Estudio Bíblico | Explicación de Oseas 11:8 | Comentario Bíblico Online
1. Para Feinberg, el versículo Ose 11:8 es el más grande de todo el libro. El giro que toma toda la porción en este punto, tras de los versículos Ose 11:5-7, y la ternura que late en esas expresiones del versículo Ose 11:8 son algo que no puede menos de conmover al más frío. Admá, Seboyim (lit. Tseboyim) y Bela o Sóar, formaban con Sodoma y Gomorra el grupo nefando de la Pentápolis (vocablo griego que significa «cinco ciudades»). De las cinco, sólo Sóar escapó de la destrucción, en atención a Lot (v. Gén 19:22.). Pero Dios no va a destruir de ese modo a Efraín (v. Ose 11:9). Las entrañas de amor de Dios no lo permiten. No lo hará, sino que quedará un resto o remanente (Isa 4:2.; Isa 10:20-22; Isa 11:11, etc., Amó 5:14, Amó 5:15, etc.).
2. La razón que el propio Jehová da es (v. Ose 11:9): «Porque Dios soy, y no hombre». Así lo reconoció Balaam (Núm 23:19, comp. con 1Sa 15:29; Rom 11:29). Cita Buck el comentario de san Jerónimo a este pasaje: «Soy Dios y no hombre. El hombre castiga para destruir, Dios castiga al hombre para librarlo de sus errores». El sentido, sin embargo, de dicha afirmación se halla en los lugares de referencia arriba aludidos. La segunda parte del versículo Ose 11:9 dice literalmente: «Porque Dios (soy) yo, y no hombre (hebr. ish, varón), el Santo en medio de vosotros, y no entraré en la ciudad». Dios muestra su santidad gloriosa, trascendente e inmanente, esto es, majestuosa y bondadosa, en medio de Su pueblo, en la tierra de Immanuel (Isa 7:14; Jua 1:14). Dios no se deleita en destruir, según podría leerse la última frase del versículo Ose 11:9, porque no se deleita en la muerte del impío (Eze 18:23. ¡Se deleitó en la del Hijo inocente! v. Heb 10:5-10).
3. El propio Jehová (v. Ose 11:10) se constituye en heraldo, alférez, esto es, abanderado, guía y pastor de Su pueblo. Va delante de ellos; su llamada es poderosa como el rugido del león (v. Ose 11:10, comp. con Amó 3:8). Delante de ellos va, sí (v. Ose 11:11), como en el desierto, después que salieron de Egipto. Pero la profecía adquiere aquí un alcance mucho más largo, pues se refiere especialmente al tiempo final, en que los israelitas vendrán veloces como palomas (comp. con Isa 60:8) desde los cuatro puntos cardinales. Ya no serán ahora la «paloma incauta» de Ose 7:11. Y añade Dios (v. Ose 11:11, al final): «y los haré habitar en sus casas», como las palomas en sus nidos.
4. El versículo Ose 11:12 es, en la Biblia Hebrea, el versículo BHS Ose 12:1 del capítulo BHS Ose 12:1-14. Por eso, no sigue el contexto de amor triunfal de los versículos Ose 11:8-11. Efraín (o Efraín, como dice el hebreo) ha rodeado de mentiras, hasta envolverlo, a su Dios, en vez de rodearle de amor y gratitud. Israel lo ha rodeado de engaño. En cambio, todavía se vislumbra un rayo de esperanza en Judá, ya que la versión más probable del versículo Ose 11:12 es la siguiente: «Pero Judá todavía gobierna con Dios y es fiel con los santos», o como traducen Buck y Feinberg: «Judá todavía es conocido para Dios (hebr. El) y fiel al Santo (hebr. quedoshim, en plural de intensidad)».
