Jeremías 17:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Jeremías 17:1 | Comentario Bíblico Online

El pueblo había dicho (Jer 16:10): «¿Qué maldad es la nuestra, o qué pecado es el nuestro?» Aquí tienen la respuesta.

1. El pueblo no puede negar su culpabilidad, porque sus pecados están escritos delante de Dios con caracteres perfectamente legibles e indelebles (vv. Jer 17:1, Jer 17:2, comp. con Deu 32:34). Más que escritos, están esculpidos con cincel de hierro, «usado para escribir en la superficie dura de las piedras, etc. (cf. Job 19:24) y con punta de diamante, a causa de la extrema dureza del corazón de la nación» (Freedman). De este modo, permanecerán indelebles y no serán borrados mientras no sean perdonados. Para probar el cargo no hay que ir más lejos que a los cuernos de sus altares, sobre los que había sido rociada la sangre de sus sacrificios idolátricos. Sus vecinos serán testigos contra ellos, y sus propios hijos se acuerdan de los altares y de las imágenes de Aserá adonde sus padres los llevaban consigo cuando eran pequeños (v. Jer 17:2). La inclinación hacia sus ídolos es tan fuerte como siempre y ni la Palabra de Dios ni la vara de Dios les hacen rebajar su afecto a dichos ídolos. El hebreo (difícil) del v. Jer 17:2 admite también esta otra traducción que siguen algunas versiones, después de los famosos rabinos Rashi y Kimchi: «Como recuerdan a sus hijos, así recuerdan a sus altares». Asensio adopta una tercera lectura y traduce: «como recordando a sus hijos sus altares», pero esta versión me parece nota del traductor gramaticalmente incorrecta porque, en tal caso, el verbo hebreo zekor debería estar en forma causativa (Hiphil).

2. Una vez aprobado el sumario de cargos, se dicta el veredicto y se ratifica la sentencia (vv. Jer 17:3, Jer 17:4). Sus tesoros pasarán a manos de extraños. Jerusalén es el monte de Dios en el campo; fue edificada sobre un collado en medio de una planicie. Dios dará al pillaje todos los tesoros de esa opulenta ciudad. Toda la tierra santa era monte de Dios (Deu 11:11; Sal 78:54), y ellos la habían convertido en lugares altos para el pecado (v. Jer 17:2). Esos lugares altos iban a ser entregados también al pillaje (v. Jer 17:3) en todo el territorio. Tendrán que deshacerse (v. Jer 17:4) de la heredad que Jehová les dio y serán llevados cautivos a una tierra extraña. El pecado produce una cesación (o interrupción) de nuestros consuelos y nos priva del disfrute de aquello que Dios nos ha dado. Pero se insinúa aquí que, si se arrepienten recobrarán sus posesiones. Al presente, les dice Dios (v. Jer 17:4, al final), «habéis encendido en mi furor un fuego que para siempre arderá». Al menos, ardía de tal forma que parecía que nunca se había de apagar.

Jeremías 17:1 explicación
Jeremías 17:1 reflexión para meditar
Jeremías 17:1 resumen corto para entender
Jeremías 17:1 explicación teológica para estudiar
Jeremías 17:1 resumen para niños
Jeremías 17:1 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí