Significado de ANTROPOMORFISMO Según La Biblia | Concepto y Definición

ANTROPOMORFISMO Significado Bíblico

¿Qué Es ANTROPOMORFISMO En La Biblia?

Palabras que describen a Dios como si Él tuviera rasgos humanos. Aparecen cada vez que la Escritura menciona el brazo de Dios, el oído u otras partes del cuerpo. Estas descripciones no se deben tomar literalmente porque Dios es Espíritu (Jua 4:24). La Escritura utiliza con frecuencia los antropomorfismos en la literatura poética y profética, pero también pueden aparecer en otros estilos. Un antropomorfismo común habla del brazo de Dios. Esto se relaciona generalmente con su poder para juzgar o salvar. En Éxo 6:6, Dios dice que redimirá a Israel de los egipcios “con brazo extendido, y con grandes juicios”. Esto describe a Dios que se extiende para derramar las plagas sobre Egipto. Moisés, después de la liberación de los israelitas en el Mar Rojo, alaba a Dios diciendo que el temor de Jehová caerá sobre el pueblo ante “la grandeza de tu brazo” (Éxo 15:16; comp. Sal 77:15). Otros pasajes prometen que el brazo del Señor será fuerte y victorioso (Isa 40:10; Isa 48:14) y que ejecutará juicio (Isa 51:5).
También se dice a veces que la mano del Señor rescatará a Israel (Éxo 15:17; Deu 5:15; Deu 11:2-4; Deu 26:8). El Sal 44:1-3 describe la manera en que la mano del Señor y Su brazo echaron a las naciones de delante de Israel cuando el pueblo entró a la tierra. Las palabras se refieren a las acciones de Dios (hacer caer el muro de Jericó, hacer que el sol se detenga, etc.) que condujeron a la conquista de Canaán. La mano o el brazo de Dios también se describen al rescatar a Su pueblo o derrotar totalmente a los enemigos de Dios (Sal 89:10; Sal 98:1; Sal 136:11-12).
El oído de Dios también se menciona con frecuencia en las Escrituras. En los Salmos se le implora a Dios que incline Su oído a la oración del salmista (Sal 17:1; Sal 17:6; Sal 31:2; Sal 39:12; Sal 55:1; Sal 71:2; Sal 86:1; Sal 86:6; Sal 88:2; etc.), en el sentido que se le pide que escuche atentamente. Un pasaje importante de Isaías combina Su oído, Su mano y Su rostro: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír […] y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro para no oír” (Isa 59:1-2).
Si bien el antropomorfismo es raro en el NT, también se lo encuentra allí. Existen referencias a la “mano” de Dios o a Su “diestra” (Mat 26:64; Luc 1:66; Luc 23:46; Jua 10:29; Hch 2:33; etc.). Estas se refieren al poder divino o al lugar de honor en el reino de Dios. En 1Pe 3:12 se habla de los ojos, los oídos y el rostro del Señor, citando el Sal 34:15-16. Las Escrituras también describen a Dios diciendo que tiene emociones humanas tales como gozo, enojo y tristeza y también pensamientos, voluntad y planes. Estos no son antropomorfismos porque Dios, al ser una persona, tiene los atributos de la personalidad. A las descripciones de Sus emociones que aparecen en la Escritura a veces se las denomina antropopatismos, lo cual significa que a Dios se le atribuyen emociones humanas. Dios, al ser eterno e inmutable, no experimenta emociones de la misma manera que lo hacen las personas, aunque indudablemente las tiene. En las Escrituras, las descripciones de Sus emociones se efectúan mediante una analogía con las nuestras tal como nosotros las experimentamos.
Los antropomorfismos hacen que el lenguaje de la Biblia sea más vívido. Ayudan a que el lector se haga una imagen de lo que Dios realiza. Se puede decir que el pecado nos separa de Dios, pero decir que Dios esconde Su rostro del pecador desencadena una emoción más profunda (Deu 31:17). Los antropomorfismos también hacen que sea más fácil recordar las verdades bíblicas. Es cierto que Dios juzgó a Egipto por haber oprimido a Israel, pero se recuerda mucho más al hacernos la imagen de Dios “extendiendo su mano” y “tocando” a Egipto con las plagas. Los antropomorfismos, pues, ayudan a que uno entienda quién es Dios y cómo actúa para Su gloria en el mundo.

Fred Smith

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