¿Hay algún Peligro En Hablar del Diablo Según La Biblia?

¿Es Peligroso Hablar De Satanás Que Dice La Palabra de Dios?

En la Biblia no existe ningún versículo bíblico que diga que hay algún tipo de mal en hablar del diablo. Tampoco que le cause algún daño a la persona por esto.

El Señor Jesucristo fue la persona que más hablo del diablo en toda la Biblia. Él se opuso y siempre denuncio a satanás a lo largo de las escrituras. Además nuestro amado Jesús transmitió órdenes rigurosas a sus discípulos para expulsar demonios. Si deseas leer estos versículos bíblicos puedes leer el libro de Lucas 9:1 y Mateo 10:1.

¿Se recuerdan de los setenta discípulos que Jesús envío? La Biblia dice que ellos regresaron con mucho gozo porque vieron el poder que ellos tenían sobre los demonios (Lucas 10:17). Además cuando Jesús hablo sobre la gran comisión dijo: Y estas señales seguirán a los que crean; en mi nombre echarán fuera demonios (Marcos 16:17).

Una verdad es real, pero mientras menos hablemos de satanás, mayores beneficios él roba del mundo. Si satanás pudiera le encantaría que nadie hable de él y muchos menos de sus obras.

Hay personas que, si hablas del diablo, mueren de miedo y te acusarán de ser muy negativo. Pero, tengo certeza que todo esto es una estrategia del mismo diablo para que la gente no lo nombre y mucho menos hable de él. La gente que ignora estas cosas caen fácilmente en las artimañas del diablo. La gente que tiene la luz de Cristo sabe cómo permanecer fuera y libres de sus fuerzas del mal.

En las áreas y regiones donde el paganismo es evidente, satanás camina con seguridad para matar y destruir, y nadie puede ser capaz de enfrentarlo. En las tierras donde la luz del evangelio es evidente podemos predicar, como Pablo, que no ignoramos sus maquinaciones (2 Corintios 2:11).

El diablo sabe quienes son de Jesús y fácilmente reconoce a quienes son capaces de expulsarlo y quitarlo de la escena. Se dirigió a los siete hijos de Esceva y les dijo: Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? (Hechos 19:15).

Personalmente creo que no debemos discutir con el diablo, sino confrontar sus obras y reprenderlas como dice la Biblia:

no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; Efesios 5:11.

No debemos olvidar que Jesucristo vino a destruir las obras de Satanás (1 Juan 3:8), y nosotros somos de Jesús. Cada día debemos aprender como neutralizarlo de una manera más efectiva. No hablemos de él con miedo, sino que hablemos de él a la luz de la gran victoria de Cristo mediante su muerte y resurrección.

Debemos comprender que estamos protegidos por la sangre de Jesucristo contra todo poder del diablo. Cristo lo prometió a sus discípulos y a nosotros lo siguiente: He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará (Lucas 10:19). Creemos esta promesa y la guardamos con fe en nuestros corazones.