Lucas 6:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Lucas 6:1 | Comentario Bíblico Online

I. Cristo vindica a sus discípulos por una acción realizada en sábado por la necesidad que sentían, la cual consistió en arrancar espigas y comer el trigo, restregando las espigas con las manos (v. Luc 6:1). Lucas fija la fecha precisa, al decir, como atestiguan numerosos MSS, «en el sábado siguiente al primero», esto es, en el sábado siguiente a la fiesta de los panes sin levadura, a partir de la cual se computaban las siete semanas que mediaban hasta la fiesta de Pentecostés. Aquí podemos observar:

1. Que los discípulos de Cristo no tienen por qué ser melindrosos en cuestiones de dietética, sino tomar lo que está más a mano, y dar gracias por ello. Estos discípulos arrancaron espigas y se pusieron a comerlas (v. Luc 6:1); con poco se contentaban, y no iban en busca de golosinas.

2. Hay muchos que siempre están dispuestos a censurar a otros por las acciones más inocentes e inofensivas (v. Luc 6:2). Los fariseos les reprendían por hacer lo que no es lícito en sábado, según ellos, cuando ellos mismos banqueteaban en sábado.

3. Jesús justificó, y justifica, a sus discípulos, al aceptar de ellos más de una cosa que, en opinión de algunos hombres, no es lícito hacer.

4. Las leyes ceremoniales admiten dispensa en casos de necesidad (vv. Luc 6:3-4). Y, si las leyes mismas que Dios ha ordenado admiten dispensa, mucho más la admitirán las tradiciones de los hombres.

5. Aun cuando vindicó a sus discípulos por lo que hacían en sábado, Jesús quiso que supiésemos y recordáramos siempre que el sábado es día suyo: «El Hijo del hombre es dueño hasta del sábado» (v. Luc 6:5). Pero, al hacer todas las cosas nuevas con su Resurrección (2Co 5:17), Jesús dio fin a la Ley (Rom 10:4), de modo que ya «nadie puede juzgarnos en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábados» (Col 2:16). Sin embargo, los cristianos comenzaron, desde el principio, a observar «el primer día de la semana», es decir, el domingo (v. Mat 28:1; Mar 16:2; Luc 24:1; Jua 20:1; Hch 20:7; 1Co 16:2. Observemos de paso, que la Biblia nunca llama «día del Señor» al domingo, por lo que resulta demasiado aventurada la referencia de Apo 1:10 al domingo. Nota del traductor).

II. También se vindica a Sí mismo Jesús, por hacer obras de misericordia en días de reposo. Así vemos que:

1. «Entró en otro sábado en la sinagoga» (v. Luc 6:6). Es nuestro deber, si no estamos impedidos por alguna causa razonable, santificar los domingos y asistir a los cultos que celebra la iglesia. Nuestro lugar no debe estar vacío sin una buena razón (véase Heb 10:25).

2. En la sinagoga, aquel día, «se puso a enseñar». Cristo hacía uso de todas las oportunidades que se le presentaban para enseñar, no sólo a sus discípulos, sino también a la multitud.

3. Uno de sus pacientes como médico estaba entre los que le oían como a maestro: «Había allí un hombre que tenía atrofiada (lit. seca) la mano derecha». Quienes deseen ser sanados por la gracia de Cristo, deben estar dispuestos a aprender la doctrina de Cristo.

4. Pero, entre los oyentes, siempre solían estar algunos de los que sólo buscaban alguna oportunidad para querellarse contra Él o acusarle ante las autoridades (v. Luc 6:7): «Los escribas y los fariseos le acechaban», como las fieras acechan su presa, «por si se ponía a sanar en sábado, a fin de hallar de qué acusarle».

5. Jesús no se avergonzaba ni se intimidaba por eso, sino que seguía adelante con sus obras de gracia y misericordia (v. Luc 6:8). Así que le dijo al hombre: «Levántate, y ponte en medio», y así puso así a prueba la fe y la valentía del hombre.

6. Entonces se dirigió a sus propios adversarios para preguntarles si el propósito del cuarto mandamiento era impedir que los hombres hiciesen el bien en día de reposo, cuando ese bien está al alcance de la mano y no se puede dejar para otro día: «¿Es lícito en sábado hacer el bien, o hacer el mal?» (v. Luc 6:9).

7. Sin esperar respuesta, «después de pasear la mirada sobre todos ellos», sanó al hombre (v. Luc 6:10), aun cuando sabía que, no sólo se ofenderían sus enemigos, sino que «discutían entre ellos qué podrían hacerle a Jesús» (v. Luc 6:11).

8. En efecto, sus adversarios «se llenaron de furor». En lugar de llenarse de amor hacia Él como a gran bienhechor de la humanidad, se llenaron de furor contra Él como si fuera el peor de los malhechores. Tan locos estaban que, en lugar de dar vivas a quien tantos favores y beneficios dispensaba, sólo pensaban en hallar el medio más efectivo para darle muerte.

Lucas 6:1 explicación
Lucas 6:1 reflexión para meditar
Lucas 6:1 resumen corto para entender
Lucas 6:1 explicación teológica para estudiar
Lucas 6:1 resumen para niños
Lucas 6:1 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí