Significado de PROSTITUCIÓN Según La Biblia | Concepto y Definición

PROSTITUCIÓN Significado Bíblico

¿Qué Es PROSTITUCIÓN En La Biblia?

Prestación de servicios sexuales por dinero. Es el resultado de una concepción en que los hombres insisten en la pureza sexual de sus esposas e hijas, en tanto que desean tener acceso carnal a otras mujeres. Esta dinámica se ve claramente en Gén 38:1-30. Judá, pensando que su nuera Tamar era una prostituta, tuvo relaciones sexuales con ella pero, al enterarse de que estaba embarazada como resultado de “hacerse pasar por prostituta”, exigió que la quemaran. Oseas criticó la actitud que pedía castigo para las prostitutas (y para las mujeres que cometían adulterio) mientras que se toleraba a los hombres que cometían esos actos (Ose 4:14). Debido a esta norma que se aplica con algunos y con otros no, la prostituta ha tenido una posición ambigua en la sociedad. En el antiguo Israel se la toleraba (siempre y cuando no estuviera casada), pero su profesión no era aceptada socialmente. Los hijos de las prostitutas padecían de arbitrariedades sociales en su contra (Jue 11:2).
Aunque el AT no registra leyes que prohibieran que los hombres visitaran a prostitutas y usaran sus servicios, hay sólidos consejos en contra de tal comportamiento (Pro 23:27-28; Pro 29:3). El libro apócrifo de Eclesiástico hace advertencias similares (Sir 9:3-9; Sir 19:2).
El Código de Santidad prohibía a los padres israelitas convertir a sus hijas en prostitutas (Lev 19:29), lo cual tal vez haya sido tentador durante tiempos de mucha pobreza. Es probable que la mayoría de las prostitutas en Israel estuviera constituida por mujeres extranjeras o cananeas.
Jesús les advirtió a los líderes religiosos de Su época que las prostitutas entrarían al reino antes que ellos (Mat 21:31), no porque aprobara la prostitución sino porque las prostitutas no tenían pretensiones de superioridad moral que les impedía arrepentirse a los líderes religiosos. Pablo les recordó a los cristianos de Corinto que su cuerpo era templo del Espíritu Santo; por lo tanto, debían abstenerse de la inmoralidad, incluyendo las relaciones sexuales con prostitutas (1Co 6:15-20).
El término “prostitución cúltica” se usa frecuentemente para referirse a ciertas prácticas en los cultos cananeos de fertilidad, incluso el culto a Baal. Esta práctica y las creencias en que se basaba eran incompatibles con el monoteísmo y con la naturaleza del Dios de Israel. Los términos qadash (masc.) y qedeshah (fem.), de la palabra que significa “sagrado”, se traducen por lo general “prostituto del culto” (o “sodomita”). El término masculino probablemente se use también en sentido genérico para referirse tanto a prostitutas como a prostitutos cúlticos. Tales prostitutos actuaron en el templo de Jerusalén en varios momentos de la historia de Israel y fueron eliminados durante los períodos de reformas religiosas (1Re 14:24; 1Re 15:12; 1Re 22:46; 2Re 23:7). La prostitución cúltica está prohibida en el código legal deuteronómico (Deu 23:17-18). Ver Fertilidad, Cultos a la.
La presencia de prostitutas “seculares” y “cúlticas” les dieron a los profetas una poderosa metáfora para la infidelidad del pueblo hacia Dios. El pacto se ilustraba como un matrimonio entre el Señor y Su pueblo. El interés continuo de este en otros dioses, especialmente en Baal, se veía como forma de prostitución. Esta idea se presenta gráficamente en Eze 16:1-63 (comp. Eze 23:1-49). Como la esposa del Señor se ha convertido en ramera, será castigada como tal. Oseas también atacó la atracción de los israelitas hacia la religión de la fertilidad de Canaán definiéndola como prostitución. Sintió el llamado de Dios a casarse con una ramera (Ose 1:2), una acción simbólica (o lección objetiva) que representaba la relación de Dios con Israel. El amor de Oseas por su esposa infiel y prostituida era análogo al amor de Dios por la Israel infiel.
El libro de Apocalipsis amplía la imagen de la ramera y la lleva a Roma, a la que compara con una mujer con vestidos escarlata y joyas a la que acuden los reyes de la tierra (Apo 17:1-6). Ver Prostituta.

Wilda W. Morris

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