Mateo 4:18 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Mateo 4:18 | Comentario Bíblico Online

Cuando Cristo comenzó a predicar, comenzó también a reunir discípulos, para que fuesen oyentes antes de ser predicadores. En esta porción, tenemos un recuento de los primeros discípulos que llamó para que conviviesen con Él. Y esto fue un ejemplo: 1. De llamamiento eficaz a estar con Cristo. En toda su predicación, hizo un llamamiento general a toda la nación, pero en esto hizo un llamamiento especial a quienes le habían sido dados por el Padre (Jua 17:6, Jua 17:9, Jua 17:12, Jua 17:24). Todo el país fue llamado a venir; pero estos fueron llamados de forma que vinieran. 2. Fue también como una especie de ordenación o nombramiento para el ministerio. Cuando Cristo, como Maestro, estableció su gran escuela, una de sus primeras ocupaciones fue nombrar ujieres o bedeles maestros subalternos que se ocupasen en la obra de la instrucción.

Ahora bien, aquí podemos observar:

I. Dónde fueron llamados junto al mar de Galilea (v. Mat 4:18), por donde iba andando. Acá vino a llamar discípulos; no a la corte de Herodes (porque no son muchos los poderosos, ni muchos los nobles llamados, 1Co 1:26), ni a Jerusalén, entre los principales sacerdotes y los ancianos, sino al mar de Galilea. Los ojos de Jesús no ven como los de los hombres. Galilea era una parte remota del país, sus habitantes eran menos cultos y refinados, su mismo lenguaje era rudo y tosco; su manera de hablar les descubría (Mat 26:73). Con todo, allá fue Cristo a llamar a sus Apóstoles, que habían de ser los primeros ministros de Estado en su reino, porque Él escoge lo necio de este mundo para confundir a los sabios.

II. Quiénes eran ellos. En estos versículos se nos refiere el llamamiento de dos parejas de hermanos: Pedro y Andrés, Santiago y Juan. Habían sido discípulos del Bautista, y así estaban mejor dispuestos para seguir a Cristo. Quienes se han sometido a la disciplina del arrepentimiento serán bien venidos a los gozos de la fe. Respecto de ellos, podemos observar:

1. Que eran hermanos. Es un honor y un consuelo para un hogar, cuando los que son de la misma familia, son también de la familia de Dios.

2. Que eran pescadores. Al ser pescadores: (A) No eran ricos; si hubiesen poseído mucha hacienda, o considerables ganancias en su oficio, no se habrían dedicado ellos mismos a pescar, a no ser como diversión. Cristo no desprecia a los pobres, y tampoco tenemos que despreciarlos nosotros. (B) Eran iletrados (Hch 4:13), faltos de sabiduría mundana y de erudición rabínica, pero receptivos al Evangelio de la gracia. Esto no justifica el admitir para la obra del ministerio a personas ignorantes y descalificadas. (C) Eran trabajadores, hechos al esfuerzo y a la fatiga. La diligencia en un quehacer honesto es agradable a Cristo y no resulta un estorbo para una vida santa. Los holgazanes están a merced de las tentaciones de Satanás, más bien que a los llamamientos de Dios. (D) Eran hombres acostumbrados a las privaciones y a los peligros; el oficio de pescador, más que ningún otro, es laborioso y peligroso; los pescadores están continuamente expuestos al frío y a la humedad; tienen que velar, esperar, fatigarse y arriesgarse. Quienes están acostumbrados a sufrir privaciones y a correr riesgos, están mejor preparados para la comunión y el discipulado de Jesucristo. Los buenos soldados de Cristo han de aguantar penurias y durezas.

III. Qué estaban haciendo. Pedro y Andrés estaban pescando: echaban la red en el mar, Jacobo y Juan estaban remendando sus redes, lo que es una muestra de su laboriosidad y de su economía. No fueron a pedirle dinero a su padre para comprar nuevas redes, sino que se tomaron el trabajo de remendar las viejas. Es muy recomendable hacer que lo que tenemos dure el mayor tiempo posible. Jacobo y Juan estaban con Zebedeo su padre, prontos a ayudarle. Es un feliz presagio ver a los hijos interesados en sus padres y obsequiosos con ellos. Obsérvese: 1. Que todos ellos estaban ocupados, todos trabajaban; no había ningún holgazán. Cuando Cristo venga, bueno será que nos encuentre haciendo algo provechoso. 2. No todos hacían lo mismo, dos de ellos pescaban; otros dos, remendaban las redes. Los ministros del Señor deben estar siempre ocupados, ya sea enseñando o estudiando; pues remendar las redes es tan necesario, a su tiempo, como pescar.

IV. Cuál fue el llamamiento: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres (v. Mat 4:19). Obsérvese:

1. Para qué los quería Cristo: os haré pescadores de hombres. Para que no se ensoberbezcan del honor que les otorga, les hace ver que van a ser simplemente pescadores; y para que no se atemoricen ante el ministerio que les va a encomendar, les recuerda un oficio al que están bien acostumbrados. (A) Los ministros de Dios son pescadores de hombres, no para destruirlos, sino para salvarlos, sacándolos a otro elemento. (B) Es Jesús quien les confiere este honor y este oficio: yo os haré pescadores de hombres. Él es quien les cualifica para este trabajo, los llama a efectuarlo, les autoriza para llevarlo a cabo, y les hace prosperar en él.

2. Qué es lo que tienen que hacer para ello: Venid en pos de mí. Tienen que retirarse a una convivencia continua con el Maestro. (A) Aquellos a quienes Cristo usa para algún ministerio, han de quedar antes aptos y equipados para Él. (B) Quienes han de predicar a Cristo, tienen antes que aprender a Cristo, y aprenderlo de Él mismo. (C) Quienes quieran adquirir un correcto conocimiento del Señor, han de ser constantes y diligentes en la comunión con Él. No hay aprendizaje comparable al que se obtiene mediante el seguimiento de Cristo. (D) Los que reciben el encargo de pescar hombres, deben seguir a Cristo para aprender a hacerlo como Él lo hizo: con diligencia, fidelidad y ternura.

V. Cuál fue el resultado de este llamamiento. Pedro y Andrés, dejando al instante las redes, le siguieron (v. Mat 4:20). Jacobo y Juan, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron (v. Mat 4:22). Quienes de veras quieran ir en pos de Cristo, deben estar dispuestos a dejarlo todo inmediatamente, para seguirle.

1. Este ejemplo del poder de nuestro Señor Jesucristo nos anima grandemente a depender de la suficiencia de su gracia. ¡Cuán fuerte y eficaz es su Palabra! Habla Él, y ya está hecho.

2. Este ejemplo de docilidad por parte de los discípulos, nos sirve de incentivo para obedecer los mandatos de Cristo. Es una buena propiedad de los fieles siervos de Cristo venir cuando son llamados, y seguir al Maestro adondequiera que los conduzca. Ellos, al ser llamados, obedecieron y, como Abraham fueron sin saber adónde iban, pero sabiendo muy bien a quién seguían.

Mateo 4:18 explicación
Mateo 4:18 reflexión para meditar
Mateo 4:18 resumen corto para entender
Mateo 4:18 explicación teológica para estudiar
Mateo 4:18 resumen para niños
Mateo 4:18 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí