2 Samuel 15:13 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de 2 Samuel 15:13 | Comentario Bíblico Online

I. David se entera de la rebelión de Absalón (v. 2Sa 15:13). Ya era mala noticia el que Absalón se hubiese sublevado, pero todavía era peor el que el corazón de todo Israel se fuese tras Absalón. La expresión no significa una totalidad, sino (según el estilo hebreo) una mayoría. Los príncipes astutos procuran ganarse el corazón de sus súbditos, porque, si tienen el corazón, también tendrán su bolsillo y sus brazos a su servicio.

II. David se alarma ante esto y toma las precauciones necesarias. Podemos imaginarnos que se quedaría como herido por un rayo al saber que aquel hijo a quien tanto amaba se había levantado en armas contra él. ¡Hijo ingrato y desnaturalizado! David no reunió consejo, sino que encomendándose únicamente al Dios que le había otorgado la corona y al instinto de su propio corazón, resolvió abandonar inmediatamente Jerusalén (v. 2Sa 15:14). Su, al parecer, extraña resolución se explica: 1. Como la de un penitente que se somete a la vara de la justicia correctiva de Dios, o: 2. Como la de un político-militar. Jerusalén era una gran ciudad, pero difícil de defender, pues era demasiado extensa para ser custodiada por una guarnición tan menguada como la que le quedaba. 3. Como la de un benigno pastor de su pueblo, que no quería ver a la ciudad santa hecha escenario de guerra y expuesta a las calamidades de un asedio.

III. Su precipitada fuga de Jerusalén. 1. Se marchó de Jerusalén a pie, mientras su hijo Absalón disponía de numerosos carros y caballos. 2. Tomó consigo a su familia (v. 2Sa 15:16): sus mujeres y sus hijos, a fin de protegerles en estas horas de peligro, y para que ellos le sirvieran de consuelo en este día de aflicción. 3. Tomó también consigo a los miembros de su guardia personal, los cereteos y los peleteos, quienes estaban bajo el mando de Benayahu, y los gueteos, bajo el mando de Itay (v. 2Sa 15:18). Estos gueteos, de nacimiento filisteos, habían conocido a David durante la estancia de éste en Gat y se habían adherido a él, y abrazada la religión judía, después de haber visto la virtud y piedad de David. Así que le fueron leales en esta aflicción. 4. Con él salieron también de Jerusalén todos cuantos le eran afectos, y se detuvieron en un lugar distante (v. 2Sa 15:17), para reagruparse y para que David pasase revista a sus fuerzas. No obligó a nadie a seguirle. Tampoco Cristo quiere alistar en sus filas, sino a voluntarios. 5. Sólo dejó diez mujeres concubinas, para que guardasen la casa (v. 2Sa 15:16). De ellas abusaría luego Absalón (2Sa 16:22), en señal de su derecho al trono y en cumplimiento de la profecía de Natán (2Sa 12:11, 2Sa 12:12).

IV. Conversación de David con Itay, que estaba al frente de los gueteos.

1. David trató de disuadirle de que le siguiera (vv. 2Sa 15:19, 2Sa 15:20). (A) Quería ponerle a prueba, por ver si le seguía de corazón o si estaba más inclinado hacia Absalón. O, al ser extranjero, no quería mezclarle en este asunto de familia. Así que le pide que se vuelva a Jerusalén y se ponga a las órdenes del nuevo rey (v. 2Sa 15:19). Notemos que David llama «rey» a Absalón, y no hay motivo para sospechar que hable así por ironía, sino al responder a la triste realidad del momento. (B) Si era fiel a David, no quiere exponerle a los peligros en que él mismo se encuentra: «Ayer viniste, ¿y he de hacer hoy que salgas errante con nosotros?» (v. 2Sa 15:20). Las almas generosas están más preocupadas por el peligro en que puedan hallarse otros por su causa que por el peligro que ellas mismas puedan correr al compartir las aflicciones de otros. Y le despide con una bendición: «Haya contigo misericordia y verdad» (lit.). Así dice el texto hebreo, pero es preferible la traducción de los LXX, pues expresa mejor el sentido del original: «Jehová te muestre amor permanente y fidelidad». Así como David dependía de la misericordia y de la fidelidad para su consuelo y felicidad, así también las desea para sus amigos (v. Sal 61:7).

2. Pero Itay resuelve valientemente no abandonarle (v. 2Sa 15:21): «Vive Dios, y vive mi señor el rey, que o para muerte o para vida, donde mi señor el rey esté, allí estará también su siervo». Tres cosas son de notar aquí: (A) A pesar de que David mismo ha llamado «rey» a Absalón, Itay llama repetidamente a David «mi señor el rey». (B) Nótese el parecido de estas frases con las de Rut a Noemí (Rut 1:16, Rut 1:17). (C) Mientras el hijo ahora primogénito de David se subleva contra su padre, este extranjero se adhiere a David con todo su corazón. Así, debemos nosotros adherirnos al Hijo de David de todo corazón para que ni la vida ni la muerte nos separe de su amor (Rom 8:38, Rom 8:39).

V. El pueblo que sigue a David comparte su aflicción. Cuando él y los que le seguían pasaron el torrente de Cedrón (v. 2Sa 15:23), el mismo que Cristo pasó para comenzar sus sufrimientos (Jua 18:1) al camino que va al desierto, es decir, entre Jerusalén y Jericó, todo el país lloró en alta voz. Ver a un príncipe tal, reducido a esta estrechez, forzado a abandonar su palacio y a huir con temor de perder la vida, con una pequeña escolta, buscar refugio en el desierto, y ver la ciudad de David, la que él mismo conquistó, edificó y fortificó, ser una morada insegura para él mismo, por fuerza había de suscitar el llanto y el lamento de todo el país.

2 Samuel 15:13 explicación
2 Samuel 15:13 reflexión para meditar
2 Samuel 15:13 resumen corto para entender
2 Samuel 15:13 explicación teológica para estudiar
2 Samuel 15:13 resumen para niños
2 Samuel 15:13 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí