Estudio Bíblico | Explicación de Ezequiel 19:1 | Comentario Bíblico Online
1. Ezequiel recibe orden (v. Eze 19:1) de hacer duelo por la caída de la familia real. Los reyes de Judá son llamados aquí príncipes de Israel, pues su gloria había venido a menos considerablemente.
2. El profeta tiene que comparar el reino de Judá a una leona (v. Eze 19:2). La familia real es como una madre para el reino, una leona feroz, cruel y voraz. Entre los leones, «en medio de las otras naciones poderosas» (Asensio), crió sus cachorros, esto es, enseñó a los príncipes a ser tiranos. Si se hubiesen atenido a la ley y a las promesas de Dios, les habría preservado Él el poder y la majestad del león, como lo ha hecho en Cristo, el León de la tribu de Judá (Apo 5:5), pero estos cachorros de león fueron crueles y opresores. El león era símbolo, dice Fisch, «de Judá y, en especial, del reino de David».
(A) Joacaz, uno de los cachorros, se hizo león joven (v. Eze 19:3); una vez hecho rey, pensó que podía hacer cuanto le viniese en gana, pero no prosperó por largo tiempo en su tiranía (v. Eze 19:4): «Las naciones se juntaron contra él (lit. le oyeron, esto es, oyeron de él); fue tomado en la trampa (lit. fosa) de ellos, como fiera rapaz, y lo llevaron con garfios a la tierra de Egipto».
(B) Aunque los exegetas judíos (también M. Henry) identifican al segundo leoncillo con Joacim, el hermano y sucesor de Joacaz, la mayoría casi unánime de los exegetas modernos lo identifican con Joaquín, el hijo y sucesor de Joacim. Dice Feinberg: «Joacim fue omitido probablemente porque su castigo no fue tan conspicuo como el de los otros (2Re 24:6)». En vez de escarmentar en cabeza ajena, siguió las pisadas de su tío y de su padre (v. Eze 19:6): «subía y bajaba entre los leones correrías bélicas con pretensiones de león (Asensio), … aprendió a arrebatar la presa, devoró hombres, se hizo con las haciendas de sus súbditos y devoraba todo cuanto encontraba a su paso». Varios detalles (vv. Eze 19:7-9), algunos de ellos difíciles de descifrar, podrán ayudar a identificarle:
(a) La frase inicial del versículo Eze 19:7 es difícil de descifrar. El hebreo del texto masorético actual es wayyéda almenothaiw («y conoció sus viudas»). Los autores suelen tomar la segunda palabra como una forma anormal de armenothaiw («sus castillos» o ciudadelas), como en Isa 13:22. «No obstante, se usa comúnmente para el conocimiento carnal; por lo que Rashí y Kimchi lo interpretan como conoció sus viudas , esto es, su política produjo la muerte de gran número de hombres y la violación de sus mujeres» (Fisch).
(b) Con su opresión (v. Eze 19:7), «asoló ciudades; y la tierra quedó desolada (u horrorizada)». Se dice (v. Eze 19:7, al final) que eso ocurrió «al estruendo de sus rugidos», para seguir con la alegoría de la leona y los leoncillos.
(c) Pero con eso no hizo otra cosa que acelerar su propia ruina (v. Eze 19:8). Por cierto, aquí y en el versículo Eze 19:9, hallamos detalles que cuadrarían mejor con la historia de Joacim que con la de Joaquín. Dice Feinberg: «De nuevo las naciones en tomo de Israel se sintieron incitadas a actuar contra el perpetrador de tales hechos, no porque ellas fuesen mejores, sino a causa del juicio de Dios contra el rey. Una declaración de cómo esas naciones se confederaron contra Joacim, el padre de Joaquín, se halla en 2Re 24:2». Véase también 2Cr 36:6. ¿Acumula el autor sagrado en el reinado de Joaquín hechos sucedidos en el reinado de su padre? Ésa puede ser una solución posible, en opinión de este traductor.