Significado de CAOS Según La Biblia | Concepto y Definición

CAOS Significado Bíblico

¿Qué Es CAOS En La Biblia?

Transliteración de la palabra griega. En el AT, varias palabras hebreas comunican la idea de vacío, yermo, desolación y vacuidad. Los verbos hebreos denotan el sentido de hundirse en la oscuridad, convertirse en nada o caer presa de la debilidad. En Isa 24:10, Dios anunció juicio sobre toda la tierra. Esto incluía quebrantar la ciudad del caos para que nadie pudiera entrar. Mediante el poder de Dios se extenderán en Edom el cordel de destrucción y los niveles de desolación (Isa 34:11). En Jer 4:23-26, se describe que la tierra está desolada, sin forma, vacía y sin luz, un desierto imposible de habitar. Mientras Israel iba camino hacia Canaán, Dios lo cuidó en medio de un desierto de horrible soledad (Deu 32:10). El poder de Dios hizo que líderes y príncipes poderosos vagaran por yermos sin camino (Job 12:24; Sal 107:40). Job comparó a sus amigos con lechos de ríos sin agua que se habían convertido en nada (Job 6:18). Posteriormente Job anheló un lugar de profunda oscuridad, lóbrego y sin orden (Job 10:21-22).
No obstante, en el pensamiento hebreo, el concepto más destacado del caos es un desorden original que precedió a la obra creadora de Dios. Cuando “las tinieblas estaban sobre la faz del abismo” (Gén 1:2), Dios destruyó los poderes de la confusión por medio de Su palabra.
El caos es personificado a lo largo de las Escrituras como el principal opositor de Dios. En leyendas semitas antiguas aparece un monstruo caótico terrible denominado Rahab (el orgulloso), o Leviatán (criatura semejante a un dragón que se contorneaba), o Yam (el mar rugiente). Cuando los escritores bíblicos denunciaban con vehemencia la idolatría y proclamaban de manera inconfundible el poder incomparable del Dios Todopoderoso, no vacilaban en recurrir a estas imágenes primordialmente paganas para agregarle vida y color a sus mensajes, con la expectativa de que los oyentes israelitas pudieran entender las verdades presentadas.
Dios demostró gráficamente su poder en la creación mediante la derrota aplastante del caos. Aquietó el mar, hizo pedazos a Rahab, calmó los cielos y traspasó a la serpiente huidiza (Job 26:12-13). Su victoria sobre Leviatán es bien conocida (Job 41:1-8; Isa 27:1). El Leviatán y el mar están bajo Sus órdenes (Sal 104:26). En la creación Dios le puso freno al mar y lo encerró en sus límites (Job 38:1-11). Extendió los cielos y pisoteó las espaldas de Yam, el mar (Job 9:8).
Un segundo uso de la figura del monstruo del caos se aplicaba a las victorias de Dios en la época del éxodo, donde utilizó el término Rahab como sobrenombre de Egipto. Mediante Su poder dividió el mar y destruyó al monstruo de las aguas (Sal 74:13-14). Calmó el mar y quebrantó a Rahab como a un esqueleto (Sal 89:9-10). Al matar al monstruo Rahab, Dios permitió que el pueblo cruzara la barrera del mar (Isa 51:9-10). En tono burlón, Isaías calificó a Egipto como una Rahab impotente y vana, a quien Dios había exterminado (Isa 30:7). El salmista anticipó el día en que Rahab y Babilonia serían forzadas a reconocer el gobierno de Dios (Sal 87:4). En Eze 29:3; Eze 32:2, el faraón de Egipto es el dragón de los ríos que será derrotado por voluntad divina.
En tercer lugar, si no se lo utiliza directamente, el tema del caos está implícito en el NT al describir la victoria de Dios en Cristo. En los Evangelios, Cristo demostró confiadamente dominio sobre el mar (Mar 4:35-41; Mar 6:45-52; Jua 6:16-21). En Apocalipsis, cuando la serpiente antigua personificada como el dragón satánico se levanta del mar para desafiar al reino de Cristo, este derrota al adversario en forma completa y para siempre. De modo que, comenzando con Gén 1:2 cuando Dios conquistó el desorden y la vacuidad, y siguiendo a lo largo de las Escrituras, el tremendo poder de Dios sobre el caos se muestra en forma repetida. Finalmente, la nota triunfal resuena en Apo 21:1, “el mar ya no existía más”. ¡Un cielo nuevo y una tierra nueva son prueba una vez más de que el caos ha sido conquistado!

Alvin O. Collins

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí