¿Cómo resistir las tentaciones? Una guía práctica para los cristianos

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¿Cómo resistir las tentaciones? Una guía práctica para los cristianos

Cómo resistir tentaciones desde una perspectiva Bíblica: Guía práctica y consejos útiles

Todos enfrentamos tentaciones durante toda nuestra vida. La tentación puede ser definida como la atracción o el deseo de hacer algo que sabemos que está mal o que nos aleja de Dios y su palabra. La tentación puede venir de 3 fuentes principales: nuestro propio corazón, del mundo o del diablo. La tentación no es un pecado en sí misma, pero si cedemos a ella, podemos caer en el pecado y sus terribles consecuencias. “No olvides que la paga del pecado es la muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor”.

La Biblia nos dice que Dios no tienta a nadie y mucho menos puede ser tentado por el mal (Santiago 1:13). Dios no quiere que pequemos ni nos pone trampas para hacernos caer. Al contrario, Dios nos prueba para fortalecer nuestra fe y nuestro carácter. Dios permite que seamos tentados, pero también nos da la salida y la gracia para resistir (1 Corintios 10:13).

Muchas veces nosotros mismos nos exponemos a la tentación o le damos lugar al diablo para que nos tiente. La Biblia nos advierte que no debemos entrar en la zona de peligro ni darle lugar al diablo (Efesios 4:27). Debemos estar alertas y vigilantes, porque el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).

¿Qué busca la tentación según la Biblia?

La tentación busca engañarnos, seducirnos y esclavizarnos. La tentación nos ofrece placeres pasajeros a cambio de nuestra obediencia a Dios. La tentación nos hace creer que podemos ser felices sin Dios o que podemos servir a dos señores. La tentación nos hace dudar de la bondad y la fidelidad de Dios. La tentación nos lleva a la desobediencia, al egoísmo, a la incredulidad y a la rebelión.

¿Qué Es La Tentación Según La Biblia?

La tentación es una prueba o un desafío que se presenta delante de nosotros para que elijamos entre hacer lo bueno o lo malo. Según la Biblia, la tentación proviene de tres fuentes: el mundo, la carne y el diablo.

La palabra griega para tentación en la Biblia es peirasmos, o en su forma verbal peirazo. Según el diccionario griego Bíblico, su significado básico es el de “probar” o “poner a prueba”. Así, la tentación puede referirse tanto a una situación que desafía el carácter o la fe de una persona, como a una instigación o estímulo que induce al mal o al pecado.

La Biblia muestra que Dios puede permitir la tentación como una forma de probar la fidelidad y la obediencia de sus hijos, pero que Él nunca tienta a nadie a hacer el mal, sino que provee la gracia y la salida para resistir y vencer la tentación. Por otro lado, Satanás es el tentador por excelencia, que busca engañar y seducir a las personas para que se aparten de Dios y caigan en la condenación. Jesús mismo fue tentado por el diablo en el desierto, pero resistió todas sus tentaciones con la Palabra de Dios y el principio del: «Escrito está». La Biblia nos enseña a orar para no caer en tentación y a estar vigilantes y firmes en la fe ante los ataques del enemigo.

El mundo es el sistema de valores y creencias que se opone a Dios y a su voluntad

El mundo nos tienta a conformarnos a sus patrones, a amar las cosas materiales y a buscar la aprobación de los demás. La Biblia nos dice que no amemos al mundo ni las cosas que están en el mundo, porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo (1 Juan 2:15-16).

La carne es nuestra naturaleza humana caída y corrompida por el pecado

La carne nos tienta a seguir nuestros impulsos y pasiones, a satisfacer nuestros deseos egoístas y a vivir según nuestra propia voluntad. La Biblia nos dice que los que viven según la carne no pueden agradar a Dios, porque los pensamientos de la carne son enemistad contra Dios (Romanos 8:5-8).

El diablo es el enemigo de Dios y de su pueblo

El diablo nos tienta a dudar de Dios, a desobedecerle y a rebelarnos contra él. El diablo es el padre de la mentira y el acusador de los hermanos. La Biblia nos dice que resistamos al diablo, y él huirá de nosotros, porque mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo (Santiago 4:7; 1 Juan 4:4).

La Biblia también nos enseña cómo podemos vencer la tentación con la ayuda de Dios

Primero, debemos reconocer que Dios no nos tienta ni permite que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar, sino que siempre nos provee una salida para que podamos escapar (1 Corintios 10:13).

Segundo, debemos confiar en la gracia y el poder de Dios para resistir la tentación, sabiendo que él es fiel y que nos ha dado su Espíritu Santo para guiarnos y fortalecernos (2 Corintios 12:9; Gálatas 5:16).

Tercero, debemos meditar en la Palabra de Dios y guardarla en nuestro corazón, para que no pequemos contra él (Salmo 119:11).

Cuarto, debemos orar sin cesar y pedirle a Dios que nos libre del mal (Mateo 6:13; Lucas 22:40).

Quinto, debemos huir de las situaciones y las personas que nos inducen al pecado y buscar la comunión con los que aman a Dios (1 Corintios 6:18; Hebreos 10:24-25).

¿Qué podemos hacer para vencer la tentación?

Aquí te presentamos cinco pasos prácticos basados en la Palabra de Dios:

1) Reconoce tu debilidad y tu necesidad de Dios

No confíes en tu propia fuerza ni sabiduría. Admite que sin Dios nada puedes hacer y que eres propenso a caer. Humíllate delante de Dios y pídele perdón por tus pecados. Reconoce que solo él puede librarte del mal y darte la victoria.

2) Huye de la tentación y evita las ocasiones de pecar

No te acerques al fuego si no quieres quemarte. No juegues con el pecado ni lo tomes a la ligera. Corta todo lo que te pueda hacer caer o apartar de Dios. Aleja tu vista, tu mente y tu corazón de lo que te tienta. Busca la compañía de personas que te ayuden a crecer en tu fe y te animen a hacer el bien.

3) Resiste al diablo y rechaza sus mentiras

No le des entrada ni le creas nada. Recuerda que él es el padre de la mentira y el acusador de los hermanos. Usa la armadura de Dios para defenderte de sus ataques (Efesios 6:10-18). Usa la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, para contrarrestar sus engaños. Declara las verdades y las promesas de Dios sobre tu vida.

4) Renuévate en el Espíritu Santo y deja que él te guíe y te controle

No andes según la carne, sino según el Espíritu (Romanos 8:5-6). No apagues ni contristes al Espíritu Santo con tu conducta (1 Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30). Deja que él produzca en ti el fruto del amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio (Gálatas 5:22-23).

5) Alimenta tu fe y tu comunión con Dios

Ora sin cesar y pide a Dios que te ayude a vencer la tentación (Mateo 26:41). Lee y medita en la Biblia todos los días y guarda su palabra en tu corazón. Recuerda que, basura que entra, basura que sale, así que debes guardar contra todo y todos, la palabra de Dios.

La tentación es una realidad inevitable en nuestra vida cristiana, pero no es una excusa para pecar. Al contrario, es una oportunidad para demostrar nuestro amor y fidelidad a Dios, para crecer en santidad y madurez espiritual y para dar testimonio de su gracia y poder ante el mundo.

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