Estudio Bíblico | Explicación de Hechos 18:18 | Comentario Bíblico Online
1. Pablo parte de Corinto (v. Hch 18:18). No se marchó a causa precisamente del incidente referido en los versículos Hch 18:12-17, pues «se quedó aún muchos días allí», sino porque, cumplida la misión que le había retenido en Corinto, había de marchar a Siria. Se despidió de los hermanos, lo cual haría con el mismo afecto y la misma solemnidad de siempre, y se marchó con Priscila y Aquila, lo cual indica que Silas se quedó allí. Del voto que se menciona al final del versículo no sabemos cuándo ni por qué lo hizo. Sólo se nos dice que se rapó la cabeza (señal de que terminaba entonces el plazo del voto) en Cencreas, que era el puerto oriental de Corinto. Hay quienes opinan que fue Aquila el que se había rapado la cabeza, pero la casi unánime opinión de los exegetas es que fue Pablo. Al leer 1Co 9:20, nos explicamos esta condescendencia de Pablo con las costumbres judías que nada implicaban contrario al Evangelio.
2. Pablo llega a Éfeso (v. Hch 18:19), metrópoli de Asia Menor, de paso para Jerusalén (v. Hch 18:21). En Éfeso dejó a Priscila y Aquila, pues podían ser de provecho allí (v. Hch 18:26), pero, antes de marcharse, entrando en la sinagoga, discutía con los judíos (v. Hch 18:19). Aunque se había despedido con mucho enojo, en Corinto, de los judíos de la sinagoga, a causa de la extraordinaria oposición y de las blasfemias de ellos, no por eso dejaba de visitar primero las sinagogas de los judíos en todas las ciudades donde las había. Por cierto, estos judíos de Éfeso se portaron con Pablo mejor que en otros lugares, pues (v. Hch 18:20) «le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo». Y, si él no accedió, fue porque le urgía marchar a Jerusalén para asistir allí a una de las fiestas (no se especifica a cuál), pero les prometió volver, «si Dios quiere» (v. Hch 18:21).
3. Visita de Pablo a Jerusalén, una visita tan corta que no se menciona sino que «subió a saludar a la iglesia» (v. Hch 18:22); que fue la de Jerusalén, se deduce, no sólo por los verbos «subió» y «descendió», sino también por la mención de Cesarea, ya que no habría necesitado desembarcar allí si hubiese ido directamente a Antioquía de Siria. El aumento de nuevos amigos no debe hacernos olvidar los viejos amigos, sino que ha de ser un placer para nosotros volver a visitarlos cuando se presenta la ocasión. Serían unas horas de gozosa comunión con alabanzas al Señor por el fruto de las labores del apóstol.
4. A continuación se nos da un breve resumen de la nueva visita que giró (tercer viaje del apóstol, entre los años 53 58) por la región de Galacia y de Frigia (v. Hch 18:23), después de estar algún tiempo en Antioquía. En Antioquía habría disfrutado de un pequeño descanso, refrigerando alma y cuerpo en compañía de sus colegas de ministerio y de los hermanos de la iglesia en general, informándoles, como siempre, del fruto de sus labores apostólicas, pues de aquella iglesia había salido encomendado a la gracia y a la obra del Señor (Hch 13:1.). Dos detalles se nos dan de su tercer viaje: (A) «recorría por orden» la región, por el mismo orden de los demás viajes, según convenía para el propio viaje y sin alterar el orden para mostrar ningún favoritismo; (B) «fortaleciendo a todos los discípulos». Los discípulos de Cristo necesitan ser animados y fortalecidos; y es deber de los ministros de Dios fortalecer a los creyentes, dirigiéndolos a Cristo, cuya fuerza se perfecciona, y muestra toda la excelencia de su poder en nuestra debilidad.
