Colosenses 3:12 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Colosenses 3:12 | Comentario Bíblico Online

En esta porción, el apóstol deduce las conclusiones que emergen de la nueva situación: los que están revestidos (v. Col 3:10) del nuevo hombre han de vestirse (v. Col 3:12; el verbo griego es el mismo) de las cualidades que el hombre nuevo ha de manifestar. Lo que en estos versículos leemos, se halla resumido en Efe 4:2, Efe 4:32; Efe 5:1 y Efe 5:2.

1. Eso, dice Pablo, es lo que os corresponde «como escogidos de Dios (v. Col 3:12), santos y amados». (A) «Escogido» o «elegido» es el término que hallamos ya, en este sentido, en Luc 18:7; Rom 8:33; Rom 16:13; mientras que el vocablo de la misma raíz, «elección», aparece en Rom 9:11; Rom 11:5, Rom 11:7, Rom 11:28 y en 1Ts 1:4. El verbo «elegir» sale en Efe 1:4 y 1Co 1:27, 1Co 1:28. Siempre es el resultado del amor gratuito de Dios, dentro de su libre y soberana iniciativa. (B) Como «escogidos de Dios» son, pues, santos, esto es, separados por y para Él como pueblo de su peculio (1Pe 2:9) y amados, hechos objeto especial del amor de Dios.

2. Es este amor que Dios les tiene el que les obliga a amarse, soportarse y perdonarse mutuamente, según se especifica en los versículos Col 3:12-14. Parece como si estuviésemos escuchando al apóstol Juan: «Queridos amigos, puesto que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos mutuamente» (1Jn 4:11, NVI).

(A) Las cualidades que Pablo señala en particular son (lit.) entrañas de compasión, benignidad, humildad, mansedumbre y longanimidad (v. Col 3:12). Las dos primeras se hallan, en forma de adjetivos, en Efe 4:32; las tres últimas, en su propia forma, en Efe 4:2; «benignidad, mansedumbre y longanimidad» forman parte del fruto del Espíritu en Gál 5:22, Gál 5:23. Sus respectivos significados han sido, pues, expuestos en sus lugares citados.

(B) Pablo menciona a continuación (v. Col 3:13) el soportarse mutuamente que ya vimos en Efe 4:2, y el perdonarse mutuamente, que también aparece en Efe 4:32, donde puede verse el comentario, aplicable a este sencillo versículo.

(C) Pero hay una virtud, una cualidad, una gracia, que las corona a todas. Ya la mencionó en Col 2:2, pero ahora dice de ella, como de una rica vestidura que cubre y da valor y brillo a todas las demás (v. Col 3:14): «Y sobre todas estas cosas, sobre todas estas magníficas cualidades, vestíos (el verbo no aparece en el original, pero se suple del v. Col 3:12) del amor, que es ligamento de la perfección» (lit.). Esta última frase es un hebraísmo, equivalente a ligamento perfecto, y puede entenderse de dos maneras:

(a) «Ligamento (o vínculo, como suelen traducir las versiones) que perfecciona, corona y da valor a todas las demás virtudes». En este sentido lo entienden la mayoría de los autores. Dice E. F. Scott: «Sin el ceñidor del amor, todas las demás vestiduras son inútiles», es decir, penden del cuerpo, peligrosamente aflojadas. Moffatt, por su parte, traduce: «El amor es el vínculo de la vida perfecta». Comenta F. F. Bruce: «En Gál 5:6, el amor es el poder motivador de la fe; en 1Co 13:13, es la suprema gracia cristiana; en Rom 13:9., todos los mandamientos se compendian en este mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo . El amor es el cumplimiento de la ley de Dios, porque el amor no le hace al prójimo sino lo que es bueno».

(b) «Ligamento que une perfectamente a los creyentes.» Así lo entendieron Tomás de Aquino y Knabenbauer y, en nuestros días, J. M. González Ruiz. El paralelo de Efe 4:2, Efe 4:3, donde aparece el amor como virtud señera y conectada con el «vínculo (o ligamento) de la paz», teniendo además en cuenta que el versículo siguiente (Col 3:15) habla de la paz de Dios y del llamamiento a un mismo y único cuerpo, presta bastante fuerza a esta opinión.

3. Del amor, pasa el apóstol a mencionar la paz (v. Col 3:15): «Y la paz de Dios arbitre (lit. gr. brabeuéto) en vuestros corazones, a la que también fuisteis llamados en un solo cuerpo y sed agradecidos». Hallamos aquí resonancias de Flp 4:7 (con la variante de que en Fil. el verbo es proteger o custodiar) y de 1Co 12:13. H. Carson comenta bellamente este versículo del modo siguiente: «La paz ha de actuar como árbitro. El verbo que aquí se traduce por gobernar, brabéuo, sirve para describir la actividad del árbitro en los juegos, pues es él quien decide la contienda. Así, en el conflicto interior que inevitablemente habría de acompañar a muchas de sus actitudes, cuando el amor y la amargura contienden por la supremacía, la paz ha de ser el factor que gobierne. La membresía en el único cuerpo de Cristo implica un llamamiento a mantener la paz entre los miembros. Por consiguiente, cada miembro debe ser gobernado por este deseo interior de paz, y esta paz es un don de Cristo». En efecto, véase Jua 14:27.

4. La exhortación siguiente (v. Col 3:16) guarda una extraordinaria semejanza con la que el mismo apóstol hace en Efe 5:19, aunque con la variante, muy significativa, de «la palabra» en vez del «Espíritu»: «Que la palabra de Cristo habite ricamente en vosotros, mientras os enseñáis y aconsejáis unos a otros con toda sabiduría, y cantáis salmos, himnos y cánticos espirituales, dando gracias a Dios en vuestros corazones» (NVI; de manera similar traducen todas las versiones modernas).

(A) En cuanto al comienzo del versículo: («Que la palabra de Cristo habite ricamente, esto es, abundantemente, en vuestros corazones»), dos puntos necesitan aclaración: (a) «La palabra de Cristo» puede tomarse en sentido subjetivo: «lo que Cristo predicó»; o en sentido objetivo: «lo que se predica acerca de Cristo». En favor del sentido subjetivo se pronuncian F. F. Bruce y P. Gutiérrez. Herbert Carson da como probables ambos sentidos. Para el que esto escribe, el sentido objetivo es, con mucho, el más probable: lo que la Iglesia ha de proclamar con respecto a Cristo, es decir, el Evangelio. (b) «En vuestros corazones» puede tener un sentido distributivo: «en el corazón de cada uno de vosotros como individuos»; o colectivo, comunitario: «en el corazón de vosotros en cuanto que formáis la comunidad cristiana». Dice F. F. Bruce a este respecto: «Si uno de los dos (sentidos) ha de ser aceptado, el sentido colectivo podría ser preferido a la vista del contexto. Haya amplio campo para la proclamación del mensaje cristiano y para la enseñanza de las doctrinas cristianas en las reuniones de ellos».

(B) Como hemos visto, la NVI y las versiones modernas traducen el griego en kháriti, no «con gracia» (Reina-Valera), sino «con gratitud» o «con agradecimiento» (o similares), lo cual cuadra mejor con el contexto, ya que la gratitud forma parte primordial (detrás de la alabanza) del culto comunitario, como en Efe 5:19, mientras que la sabiduría se necesita especialmente para enseñar, aconsejar y amonestar (el verbo para aconsejar NVI , o amonestar RV , es el mismo de Col 1:28, y de la misma raíz que la «amonestación» de Efe 6:4), ya que la falta de tacto estropea la eficacia de cualquier amonestación, por muy fundada que se halle en la Palabra de Dios.

5. El apóstol cierra (v. Col 3:17) esta porción con una exhortación de tipo general, que nos recuerda la de 1Co 10:31: «Y todo lo que hagáis, de palabra o de obra, (hacedlo) todo en (el) nombre de(l) Señor Jesús, dando gracias al Dios Padre por medio de Él» (lit.). «Todo lo que hagáis» se entiende, como es obvio, todo lo que no sea pecaminoso. Para el cristiano, no hay áreas «sagradas», distintas de las áreas «profanas»; es su intención (al menos, virtual o implícita) la que debe dirigir toda su conducta para la gloria de Dios y honor del nombre de Cristo. Dice P. Gutiérrez: «Todo cuanto el hombre nuevo piense y obre ha de ser sobrenaturalizado y santificado por la unión con Cristo, en cuya dependencia o autoridad toda la vida del cristiano queda como divinizada». No nos hace falta una casuística perfectamente cuadriculada para cada situación que exija una decisión ética. Siempre que el creyente se ve confrontado con tal decisión, ha de acudir a la Palabra de Dios. Pero no siempre hallará en la Palabra de Dios una respuesta directa a su caso. Lo que debe entonces preguntarse es: ¿Qué es lo mejor que cuadra con mi carácter cristiano? ¿Cómo se portaría Cristo en esta circunstancia particular? Con esta disposición, no ha de caberle duda de que el Espíritu de Cristo le guiará a «lo bueno, lo que le agrada más (a Dios), lo perfecto» (Rom 12:2; NVI).

Colosenses 3:12 explicación
Colosenses 3:12 reflexión para meditar
Colosenses 3:12 resumen corto para entender
Colosenses 3:12 explicación teológica para estudiar
Colosenses 3:12 resumen para niños
Colosenses 3:12 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí