Significado de JUAN, EVANGELIO DE Según La Biblia | Concepto y Definición

JUAN, EVANGELIO DE Significado Bíblico

¿Qué Es JUAN, EVANGELIO DE En La Biblia?

Cuarto Evangelio del NT, diferente de los Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas).
Autor
La antigua tradición cristiana indica que fue escrito por Juan, el discípulo hijo de Zebedeo. El Evangelio declara haber sido escrito por el discípulo amado, personaje del cual no se da el nombre y solo se menciona en este Evangelio (Jua 21:20-24). El discípulo amado y autor de este Evangelio es casi con seguridad Juan, el hijo de Zebedeo, pero existen dudas ya que no se lo menciona específicamente.
Diferencia con los sinópticos
El Evangelio de Juan es distinto de los otros tres Evangelios, los Sinópticos. En primer lugar, Juan omite eventos y referencias que son de extrema importancia en los otros. No describe el bautismo de Jesús ni el partimiento del pan ni el compartir de la copa en la última cena. En Juan, Jesús se refiere al reino de Dios en una sola conversación (Jua 3:3-6), mientras que el reino es un tema central de la predicación de Jesús en los Sinópticos. En Juan, Jesús no realiza exorcismos ni sana leprosos. Si bien Jesús realiza varios milagros, por lo general frente a multitudes en los Sinópticos, Juan registra siete “señales” que apuntan a la identidad de Jesús. Juan no registra ni una sola parábola, que son los pilares en la predicación de Jesús en los Sinópticos. En segundo lugar, el ministerio de Jesús en Juan registra conversaciones con ciertas personas como Nicodemo (Jua 3:1-36), la mujer samaritana (Jua 4:1-54) y los discípulos en el aposento alto (Jua 13:1-38; Jua 14:1-31; Jua 15:1-27; Jua 16:1-33; Jua 17:1-26); pero no registra mucho más de la predicación pública de Jesús.
Juan brinda mucha información que los sinópticos omiten. Más del 90% de Juan es material exclusivo. Jesús realiza al menos cuatro visitas a Jerusalén (Jua 2:13; Jua 5:1; Jua 7:10; Jua 12:12). Los Sinópticos registran solo una. La resurrección de Lázaro solo figura en Juan. Aunque este omite referencias al pan y a la copa en la última cena, registra el lavamiento de los pies de los discípulos. A Jesús se lo menciona como “el Cordero de Dios” solo en Juan, referencia que únicamente se repite en Apocalipsis.
Los agregados más importantes que hace Juan se refieren a la identidad de Jesús y a la naturaleza de la adecuada respuesta a Él. Primero, Juan enfatiza la deidad de Jesús desde el principio del Evangelio. El prólogo afirma que Él es el Verbo (logos) eterno que estaba con Dios y era Dios. Jesús es el Verbo encarnado (Jua 1:14). En el Evangelio de Juan, Jesús emplea la tan significativa frase “Yo soy” en siete oportunidades, con lo cual se arroga el nombre personal de Dios como suyo propio. En Juan, Jesús siempre está al tanto de todo y conoce de antemano lo que pasará. Por ejemplo, declara que Jesús sabía lo que iba a hacer Judas (Jua 6:71). Le informa a Pilato que él no tendría poder sobre Su persona “si no te hubiera sido dado de arriba” (Jua 19:11 LBLA).
Segundo, la enseñanza de Jesús se concentra en la vida eterna y abundante, que es la posesión presente de aquellos que creen (Jua 3:16; Jua 10:10). La vida eterna es conocer a Dios y a Jesucristo (Jua 17:3). Un mayor conocimiento de Dios es resultado de creer en Jesús y de conocerlo. Creer y conocer son dos términos clave para Juan. Ambos aparecen más de 90 veces en este Evangelio. La enseñanza de Jesús en Juan nos recuerda que conocer a Dios y creer en Jesús se expresa con acciones. Es más, mientras creer en Jesús puede estar basado en las señales, los seguidores de Jesús deben procurar una fe más profunda. Él quiere que confíen en Su Palabra (Jua 8:31; comp. Jua 2:23-25).
Contexto
Muchos estudiosos creen que una comunidad que seguía las enseñanzas del discípulo amado experimentó dos movimientos significativos para la época en que se escribió Juan. En primer lugar, hubo un destacado interés en las personas expulsadas de las sinagogas por haber creído en Jesús mientras Él ministró en este mundo (Jua 9:22; comp. Jua 12:42; Jua 16:2). La mayoría de los eruditos afirma que dicho interés indica que estos creyentes tardíos había tenido experiencias similares; quizás mientras vivían en Judea o zonas aledañas. Estos creyentes judíos hallaron consuelo al saber que no fueron los primeros en ser expulsados por haber confiado en Jesús. Segundo, el trasfondo filosófico de ciertas partes de Juan indica que algunos desafíos recientes a la comunidad provinieron de aquellos que, por motivos filosóficos, o rechazaban la encarnación o la importancia de la encarnación. Esta amenaza, que a veces se menciona como “docetismo”, parecía haberse convertido en un problema para la época en que se escribió 1 Juan. El apóstol afirma que Jesús era el Verbo eterno, que había existido desde el principio, y que vino en carne. El Evangelio de Juan apoya la doctrina en cuanto a que Jesús era plenamente humano y plenamente divino.
Contenido
Juan se divide en dos partes principales. En la primera (Jua 2:1-25; Jua 3:1-36; Jua 4:1-54; Jua 5:1-47; Jua 6:1-71; Jua 7:1-53; Jua 8:1-59; Jua 9:1-41; Jua 10:1-42; Jua 11:1-57) el enfoque está dado en el ministerio de Jesús al mundo y las señales que realizó. Fueron siete que recibieron respuestas diferentes. Los discípulos vieron las señales y creyeron (Jua 2:11). Algunos veían las señales y aun así rechazaban a Jesús, como lo muestran aquellos que supieron de la resurrección de Lázaro y ni siquiera así creyeron (Jua 11:47). Además, había algunos como Nicodemo que eran creyentes secretos (Jua 3:1-2; Jua 7:50-51).
La segunda gran parte del Evangelio (Jua 12:1-50; Jua 13:1-38; Jua 14:1-31; Jua 15:1-27; Jua 16:1-33; Jua 17:1-26; Jua 18:1-40; Jua 19:1-42; Jua 20:1-31; Jua 21:1-25) revela la enseñanza de Jesús a Sus discípulos y la hora triunfante de Su pasión. Jesús anticipa a Sus seguidores que experimentarían la presencia de otro Consolador (o “Paracleto”), el Espíritu Santo. Los discípulos deben manifestar su amor a Él obedeciéndolo. Deben vivir como Él vivió. Él es el buen pastor y ellos Sus ovejas que cuando escuchan Su voz lo siguen. Los verdaderos creyentes obedecen a Jesús. Él es la vid y ellos los pámpanos (ramas). La vida y la unidad de los cristianos están en Cristo. Más aún, ellos deben ser conocidos por su amor los unos por los otros, por el amor sacrificial que incluso llega a dar la vida por el prójimo.
El registro que hace Juan sobre la pasión se concentra en el control que Jesús tiene de todos los eventos. Él debe instruir a Sus adversarios sobre cómo arrestarlo (Jua 18:4-8). A Pilato le cuesta decidir, pero Jesús sabe lo que sucederá. El Señor muere como el Cordero y es sacrificado en el mismo momento en que se sacrificaban los corderos para la Pascua (Jua 19:14).
Originalmente Juan pudo haber finalizado en el Jua 20:30-31. En el “epílogo” (cap. Jua 21:1-25) se nos habla de la restauración de Pedro y la predicción de su muerte. También se refuta el rumor de que Juan no moriría antes de la segunda venida.
Propósito
Juan escribió para asegurarles a los creyentes temerosos que debían creer en Jesús y en Sus palabras. Es más, él llama a otros que sienten sed espiritual a que vayan a Aquel que tiene agua de vida. En Él uno encuentra luz, vida y amor. Ver Juan; Juan, Epístolas de; Logos.
Bosquejo
I. Introducción (Jua 1:1-51)
A.  Prólogo (Jua 1:1-18)
B.  El llamado de los doce (Jua 1:19-51)
II. Ministerio de Jesús al mundo (Jua 2:1-25; Jua 3:1-36; Jua 4:1-54; Jua 5:1-47; Jua 6:1-71; Jua 7:1-53; Jua 8:1-59; Jua 9:1-41; Jua 10:1-42; Jua 11:1-57)
A.  Ministerio de Jesús en el “Ciclo Caná” (Jua 2:1-25; Jua 3:1-36; Jua 4:1-54)
1. Primera señal de Jesús en la boda de Caná (Jua 2:1-12)
2. Purificación del templo (Jua 2:13-25)
3. Jesús conversa con Nicodemo (Jua 3:1-21)
4. Juan es testigo de Jesús (Jua 3:22-36)
5. Jesús habla con la mujer samaritana y el noble (Jua 4:1-45)
6. Jesús regresa a Caná (Jua 4:46-54)
B.  Ministerio de Jesús en Jerusalén (Jua 5:1-47; Jua 6:1-71; Jua 7:1-53; Jua 8:1-59; Jua 9:1-41; Jua 10:1-42; Jua 11:1-57)
1. El cojo es sanado en una festividad no identificada (Jua 5:1-47)
2. La Pascua (Jua 6:1-71)
a. Alimentación de la multitud (Jua 6:1-15)
b. Caminar sobre el agua (Jua 6:16-24)
c. Discurso sobre el verdadero pan (Jua 6:25-51)
d. Pelea entre los seguidores (Jua 6:52-71)
3. La confrontación en la fiesta de los tabernáculos (Jua 7:1-53; Jua 8:1-59)
4. La sanidad del hombre que nació ciego (Jua 9:1-41)
5. La fiesta de la dedicación (Jua 10:1-42)
6. La resurrección de Lázaro (Jua 11:1-57)
III. Jesús ministra a los suyos (Jua 12:1-50; Jua 13:1-38; Jua 14:1-31; Jua 15:1-27; Jua 16:1-33; Jua 17:1-26; Jua 18:1-40; Jua 19:1-42; Jua 20:1-31)
A.  Jesús vuelve a Jerusalén para la Pascua (Jua 12:1-50)
B.  Discurso de despedida y última oración (Jua 13:1-38; Jua 14:1-31; Jua 15:1-27; Jua 16:1-33; Jua 17:1-26)
1. Lavamiento de pies a los discípulos (Jua 13:1-30)
2. Jesús enseña en cuanto a Su partida (Jua 13:31-38; Jua 14:1-31; Jua 15:1-27; Jua 16:1-33)
3. Jesús hace Su oración final (Jua 17:1-26)
C.  La Pasión de Jesús (Jua 18:1-40; Jua 19:1-42; Jua 20:1-29)
1. Arresto y juicio de Jesús (Jua 18:1-40; Jua 19:1-16 a)
2. Muerte de Jesús (Jua 19:16 b – Jua 19:17-42)
3. Resurrección de Jesús (Jua 20:1-29)
D. El propósito del Evangelio (Jua 20:30-31)
IV. Epílogo (Jua 21:1-25)

C. Hal Freeman (h)

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