Martes, 6 de junio de 2006

  Incapaz, decepcionado

 

Léase Lucas 13.10-17

Había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad.

 

-Lucas 13.11 (RVR)

Muchas personas viven con limitaciones físicas que son fáciles de ver. Cuando vemos personas con esas limitaciones, sabemos que requieren asistencia o ayuda especial.

Muchos más sufren limitaciones que no son visibles. Lo sé. Yo tengo dos: una perdida de audición severa y un trastorno por déficit de atención. A veces necesito comprensión de quienes me rodean debido a mis limitaciones. Pero, como no se ven, a menudo las personas no entienden mis necesidades. Veo la frustración en mí y en quienes me rodean, y me decepciona.

En este relato de Lucas, la mujer desea buscar la gracia sanadora de Dios a pesar de la decepción que debe abrumarla por sus años de sufrimiento. Jesús tuvo compasión de su sufrimiento, así como tiene compasión del sufrimiento que puede marcar nuestros espíritus: corazones quebrantados, relaciones de abuso, divorcios, la muerte de un ser querido, enojo con Dios, la enfermedad que consume nuestros cuerpos. Dios no nos abandona durante los períodos de sufrimiento, sino que nos ofrece el toque sanador de su amor.

 

Sr. Lou Storm (Texas, EUA)

 

Oración:

Oh Dios, gracias por venir a nosotros con tu toque suave: cuando pedimos y hasta cuando no pedimos. Amén.

 

 

PENSAMIENTO PARA EL DÍA ¿Quién está conmigo en cada momento en que me siento decepcionado/a?

 

 

OREMOS:

Por quienes tienen el espíritu quebrantado.