Significado de ARMAS Y ARMADURAS Según La Biblia | Concepto y Definición

ARMAS Y ARMADURAS Significado Bíblico

¿Qué Es ARMAS Y ARMADURAS En La Biblia?

Instrumentos y coberturas corporales para defensa y/o protección.
Antiguo Testamento
Las armas ofensivas del AT incluyen las de largo, mediano y corto alcance, y los elementos defensivos incluyen escudos y armaduras.
Armas de largo alcance
El arco y la flecha eran armas efectivas de largo alcance (poco menos de 300–400 m [300–400 yardas]) y las naciones de la Biblia las utilizaban en gran manera. Israel poseía arqueros expertos entre los hombres de Benjamín (1Cr 8:40; 2Cr 17:17) y las tribus orientales de Rubén, Gad y Manasés (1Cr 5:18). Jonatán y Jehú eran tiradores con mucha puntería. Por lo menos cuatro reyes israelitas fueron grave o fatalmente heridos por saetas enemigas: Saúl (1Sa 31:3), Acab (1Re 22:34), Joram (2Re 9:24) y Josías (2Cr 35:23). Los arcos se construían con trozos enteros de madera, cuernos o de modo más efectivo con capas pegadas de madera, cuernos, tendones y posiblemente hasta con agregados de bronce (2Sa 22:35; Job 20:24). El tamaño variaba de aprox. 90 cm a 2 m (3 a 6 pies) de largo. Las flechas se hacían de varas de madera o caña con una cabeza de metal en un extremo, forjada de diversas maneras según las diferentes defensas del enemigo. La flecha se dirigía mediante plumas, especialmente de águilas, buitres o milanos. Una aljaba de cuero que se sostenía de la espalda o se colgaba del hombro acarreaba entre 20 y 30 flechas de este tipo o tal vez hasta 50, si se la sostenía de un carro. Frecuentemente se utilizaba también un protector de cuero para el brazo del lado del arco a fin de resguardarlo de la cuerda de tripa que impulsaba la flecha.
Tal vez estemos más familiarizados con la honda al haber leído acerca del enfrentamiento entre David y Goliat (1Sa 17:40-50), sin advertir que era un arma de artillería convencional, mortal y de largo alcance utilizada por los ejércitos en todo Medio Oriente. Debido a la capacidad de largo alcance que tenían las hondas, los lanzadores expertos se colocaban de a cientos cerca de los arqueros. Era especialmente valioso tener quienes pudieran lanzarla con la mano izquierda o con la derecha (Jue 20:16; 1Cr 12:2). Un trozo de tela o cuero con dos cuerdas trenzadas de este mismo material en cada extremo sostenía una piedra lisa. Luego el lanzador hacía girar sobre su cabeza el misil envuelto. Al soltar una de las cuerdas se disparaba la piedra hacia la víctima. El golpe podía desarmar, desestabilizar, voltear o incluso matar al enemigo. El rey Uzías de Judá desarrolló catapultas grandes que lanzaban saetas y piedras de largo alcance para defender Jerusalén (2Cr 26:15).
Armas de alcance medio
Una jabalina es una lanza que se arroja a una distancia menor de la que los arqueros podían lanzar sus flechas y la que los tiradores de hondas eran capaces de disparar sus piedras. No obstante, como arma de tiro, su alcance medio se tiene que diferenciar de las lanzas de corto alcance de los soldados de infantería (en una falange militar). David se enfrentó con la jabalina cuando desafió exitosamente a Goliat (1Sa 17:6) y cuando intentó calmar pacíficamente el espíritu de Saúl. El perturbado rey lanzó su lanza contra David en dos oportunidades (1Sa 18:10-11; 1Sa 19:9-10) e inclusive una vez contra su propio hijo Jonatán (1Sa 20:33). Hechas generalmente de madera o caña, algunas jabalinas tenían una o dos de las características que ayudaban a que volara mejor: algunas tenían una cuerda de cuero envuelta alrededor del asta que hacía que el arma lanzada girara cuando la cuerda se retenía con la mano, y a veces se colocaba un contrapeso en la culata del asta. Este contrapeso inclusive se podía afilar lo suficiente como para hundirlo en el suelo a fin de mantener asentada la lanza (1Sa 26:7) o incluso se utilizaba para matar (2Sa 2:23). A menudo se utilizaba una aljaba para ayudar al soldado a acarrear más de una lanza por vez.
Armas de corto alcance
El combate cuerpo a cuerpo hizo que comenzaran a destacarse armas diferentes: algunas filosas, otras despuntadas, algunas largas, otras cortas. La lanza de tiro era más larga y más pesada que la jabalina y, si era necesario, se podía arrojar. Los soldados de las tribus de Judá y Neftalí acarreaban lanzas como arma tribal (1Cr 12:24; 1Cr 12:34). Los guardias protegían el templo con estas armas (2Cr 23:9). Las líneas del frente de batalla frecuentemente presentaban soldados de infantería equipados con escudos rectangulares y acarreando lanzas que sobresalían más allá de los extremos de los escudos para presionar hacia delante a expensas de las tropas de primera línea de combate del enemigo.
En los tiempos bíblicos se utilizaban dos clases de espadas, la de un filo y la de doble filo (Sal 149:6; Pro 5:4). La de un solo filo se usaba de manera más efectiva haciéndola girar en el aire y golpeando al enemigo para lacerarle la carne. La hoja podía ser recta o con una curva muy pronunciada. En el caso de esta última el borde afilado estaba del lado exterior de la curva. La espada de doble filo se utilizaba fundamentalmente para traspasar en vez de lacerar, aunque si era necesario, se podía usar de ambas maneras. La espada se llevaba en una vaina unida al cinto. La variedad de ancho y largo general de las espadas en proporción a las empuñaduras era numerosa. La diferencia entre una espada recta y la daga era simplemente el largo. Las hojas más antiguas eran más del tipo de dagas que de espadas. Con el paso del tiempo se fueron alargando. Es probable que Aod haya utilizado una daga larga para asesinar al rey Eglón de Moab ya que el arma medía alrededor de 45 cm (18 pulgadas) (un codo, Jue 3:16-26).
El martillo (“maza” en NVI; “mazo” en LBLA) se menciona pocas veces en la Biblia (Pro 25:18; Jer 51:20; Eze 9:2), sin embargo desempeñaba un papel importante en la batalla cuerpo a cuerpo. El martillo o maza era un garrote de guerra que se utilizaba para aplastar la cabeza del enemigo. La cabeza pesada de metal o piedra del arma podía tener formas variadas: redonda, ovalada o semejante a una pera. El mango de madera se sostenía atravesando la cabeza como en el caso de un martillo o un hacha modernos. La parte posterior del mango tenía una forma más ensanchada para impedir que el arma se escapara de la mano. Cuando la armadura, en especial el yelmo (casco), se comenzó a utilizar en forma extensiva, el martillo le dio paso al extremo penetrante del hacha de batalla, que se convirtió en lo más popular. Estas hachas con cabezas más angostas y forma alargada podían penetrar más fácilmente en un yelmo u otra armadura. Se diseñaron otras hojas con bordes más anchos para cortar y abrir la carne en los casos en que se llevaba menos armadura, o directamente no se la usaba.
Los que vestían armaduras acompañaban a los líderes militares portando armas adicionales y equipos defensivos que se iban agotando durante la batalla (saetas, lanzas, escudos). A veces también ayudaban a los soldados colocándoles los escudos, como en el caso de Goliat, y en otras ocasiones matando a los soldados enemigos que los combatientes que seguían avanzando habían dejado heridos e indefensos.
Los arietes de batalla, tal como los describe Ezequiel en su lección objetiva para los israelitas (Eze 4:2), en realidad se acarreaban sobre ruedas y tenían extremos de metal unidos a astas de madera para soportar el impacto del choque contra las puertas de la ciudad o los muros de piedra.
Armas defensivas
La defensa contra todas estas armas eran los escudos o las armaduras. Los primeros se hacían de mimbre o cuero estirados sobre estructuras de madera con mangos en la parte interna. Eran mucho más fáciles de maniobrar que los de metal más pesado pero, obviamente, protegían menos. La combinación entre metal y cuero se conseguía adhiriéndole discos o platillos metálicos al cuero en parte de la superficie. En la Biblia y en muchas ilustraciones antiguas se hace referencia a dos tamaños diferentes (2Cr 23:9). Uno era un escudo redondo que se utilizaba con armas más livianas y cubría a lo sumo la mitad del cuerpo. La tribu de Benjamín prefería estos junto con el arco y la flecha (2Cr 14:8). Lo mismo hizo Nehemías cuando equipó a sus hombres para que se protegieran mientras reedificaban los muros de la ciudad de Jerusalén (Neh 4:16). Los escudos de oro y de bronce que hicieron Salomón y Roboam respectivamente tenían una función ceremonial y decorativa (1Re 14:25-28) y eran de ese tamaño. Un escudo más grande tenía forma rectangular y cubría casi todo, o todo el cuerpo y a veces era tan grande que se empleaba a una persona para que lo llevara especialmente delante del que acarreaba las armas. Tanto Goliat como uno de sus ayudantes se enfrentaron con David (1Sa 17:41). Las tribus de Judá (2Cr 14:8), de Gad (1Cr 12:8) y de Neftalí (1Cr 12:34), utilizaban este tipo de escudo y en la otra mano llevaban como arma ofensiva una lanza larga. Los arqueros también se paraban detrás de escudos mientras arrojaban sus saetas.
La armadura es esencialmente una protección que se usa directamente sobre el cuerpo. Debido a que las regiones de la cabeza y el pecho son las partes más vulnerables del cuerpo, la armadura se llevaba especialmente en esos lugares. Saúl y Goliat usaban casco (1Sa 17:5; 1Sa 17:38), al igual que todo el ejército de Judá, por lo menos en la época de Uzías (2Cr 26:14). El casco generalmente se hacía de cuero o metal y se diseñaba con varias formas según el ejército, e inclusive la unidad dentro de un ejército a fin de que el comandante la pudiera distinguir de otra, desde una posición estratégica más elevada. Los cascos decorados o realizados de manera diferente ayudaban al soldado a darse cuenta si estaba cerca de un enemigo o un camarada en medio de la confusión del combate cuerpo a cuerpo.
Con el uso más amplio de la flecha y su velocidad de vuelo y acercamiento imperceptible hacia el enemigo, la malla se hizo cada vez más necesaria para cubrir el torso. La elaboración semejante a las escamas de un pez utilizando platillos de metal pequeños cosidos a una tela o cuero era la coraza de los soldados antiguos. Estas escamas podían llegar a sumar entre 700 y 1000 por “cota”. Obviamente, cada cota podía ser bastante pesada y costosa a fin de darle espesor. Las unidades enemigas de arqueros ubicadas a distancia usaban las mallas especialmente cuando disparaban unas contra otras, al igual que aquellos que andaban en carros. Acab, mientras iba en su carro, fue herido y murió como consecuencia de una flecha que entró por la parte menos protegida de la malla, en la costura donde se unen la manga y el pectoral de la cota (1Re 22:34). La armadura para piernas, como las grebas de bronce que llevaba Goliat (1Sa 17:6), no se usaban comúnmente en los tiempos del AT.
Nuevo Testamento
Armas y armaduras aparecen solo en pocas ocasiones en el NT. Desde luego, la época neotestamentaria hallaba a los soldados del Imperio Romano equipados con cascos de metal, pecheras protectoras de cuero y metal, armadura para las piernas, escudos, espadas y lanzas. Cristo aceptó el uso defensivo y legal de la espada (Luc 22:36-38), pero censuró el ataque ilegal y ofensivo de Pedro contra Malco en el momento de Su arresto (Jua 18:10-11). El NT utiliza a menudo las “armas y armaduras” en forma simbólica, como en el caso de los libros poéticos y proféticos del AT. Se hace referencia a la Palabra de Dios y su efecto cortante y penetrante como una espada (Efe 6:17; Heb 4:12; Apo 1:16; Apo 2:16; Apo 19:15; Apo 19:21). Pablo utilizó tanto las armas como la armadura de un soldado para expresar las virtudes necesarias para defender al creyente frente a Satanás (Efe 6:10-17; comp. Isa 59:16-17).
Uso metafórico
En el AT, el efecto devastador de una lengua viciosa se compara con el propósito destructivo de una espada o una flecha (Sal 57:4; Sal 64:3; Pro 12:18). Sin embargo, cuando las armas se usan metafóricamente en el AT, por lo general se hace para transmitir el concepto de la soberanía suprema de Dios. Por ejemplo, la dependencia específica de las armas militares se considera necio ya que no son la fuente definitiva de liberación, sea mediante el arco o la espada (Jos 24:12; Sal 44:6; Ose 1:7). Esto se debe a que Dios supera en poderío y hace pedazos el arco y la flecha, la lanza, la espada y el escudo (Sal 46:9; Sal 76:3). En otros lugares se habla acerca del juicio de Dios como un arco o espada (Sal 7:12-13; Isa 66:16; Jer 12:12). Él también utiliza las armas literales de las naciones conquistadoras para juzgar a Israel (Isa 3:25). Finalmente, que Dios sea el protector fiel de Su pueblo a menudo se expresa haciendo referencia a Él como “escudo a los que en él esperan” (Pro 30:5), así como alentó a Abraham al decirle: “No temas, Abram, yo soy tu escudo” (Gén 15:1). Ver Caballo; Carros.

Daniel C. Fredericks

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