1 Corintios 12:27 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de 1 Corintios 12:27 | Comentario Bíblico Online

1. El apóstol hace brevemente la aplicación general, al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, de la ilustración que ha empleado, basada en la unidad y variedad del organismo humano.

(A) Resume concisamente la relación que guardan los creyentes con Cristo, y unos con otros (v. 1Co 12:27): «Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno por su parte». La relación que cada uno guarda con Cristo-Cabeza hace que cada uno guarde una relación de co-miembro con todos los demás.

(B) Expone la variedad de ministerios y oficios instituidos por Cristo. Dice Pablo que Dios los puso (el mismo verbo de Jua 15:16) en la iglesia, porque Dios el Padre es el que designa y hace el llamamiento (comp. con 1Co 1:1), mientras que el Espíritu distribuye los dones (vv. 1Co 12:4, 1Co 12:7, 1Co 12:8), y Cristo regala (v. Efe 4:11) a la Iglesia los ministros llamados por el Padre y dotados por el Espíritu. La lista es distinta de la de los versículos 1Co 12:8-10, pues allí se hablaba de dones, y aquí se habla de personas que poseen los dones y los ejercen. Nótense los siguientes detalles:

(a) A los dones (los primeros) de sabiduría y conocimiento para exponer rectamente la Palabra (v. 1Co 12:8), corresponden aquí (v. 1Co 12:28), también a la cabeza de los demás, y numerados explícitamente («primero, segundo, tercero»), por orden de dignidad e importancia (comp. con Efe 4:11), tres ministerios: «Apóstoles, profetas y maestros». Es probable que el vocablo apóstoles incluya aquí, además de los Doce, a Pablo y otros siervos de Dios que colaboraban en la evangelización y en la fundación de iglesias (Bernabé, Timoteo, Tito, etc.). Los «pastores» de Efe 4:11 entran, en parte, en los maestros de aquí, y en parte también, en los equipados con dotes de gobierno.

(b) El resto de la lista del versículo 1Co 12:28, encabezados, no por un «cuarto», sino «después», lo que da idea de que estaban subordinados a los tres géneros de ministerio mencionados primeramente, así como su carácter secundario, accesorio, para edificación de la iglesia, NO APARECEN YA EN FORMA PERSONAL, sino impersonalmente, de la forma siguiente: «después poderes (don de hacer milagros, comp. con v. 1Co 12:10), después carismas de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas» (lit.).

(c) No se citan aquí los dones de discernimiento de espíritus (v. 1Co 12:10), pues se le supone en los apóstoles y en los profetas (v. por ej. Hch 5:3.; Hch 14:9; Hch 16:18), ni el de interpretación de lenguas (v. 1Co 12:10), pues se le supone incluido en el don de lenguas. De este último dice M. Henry: «El último de todos estos dones en lugar y rango es la diversidad de lenguas. Es, de suyo, el menos útil y el menos importante de todos estos dones. Los corintios se daban a sí mismo excesivo valor a causa de este don … Es cosa demasiado corriente que los hombres se den a sí mismos el más alto valor en lo que tiene menos valor».

(d) Por «ayudas» (gr. antilémpseis), parece darse a entender el don de ciertos hermanos con capacidad especial para asistir a pobres y enfermos de la congregación, dispensándoles el necesario consuelo y aun la ayuda económica en la forma más discreta y, al mismo tiempo, más llena de calor y afecto cristiano.

(e) Por «gobernaciones», es decir, dotes de gobierno, se entiende los líderes de la congregación, los que ejercen el pastorado en forma de ancianos o sobreveedores. Aunque es un oficio digno de toda honra y consideración, nótese su colocación ¡en penúltimo lugar!, mientras que el ministerio de la Palabra está, personalmente, entre los primeros (concretamente, el tercero). El vocablo griego procede de kubernétes, con el que se designaba al piloto de una nave.

(C) Por medio de una serie de preguntas (vv. 1Co 12:29, 1Co 12:30), el apóstol hace ver que no todos los miembros de la congregación poseen todos los dones; en otras palabras: De la misma forma que el Espíritu reparte los dones a cada uno en particular según su voluntad (v. 1Co 12:11), también ha de contentarse cada uno con el don que de Dios ha recibido, de forma que lo use con la mayor diligencia posible y sin envidiar los dones de los demás hermanos. Por cierto, lo de «¿acaso hablan todos en lenguas?» es algo que no puede esgrimirse como argumento contra los hermanos de la denominación pentecostal y a favor de la restricción que tal expresión parece indicar dentro de los fenómenos carismáticos, pues dichos hermanos lo conectan, no con este versículo ni con el tema del capítulo 1Co 14:1-40, sino con Mar 16:17 y Hch 2:4. Ahora bien:

En cuanto a Mar 16:18, véase el comentario a dicho lugar. Sólo hemos de añadir que muchos, y muy santos, creyentes han muerto envenenados y mordidos por serpientes y otras alimañas. Por lo que tal versículo (que, además, no figura en los mejores MSS) no puede aplicarse a todos los creyentes ni a todas las épocas.

Con respecto a Hch 2:4, compárese con Hch 10:46; Hch 19:6, así como con Hch 8:17, aunque aquí no se dice explícitamente, el fenómeno comportaba una finalidad particular: mostrar que, en todos esos casos, los que recibían ese don formaban parte de la comunidad de creyentes sobre los que, el día de Pentecostés, había descendido el Espíritu Santo. Con todo, permítaseme hacer tres observaciones (no exijo que todos compartan mi opinión; este tema no debería fomentar la división entre los creyentes sinceros de distintas denominaciones):

Primera: Este fenómeno, como otros también extraordinarios, cooperaba a la expansión del Evangelio en una época en que el canon del Nuevo Testamento no estaba redactado, ni completado ni admitido con seguridad por todos (v. a este respecto, el comentario a 13:8).

Segunda: El fenómeno exigiría la llenura del Espíritu Santo. Pero no todos los creyentes son llenos del Espíritu Santo; de lo contrario, no podrían existir creyentes carnales. El sello del Espíritu se imprime sobre todos los creyentes (Efe 1:13; Efe 4:30), pero el sello se distingue claramente de la llenura (v. Efe 5:18).

Tercera. Nadie puede dudar de que ha habido, y hay, muchísimos siervos de Dios y de eximia espiritualidad, llenos realmente del Espíritu Santo, de quienes no consta que hablasen jamás en lenguas. Muchos de los que actualmente viven no pertenecen a la denominación pentecostal.

Recuérdese, sobre todo, lo que dijimos al comienzo del presente capítulo.

2. El apóstol finaliza este capítulo con una especie de «indirecta», que, en realidad, es una exhortación a desear celosamente los dones mejores (v. 1Co 12:31), es decir, los que más aprovechan para la edificación de la iglesia. Pero hay todavía algo mejor, indispensable, que los mejores dones: «Y yo os voy a mostrar todavía un camino más excelente» (v. 1Co 12:31). El griego kath hyperbolén da a entender claramente que el amor (v. todo el cap. 1Co 13:1-13) es el camino (es decir, el modo de conducirse) por excelencia, no para obtener los mejores dones, como algunos opinan, sino para la necesaria espiritualidad personal, como vamos a ver en el capítulo siguiente.

1 Corintios 12:27 explicación
1 Corintios 12:27 reflexión para meditar
1 Corintios 12:27 resumen corto para entender
1 Corintios 12:27 explicación teológica para estudiar
1 Corintios 12:27 resumen para niños
1 Corintios 12:27 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí