Dios incomparable de paciencia, misericordia, compasión y fidelidad perdonará y restaurará a Su pueblo (Miq 7:18-20)

Scott Langston

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí