Estudio Bíblico | Explicación de Isaías 25:9 | Comentario Bíblico Online
1. La bienvenida con la que el pueblo de Dios acogerá estas promesas (v. Isa 25:9): «Y se dirá en aquel día, con humilde exultación, he aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado para que nos salvase». Con este cántico triunfal entrarán los santos en el gozo de su Señor: «Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación», es decir, en la perfecta salvación que Él nos ha traído.
2. Extraña un poco, a primera vista, ver singularizado, entre los enemigos de Dios y de Su pueblo, a Moab (v. Isa 25:10); pero es lo más probable que Moab represente aquí a todos los enemigos de Israel. Según Trenchard, «Moab, enemigo milenario de Israel, representa, sin duda, los estados árabes, enemigos de Israel de hoy en día». Quizás sea esto ir demasiado lejos del contexto actual. Para entender esta singularización, basta con recordar el ensañamiento especial de Moab con Judá después de la caída de Jerusalén (v. Jer. todo el cap. Jer 48:1-47; Eze 25:8-11; Amó 1:3; Sof 2:9).
3. Dios continuará protegiendo a Su pueblo, como lo insinúa la metáfora del nadador (v. Isa 25:11), quien bracea con todo vigor para hacerse paso por en medio de las aguas. El poder omnímodo del Dios de Israel entrará en juego para: (A) abatir su soberbia (el pecado característico de Moab v. Isa 16:6 ) mediante juicios humillantes que se sucederán uno tras de otro; (B) y la destreza de sus manos; aquellas manos que tan adiestradas estaban para el despojo y la rapiña; (C) y abatirá la fortificación de tus altos muros (v. Isa 25:12), que Moab creía inexpugnables; pero no hay muros, por fuertes que sean, que resulten inexpugnables para el Omnipotente.
